Amor y odio: la relación entre las personas y su organización

Daniela Blank
culturagrow
6 min readFeb 14, 2023

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Hoy en el Día del Amor y la Amistad es un buen momento para preguntarnos: ¿la relación entre colaborador/a-empresa es similar a una relación de pareja? La respuesta es sí y más de lo que pensamos.

Como toda relación, el vínculo entre persona-organización tiene picos de intensidad, deterioros, etapas de conocimiento y también como toda relación, requiere de cuidados.

Según Dan Ariely, en su libro Irracionalmente Predecible, existen dos tipos de relaciones humanas: las transaccionales y las sociales. Las “transaccionales” son aquellas que entras en relaciones comerciales y las condiciones generalmente están más claras- vas a un restaurante, esperas que te atiendan y te sirvan de comer y ellos esperan que pagues por tu comida. Si te tratan muy bien dejas mejor propina que si te tratan mal. En cambio las relaciones sociales son aquellas que tienes con amigos y familiares en donde la línea de reciprocidad es más borrosa.

Tú no le pagas a tu mamá por la comida que prepara en su casa, o si un amigo te hace un favor él no está esperando a que le des una propina, pero quizás sí que le invites una cerveza. La línea es más ambigua.

¿Y las relaciones laborales? Justo tienen ingredientes de las dos. Definitivamente es una relación transaccional, donde una persona le paga a otra por ciertas actividades. Pero como pasamos tanto tiempo en nuestros trabajos de repente se presta a que te pidan favores, o quieran ver un mayor compromiso de ti de lo que tu estás dispuesto a dar por lo que te pagan.

Así que las líneas también se hacen ambiguas en las relaciones del trabajo, y en este día del amor queremos ayudarte a identificar cuál es tu relación con tu trabajo hoy.

Etapas de amor (y desamor)

Atracción/Reclutamiento: el cortejo

Como en la fase de cortejo (“ligue”), durante el reclutamiento existe una necesidad por impresionar al “otro” con nuestros encantos. Por un lado, la organización intentará crear una vacante atractiva (en lo profesional, personal y económico) que atraiga a las y los mejores candidatos.

Por otra parte, el/la candidata tratará de convencer a la organización que tiene las capacidades necesarias para satisfacer las necesidades de la empresa:

Un buen CV, una presentación impecable y porque no decirlo, una que otra mentira “piadosa” para lograr el objetivo.

En esta etapa todo es lucimiento, exageración y un poco de adulación… ¿No es verdad?

Onboarding: nos conocemos

Las primeras citas con alguien por lo regular tienen el objetivo de conocernos. Durante el onboarding las organizaciones tratan de comunicar las expectativas del puesto, políticas, valores, visión y objetivos de la empresa, una especie de primera cita para poner “las cartas claras sobre la mesa”.

Como en las relaciones de pareja, esta etapa es vital para que la relación avance. De acuerdo con un estudio realizado por la consultora Aberdeen Group el proceso de inducción es vital para tener una relación sana:

  • 66% de las empresas con programas ‘onboarding’ obtuvo una mayor tasa de asimilación exitosa de nuevas contrataciones en la cultura de la empresa”.
  • “262% tuvo las más altas proporciones de tiempo en la productividad”.
  • 54% reportó un mayor compromiso de los empleados”.

La realidad es que una pareja nunca deja de conocerse y lo mismo pasa con la relación laboral, es indispensable que las empresas tengan programas de onboarding continuos. Desgraciadamente, sólo el 15% continúa con programas de inducción después de los primeros tres meses (Aberdeen Group).

Desarrollo: la relación avanza

A estas alturas hemos dejado atrás las superficialidades, hemos conocido las cualidades de la empresa (y en el mejor de los casos nos hemos enamorado de ellas), sin embargo, en esta etapa también conocemos los defectos de la organización. Aceptémoslo, así como no existe el/la novio/a perfecto/a, tampoco existe la empresa perfecta.

A estas alturas ya todes estamos familiarizados con el término “relación tóxica”, en la relación laboral existe su equivalente a la que denominamos “cultura tóxica” y es muy importante saber identificar los pequeños/grandes síntomas durante esta fase.

