Quieren convertir Twitter en otro Facebook

Anselmo Lucio
Custom Communication
3 min readJan 25, 2016
Trayectoria de la cotización de Twitter desde su salida a bolsa (Gráfico: Bolsa de Nueva York)

Twitter está siendo objeto de noticias más bien sombrías desde que su capital salió a cotizar en bolsa en noviembre de 2013. La empresa es un éxito como medio de comunicación y red social al mismo tiempo, pero los números no han cuadrado nunca: sus pérdidas netas ascendían a 131,7 millones de dólares en el tercer trimestre de 2015.

Pese a que cuenta con más de 300 millones de usuarios, su crecimiento es muy lento en comparación con Facebook, Google+, WhatsApp o Instagram y, en consecuencia, los inversores que tan ávidamente compraron acciones de Twitter en los primeros meses de 2014 a precios desorbitados (los títulos salieron a 26 dólares en 2013, pero enseguida superaron los 40, 50 y 60 dólares, mientras que en enero de 2016 han caído hasta los 17 dólares) pronto se vieron defraudados en sus expectativas.

Las presiones de los inversores a los directivos de Twitter para transformar la compañía en una máquina de hacer dinero al estilo de Facebook forzaron la dimisión del consejero delegado, Dick Costolo, en junio de 2015 y su sustitución en octubre pasado por Jack Dorsey, uno de los tres cofundadores de Twitter.

Jack Dorsey, CEO de Twitter (Foto: Mike Blake/Reuters)

Las intenciones declaradas de Dorsey son que Twitter se convierta «en la primera cosa que cualquier persona consulte en el mundo para comenzar el día y lo primero que coja la gente cuando quiera compartir ideas, comentarios o simplemente saber lo que está pasando».

En mi caso personal, Twitter ya es eso: es mi principal vía de información de la actualidad y el canal preferido para expresarme y compartir todo tipo de contenidos míos y ajenos. Sin embargo, parece que eso no es suficiente para contentar a los inversores.

En su esfuerzo por ampliar el número de usuarios Twitter sustituyó hace bastante tiempo su pregunta de la caja del mensaje de «¿Qué estás haciendo?» por la actual de «¿Qué está pasando?», mientras que WhatsApp e Instagram (empresas que acabaron siendo adquiridas por Facebook) subían como la espuma en usuarios.

El atractivo de Twitter es su gran versatilidad y capacidad de personalización, de adaptación a los gustos de cada usuario; además de su perfecta adaptación a los dispositivos móviles. Twitter ya está inventado y si Dorsey lo quiere cambiar en otra cosa para hacerlo rentable vendrán otros y volverán a preguntar «¿Qué estás haciendo?» en un nuevo medio social.

El augurio de Joichi Ito, director del MIT Medialab, en 2011: «Twitter seguirá siendo el chico bueno hasta que salga a bolsa»

Podría ser que el problema no sea Twitter sino que el problema consista en que es una compañía cotizada en bolsa, con la necesidad de arrojar dividendos trimestralmente como si fuera una vaca que se ordeña todos los días.

Como dijo Joichi Ito, director del MIT Medialab y miembro del consejo asesor de Twitter, en una entrevista en julio de 2011, «Twitter pretende amplificar el mensaje de cada persona en el mundo». Sin embargo, eso no se parece mucho a lo que propone Facebook o a lo que Twitter te pregunta ahora: «¿Qué está pasando?».

¿Por qué este sutil cambio? Tal vez la respuesta esté en las palabras proféticas de Ito en «Twitter sigue siendo considerada parte de los chicos buenos y lo seguirá siendo hasta que salga a bolsa». Entonces, la red de microblogging aún no estaba en el dilema de tener que elegir entre la rentabilidad y su objetivo natural: «Ha empezado una nueva etapa en su gestión más centrada en el dinero pero aún tiene mucho margen», señaló el profesor japonés, para quien todavía quedaban al menos cinco o seis años de libertad e independencia para la plataforma.

Pero ese plazo ya está a punto a consumirse. ¿Acabarán los dueños del dinero con Twitter tal y como lo conocemos? ¿Lo convertirán en otro Facebook para móviles? ¿Contaminarán aún más nuestras cronologías con contenidos patrocinados, inducidos o previamente filtrados? Todo indica que sí, lamentablemente.

Originally published at anselmolucio.wordpress.com on January 25, 2016.

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