Station Eleven: ¿puede ayudarnos un apocalipsis a reencontrarnos con las relaciones humanas?

Daniela Castro
Daniela Castro
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3 min readJan 25, 2022

Si nos dejamos llevar por la sinopsis de la serie, podría parecer que es una más del montón, que nos habla del covid y la pandemia. Nada más lejano. Aunque el contexto de la historia de Station Eleven sea el de una gripe mortal que en cuestión de horas mata a casi toda la humanidad, lejos está de ser un ensayo barato sobre la crisis que estamos atravesando actualmente.

“Station Eleven’’ está basada en la novela de la escritora canadiense Emily St. John Mandel publicada en 2014. La historia sigue a un grupo de sobrevivientes quienes intentan llevar adelante sus vidas en un mundo nuevo donde algunos hacen lo posible para mantener viva la llama de la vida pre apocalíptica y otros disfrutan de las nuevas formas de vida postapocalíptica.

En el fondo, lo que busca cada uno de los personajes es hacer algo significativo de sus vidas. “No quiero vivir la vida equivocada y luego morir”, es la frase que mejor resume la esencia de la serie. Cada uno de los protagonistas de esta historia conlleva traumas que los hacen moverse y actuar en sintonía con esto.

Otro de los puntos fuertes que toca la serie es el lazo afectivo como sinónimo o sensación de hogar. Las historias se cruzan, se bifurcan y se vuelven a enlazar y todo lo que conllevan, lo que transmiten, lo que generan es esa necesidad del ser humano de vivir en comunidad, de estar cerca de un otro, que lo ayude, que lo complemente. El hogar no es un lugar físico, el hogar está en el otro. Y si logramos mantenernos cerca, hay esperanza.

En cuanto a la narrativa me fascina el contraste que se da entre ambos mundos. Siempre que vemos las historias, antes de la gripe mortal notamos escenarios y luces más oscuras, hay como una intensidad muy densa mezclada con una sensación de tensión e incertidumbre constante, propia de los acontecimientos. Pero cuando nos adentramos en el nuevo mundo, abunda la claridad, el verde, las tonalidades más luminosas. Ni hablar de los vestuarios que son tan innovadores como objetos puedan encontrar en el camino.

Me gustó muchísimo los recursos que utilizaron para contarla, cada capítulo es un viaje diferente, en distintas líneas temporales, que nos adentra aún más en los detalles personales de cada personaje y de la historia en general.

Realmente es una serie que no se pueden perder. La encuentran en HBO MAX.

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