Imagen desarrrollada en base al trabajo de Sol Fortuny para Wazzabi.

Wazza qué

Joaquin L. Pereyra
Cultura del hacer
Published in
4 min readOct 6, 2014

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Entrevista originalmente llevada a cabo en octubre de 2013.

Wazzabi es una idea, un grupo, y una comunidad. Esa es la definición que usa Franco Grassano, uno de sus fundadores, mientras evita atar a Wazzabi a una definición precisa y prefiere plantear, en cambio, objetivos concretos: “Queremos difundir, enseñar, hacer que la gente haga cosas, que se le pierda el miedo a meter mano”. Además de él, Wazzabi lo integran Mateo Ferley Yael, Tomás García, Manuel Goglino, Melina Masnatta y Valentín Muro.

“La idea central a Wazzabi es la reapropiación, de la tecnología, de los intereses personales, del tiempo de cada uno, del entorno, de la realidad. La reapropiación, en cualquiera de sus sentidos, implica la revaloración de la dignidad de cada persona a partir del apoderamiento para impactar de forma real en el mundo.”

En términos más generales, Wazzabi es una iniciativa nacida en julio de 2012 que intenta difundir la cultura libre y promover la ética hacker en Argentina; ideas nacidas en los círculos informáticos de los cincuenta y que promueven el aprendizaje autodidacta, la colaboración horizontal y el intercambio libre de ideas e información. La propuesta nació de seis amigos barilochenses radicados en la capital del país que decidieron formalizar sus charlas sobre tecnología, informática y diseño en una aventura cultural.

El grupo está inmerso en varias actividades. Una de las más importantes y curiosas es la Liga de Inventores y Desinventores, un espacio para que niños de 8 a 11 años puedan crear y experimentar con cosas tan variadas como videojuegos, cocina molecular, corte y confección o “lo que se te ocurra”, como reza la invitación. Además, en noviembre realizarán un taller para la Asociación de Humanidades Digitales, y seguirán con viajes a México y Perú para concretar distintos proyectos en esos países.

Taller de reutilización electrónica, Taller de Monstruos y Hackatón Musical
Taller de Inventos y Liga de Inventores y Desinventores

A pesar de los nombres, Muro recalca que “los eventos son más culturales que capacitaciones técnicas”. Explica que en los talleres lo técnico queda en un segundo plano porque lo que se plantea “no es necesariamente el know-how sino una relación particular con el entorno, con los demás y con la tecnología”. Explica que la idea principal de Wazzabi es “la reapropiación de la tecnología y del entorno”, lo que “implica una revaloración personal a partir del apoderamiento para impactar de forma real en el mundo”. Además, no son talleres de informática: “se hacen cosas, desde bufandas a cohetes”, recalca Muro.

Pero no solo organizan talleres: uno de sus proyectos más ambicios es su Hackumental. Es un documental libre que pretende reunir las experiencias de cientos de makerspaces, laboratorios, aulas en donde se promocionen los mismos valores que ellos intentan establecer aquí. Por ahora, y aunque Muro recalca que “el documental está siempre en proceso”, ya tienen filmadas 17 horas de material en Europa, algunas horas en Canadá y Argentina y que este mes se está filmando en Perú y México. El objetivo del proyecto: “Mostrar desde adentro qué mueve a las personas a hacer cosas”.

¿Cultura libre?

“Nos gusta llamar cultura libre a aquella que defiende y promueve el compartir, tanto experiencias como documentación”, explica Ferley Yael. Los medios que da Internet para compartir información sin intermediarios es lo que permite que exista la libertad que quieren expandir: “El conocimiento que no está filtrado ni manipulado por intermediarios es a lo que llamamos conocimiento libre”, sigue Yael, que también habla sobre la posibilidad de que información que “no le interesan a las industrias” pueda expandirse alrededor del globo gracias a esta libertad.

“Nos gusta llamar cultura libre a aquella que defiende y promueve el compartir, tanto experiencias como documentación. El conocimiento que no está filtrado ni manipulado por intermediarios es a lo que llamamos conocimiento libre.”

La cultura libre, la ética hacker y la información libre “están interrelacionados de una manera muy bella”, opina Muro. “Los valores de la ética hacker suponen a la cultura libre, dando por hecho que que los esfuerzos colaborativos se hacen factibles cuando el conocimiento puede circular libremente”, continua.

Es por eso que estos movimientos se oponen en general a las leyes de propiedad intelectual y a cualquier tipo de apropiación de la información. “Si tuviésemos que reinventar la rueda cada vez que emprendemos un proyecto difícilmente podamos avanzar”, afirma Muro.

La ética hacker nació en la segunda mitad siglo XX con el inicio de la computación. Aunque no existe una definición precisa, todos los grupos que la promueven aceptan ciertos valores que rechazan la centralización y a las autoridades formales y promueven el acceso libre a la información y la resolución de problemas directamente por parte del usuario.

Imagen de cabecera basada en el trabajo de Sol Fortuny para Wazzabi.

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