El apoyo a la literatura en la ciudad

Camilo Cabanzo
CULTURA Y PUNTO
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4 min readNov 4, 2020

La literatura, como otros sectores culturales y económicos, se está enfrentando a la pandemia. Los festivales y encuentros programados para que exploremos este mundo, como “Septiembre Literario” son importantes estímulos para estos sectores.

Idartes con apoyo de distintas librerías y bibliotecas, organiza “Septiembre literario”, un mes lleno de programación para que las personas se acerquen a la literatura, desde conversatorios con escritores hasta obras de teatro. Este año el evento se realizará de manera virtual.

En estos momentos, las librerías se enfrentan a un nuevo reto, un ejemplo de ello fue la cancelación de la Feria del Libro, evento que según el observatorio distrital de turismo reunía alrededor de 500 mil personas, así que las librerías necesitan apoyo; septiembre literario es una oportunidad que brinda el Instituto Distrital para las Artes (Idartes), en conjunto a la Cámara Colombiana del libro (CCL) , en la cual la Asociación Colombiana de Libreros Independientes (ACLI) tiene vocería, para visibilizar algunas librerías de la capital.

Santiago Sepúlveda, miembro de la junta directiva de la ACLI, comenta que estos apoyos son diferentes a las becas que regularmente ofrece Idartes, ya que “lo único que hay que hacer es enviar el evento, que lo aprueben y se hace un contrato”. Para las becas los requerimientos son mucho mayores al igual que para los apoyos.

Aunque el apoyo está, Sepúlveda enfatiza en que “nunca será suficiente para la crisis, ningún apoyo es suficiente en este momento porque es una crisis sostenida”, y agrega que el mercado de las librerías es muy frágil, ya que se basa en la compra del día a día. El camino es adaptarse, y las ventas a domicilio han sido una de las únicas opciones además de organizar eventos de visibilidad, como Noviembre independiente o el festival del libro infantil y juvenil en Octubre.

Las aparición de las bibliotecas y las librerías remontan a Mesopotamia y al antiguo Egipto, pasando por las bibliotecas públicas que iniciaría Augusto en Roma, hasta las bibliotecas en los monasterios en el siglo XV. Por allí pasaban los comerciantes de pergaminos o tablillas, los cuales pueden identificarse como los primeros libreros. Fue en el siglo XVII, con una burguesía consolidada y una imprenta a tope, que se formaron las librerías como las conocemos hoy en día, cuenta de eso es la librería Bertrand en Portugal, abierta desde 1732.

En un país donde según la última encuesta nacional de lectura (2018) realizada por el DANE, los colombianos leemos 5 libros al año, apoyar a las librerías resulta más que un deber. Además las estadísticas del libro en Colombia, realizadas por la CCL revelan que la venta de libros genera $763.000 millones de pesos al año, y las librerías se encargan del 34% de ese valor, mucho más que las bibliotecas, ferias o tiendas en línea.

Aunque Septiembre literario tiene como objetivo ayudar a las librerías pequeñas, algunas como el Fondo de Cultura Económica (FCE), también participan. Su equipo de comunicaciones comenta que “se realiza una alianza, el FCE no recibe aportes de ninguna institución ya que es una entidad privada, lo que se hacen son actividades en pro de promover la cultura y la democratización del conocimiento, actividades en conjunto”.

Muchas de las librerías pequeñas e independientes no tienen conocimiento o acceso a participar en el evento, algunas como “El Dinosaurio” ubicada en el barrio Galerías o “Merlín” en el centro de la ciudad, no fueron enteradas del evento este año y además no han recibido ningún incentivo por parte de Idartes o de la Secretaría Distrital de Cultura.

Para el consejero distrital de literatura, Carlos Almeyda, este evento no solo representa la visibilización de las librerías, su principal función, desde su creación en 2014, es unir pequeños festivales que se realizaban durante el mes, y juntarlos “para ofrecer una oferta cultural y literaria más amplia, que llegara a públicos más diversos”.

Almeyda informa que no se llevan los registros de los asistentes a los streaming de los más de 30 eventos del mes, pero afirma que “es evidente la disminución de personas por medio de la virtualidad, antes teníamos la facilidad de atrapar transeúntes despistados o curiosos, pero digitalmente es muy difícil”.

La información para participar se les da a voceros de la ACLI, de la CCL y a los demás consejeros distritales, para que compartan y difundan los apoyos que el distrito tiene para las librerías, pero no siempre se logra contactar con todas. Además ya hay algunas que tienen previo conocimiento y se apresuran en enviar su evento y así participar, disminuyendo el alcance de la propuesta y favoreciendo a unos pocos.

Septiembre literario terminó con un conversatorio sobre danza y literatura realizado en uno de los escenarios de Idartes al cual según el contador de espectadores en vivo, asistieron 70 personas, celebrando los cien años del escritor colombiano Manuel Zapata Olivella.

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