Esperamos que no estés ahí pero si te interesa este tema y quieres conocer más, te dejo estos artículos:

“5 acciones para prevenir y eliminar la cultura tóxica en tu empresa”.

“5 costos de una cultura laboral tóxica”.

Retención de talento: ¿me voy o me quedo?

Hoy en día las personas ven tantas opciones de lo que pueden ser y hacer que las nuevas generaciones no duran igual en sus trabajos que antes. No es una gran aspiración para un joven de 22 años permanecer en las empresas 20 años como vieron a sus padres hacerlo. Después de un par de años por lo regular ven dos opciones: nos vamos o nos quedamos.

¿Podemos hacer algo para que dure más la relación? ¿Queremos hacerlo? Definitivamente a las empresas les conviene bajar su rotación y mantener el “know how” dentro. ¿qué pueden hacer?

Un estudio muy interesante de las empresas Social Cast y Gallup (a través de un artículo de Kenjo), reveló que la motivación es vital para que las relaciones sean duraderas:

  1. “El 69% de los empleados manifiesta que trabajaría más si sintiera que sus esfuerzos son valorados”.
  2. “En los equipos más motivados también se encuentran tasas de absentismo un 41% menores”.
  3. “La rotación de empleados también es un 59% menor en equipos motivados”.

En esta fase de la relación (laboral y personal) experimentamos un deterioro, el enamoramiento ha caducado, las sorpresas son cada vez más esporádicas y la rutina puede ser un enemigo muy grande.

Para las organizaciones es muy importante crear una estrategia de motivación para retener a aquellas personas que valen la pena.

Desvinculación: el “rompimiento”

Como en las relaciones de pareja, en los vínculos laborales las rupturas son naturales, cíclicas y en muchos casos necesarias… no hay qué espantarse.

Sin embargo, hay de rompimientos a rompimientos. ¿Ustedes son amigo/as de algún/a “ex”? Para las empresas es importante terminar los “noviazgos profesionales” de la mejor forma, esta estrategia se le denomina “marca empleadora”.

Una persona que sale en los mejores términos de la organización tiene el potencial de convertirse en un embajador/a de la marca e incluso ayudar a desarrollar un proceso de reclutamiento más eficaz. ¡El ciclo de la relación se cierra!

No terminaremos esta nota de amor o desamor de manera triste, nos gustan los finales felices, por esto queremos darte algunas herramientas para evitar el rompimiento y el desencanto con el trabajo.

Habilidades Esenciales: un arma para mantener el amor

¿Han escuchado el término revivir la llama del amor? ¿O qué tal renovar los votos? Para la relación empresa/organización es esencial el mantenimiento y cuidado constante. En este sentido, el desarrollo de las habilidades esenciales (soft skills) es una estrategia vital para lograrlo.

  1. Invierte en tu equipo:

Uno de los grandes motivadores es mantenernos en un espacio donde sigamos aprendiendo. Invierte en desarrollar sus habilidades esenciales.

¿Por qué? Desarrollar estas habilidades le permite a las personas de la organización vincular su vida profesional con su vida social y su crecimiento personal:

  • Ser creativo/as.
  • Tener mejor comunicación.
  • Aprender a lidiar con sus emociones.
  • Ser colaborativo/a.

Conocerse a sí mismo. Una relación es cuestión de dos, pero también es importante tener un desarrollo personal dentro de este camino.

2. Construye una relación abierta y transparente:

Somos todos adultos y podemos hablar con transparencia. Si mantenemos una relación abierta y transparente acerca de las expectativas que tiene la persona sobre su carrera, lo que quiere ganar y aprender, podremos saber qué ofrecerle. Igualmente desde el lado organizacional, puedes dejar expectativas más claras sobre su rol en el crecimiento y futuro de la organización.

3. Aprecia su trabajo y esfuerzo

Dar feedback de apreciación donde las personas se sientan reconocidas por su trabajo, su resultados y sus esfuerzos puede tener grandes repercusiones en la felicidad de la persona en la organización. Así como en las relaciones de amor, las palabras tienen un efecto muy poderoso, saber usarlas puede revivir el amor diariamente.

Keep growing.

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Daniela Blank
culturagrow

Me apasiona la humanidad y la complejidad de nuestras historias. En GROW acompañamos a diseñar la cultura de las empresas para crear organizaciones humanizadas