La comunicación personalizada es el signo de nuestro tiempo

Cada vez más nos bastamos a nosotros mismos para informarnos, educarnos y deleitarnos en internet, mientras relegamos a los ‘mass media’

Anselmo Lucio
Custom Communication
4 min readJan 9, 2015

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El ‘selfie’ de Obama con los primeros ministros de Dinamarca y Reino Unido en el funeral de Nelson Mandela (Foto: Roberto Schmidt/AFP/Getty Images)

He titulado esta colección ‘Comunicación personalizada’ (Custom Communication en inglés) porque es un fenómeno que caracteriza este comienzo del siglo XXI con total claridad: poco a poco nos hemos acostumbrado a caminar por la calle con la mirada fija en la minúscula pantalla del teléfono móvil o a leer los titulares de las noticias por la mañana en Twitter o cualquier aplicación que reúna varias fuentes informativas.

¿Esto acabará con los medios de comunicación de masas, unidireccionales, impresos o los canales de radio y televisión? No, en la medida que estos periódicos, emisoras de radio y televisiones sepan adaptarse a las nuevas tecnologías. En caso contrario, sin duda, perecerán como ya han desaparecido muchas publicaciones de todo tipo.

¿Dónde está la diferencia con la comunicación social de hace solo veinte años? En el público: antes éramos consumidores de prensa o teleespectadores; ahora seguimos siéndolo, pero también nos hemos convertido en pequeños editores que publicamos nuestras cositas en Facebook, tuiteamos, compartimos constantemente fotos y muchos hasta mantenemos un blog. La diferencia está en que ahora dedicamos menos tiempo a los medios de comunicación tradicionales y más a comunicarnos entre nosotros; sí, es verdad, la mayoría de las veces compartiendo enlaces o fotos de medios tradicionales, pero también intercambiando mensajes originales, entradas de blogs, canciones, ebooks, etcétera.

Ya tenemos a Google, Yahoo, Instagram, Flickr, Wikipedia, WordPress, YouTube y cientos de sitios más que son fuente y destino de muchas actividades nuestras. Tan nuestras que ninguno nos comunicamos con los mismos actores ni de la misma manera: a unos les gusta más Facebook y a otros Twitter; unos prefieren compartir películas con eMule y otros se las descargan directamente (gratis o pagando, depende de las webs); unos usan Skype y otros los Hangouts de Google+; hay quien no lee periódicos ni en la web y quien los lee en varias pantallas y en papel…

Ahora dedicamos menos tiempo a los medios de comunicación y más a comunicarnos entre nosotros

En definitiva, los antiguos compradores de ejemplares del periódico, los llamados público o audiencias, somos ahora clientes pero también competidores de los grandes medios a la hora de atraer nuestra atención. Cada vez más nos bastamos a nosotros mismos para informarnos, educarnos y deleitarnos con la red, unos servicios que también nos ofrecen los mass media, pero ahora en abierta competencia con internet.

Para el sector publicitario, internet ha sido como ponerse el abrigo del revés, un cambio copernicano. Pasar de anunciarse indiscriminadamente ante multitudes a tener que llamar a la puerta de cada potencial destinatario del mensaje publicitario, con el agravante de que todos tenemos muchas puertas de recepción en la era digital: televisión, radio, teléfono fijo, teléfono móvil, tableta, transporte público, vía pública, ordenador, tiendas, cines, lugares de ocio, de vacaciones, revistas, periódicos, lectores de ebooks… Afortunadamente, los publicitarios son muy profesionales y ya saben cómo llegar a donde quiera que nos encontremos, comenzando por su gran maestro Google.

Preparados para recibir el alumbrado de la Feria de Sevilla 2014 (Foto: José Manuel Velasco/Fábulas de Comunicación)

Por otra parte, tanta personalización despierta la inquietud de a ver si las redes sociales, los gigantes tecnológicos sobre los que depositamos nuestra confianza, no se están enterando de demasiados detalles de nuestra vida privada. Los nuevos medios y las nuevas herramientas deberían dar paso a nuevos derechos para sus usuarios o a los derechos de siempre pero adaptados a la tecnología.

La tecnología nos hace más protagonistas de nuestras vidas, podemos vernos en el vídeo resumen del año de Facebook y repasar en cualquier momento nuestra cronología de Tumblr o Medium y decir: esto es lo que he aprendido, publicado, compartido y conversado, y estas causas he defendido. Antes lo hacíamos igual, pero no quedaba tanta constancia en tantos sitios como ahora. Ni se podía buscar en Google. Es mejor que antes pero deberíamos tomar precauciones, ahora que sabemos a qué atenernos.

Éste es el nuevo escenario:

  • Comunicación personalizada, vía infinidad de dispositivos fijos y sobre todo móviles, en superposición con el viejo ecosistema mediático.
  • Problemas nuevos: alfabetización digital, privacidad, delincuencia en la red, vigilancia masiva por gobiernos y compañías, spam, brecha digital, etcétera.
  • Nuevas soluciones: open journalism, neutralidad de la red, encriptación…

De estos tres puntos y más podemos escribir en esta colección. Iré invitando a aquellos y aquellas que sepa o intuya que pueden aportar buenas ideas o reflexiones. Lo hago sin compromiso por su parte, con el único fin del conocimiento y el debate sobre la forma que está cambiando la tecnología e internet nuestra vida cotidiana.

Gracias por tu atención.

Foto: José Manuel Velasco/Fábulas de Comunicación

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