Cbba 6 de Jun

Un sentido trascendente, el más poderoso inmunizador

Más allá del sistema inmunológico

Daniel MacLean
Published in
3 min readJun 12, 2020

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Lo que me apronto a compartir con ustedes no es new age mis cuarentenead@s amig@s. Es pura realidad dura y seca. No existe un inmunizador más poderoso contra cualquiera cosa que nos lance el destino que el espíritu, la psique, el alma, la mente, la intención férrea de vivir que saca fuerza de un sentido, un propósito mayor. Una causa que valga la pena.

Esperen, no cuelguen, lo que digo está basado en la experiencia de miles de personas que han sobrevivido las circunstancias más inimaginablemente extremas, física y emocionalmente. Sin echinacea, sin jaela real, sin kombucha ni vitamina C. Sin abrigo en la invernal nieve, abusados, torturados, humillados física y psicológicamente cada día, trabajos forzosos casi sin comida ni descanso. Sus cuerpos piel y huesos.
Si, si, hablo de supervivientes de campos de concentración nazi y otros varios. Y me baso ahora específicamente en la experiencia biográfica del gran psiquiatra Victor Frankl, cuyo libro El Hombre en Busca de Sentido es indispensable para la vida y más para este nuevo tiempo de grandes desafíos y transformaciones que se nos vienen por delante.

En esos campos te veían con un pequeño malestar o a media fuerza, un resfriadito y al horno de gas, sin más. No se podían dar el lujo de tener una indisposición, un flaqueo. Firmes, juveniles, prestos a cualquier tarea. Solo así pasaban desapercibidos para el horno.

Así, los que sobrevivieron lo hicieron sin enfermarse ni UNA vez. No de una manera que pudiera ser notada al menos. Si algo tuvieron fue muy leve.

¿Cual entonces fue la clave de una salud sencillamente incomprensible para cualquier paradigma médico actual? Algunos supervivientes fueron usados para experimentos médicos con tóxicos que podrían matar a un dinosaurio. ¿Entonces qué?

Primero que nada le damos lugar a los misterios del destino, que nunca deja de sorprendernos. Hay una dimensión donde se juega otro orden de cosas.

Después viene lo que puse al inicio del artículo. ¿Me has seguido hasta aquí querid@ lector@ pese a ponerlo tan así de pronto, sin foreplay digamos?

El mentado Victor Frankl ha fundado toda una escuela en psicología basada en lo que él, sobreviviente física y mentalmente al holocausto, piensa es el ingrediente clave: Un propósito. Una misión(incluso escribir un libro) Deberse a alguien que se ama. Un sentido trascendente. O sea, que vaya más allá de los propios intereses. Esa la letra chica. Un propósito de ganancia propia, curiosamente, simplemente no produce la fuerza ni los químicos necesarios en el cuerpo y seguro las energías necesarias en el alma para salir triunfantes de algo tan infernal.

Este post es una reflexión. Es para reflexionar. Uno no puede tomarse 500g de propósito trascendente con fines a no agarrarse el corona.

Es algo profundo y requiere trabajo. Compromiso, esfuerzo. Es el camino estrecho. Algunos son arrastrados desde niños en una corriente imparable de un proyecto vital. Otros tenemos que cultivarlo, buscarlo, tenderlo.

Me da la impresión que como humanidad hemos entrado a una fase donde esto no será ya materia optativa. La parte “trascendente” en propósito/sentido trascendente quiere decir que la apertura y aceptación del otro, los otros (todos, incluyendo a la naturaleza) serán asunto de vida o muerte.

Stay tuned.

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