AntiVictimismo- Un enemigo que valga la pena

Me llamó la atención este meme al dar un paseo por Facebook. ¡Qué victimismo! Es verdad que nacer en una cultura tanto nacional como familiar, la que sea, implica que seremos “marcados” de muchas maneras inevitables. A veces de manera nefasta y abrumadora.

Pero este es el escenario y el contexto para nuestra aventura interior, para la búsqueda de nuestro verdadero ser, de nuestro verdadero querer, nuestro llamado, nuestro Dharma.

Ya dijo el gran escritor Tolstoi que las familias felices no tenían historia, esto es, no tienen un gran desafío que les permita entrar al reino de la aventura. Como diría el viejo chamán Don Juan en los estupendos libros de Carlos Castaneda, no tienen un “enemigo que valga la pena”.

Es tan importante la presencia de un “enemigo que valga la pena” en nuestras vidas para forjar la fuerza de voluntad, de enfoque, el músculo para el desarrollo interior que, a propósito, estos chamanes les buscaban uno a sus aprendices. Sin ese enemigo no hay como entrar en un camino espiritual. Y ese camino espiritual no es otro que el de desarrollar nuestro potencial y lo que hondamente nos importa.

Es ante la dificultad, ante el borde del abismo que nuestras decisiones y nuestras acciones cobran el peso y la fuerza necesarias para crear una vida que valga la pena, expansiva, de alto valor anecdótico.

Las marcas, heridas e identidades ficticias que te dejaron tus padres y sociedad pueden ser tu “enemigo que valga la pena” al que deberás vencer y pese al cual vas a forjar tu alma. Esto, si realmente te interesa la vida, tu vida.