Trabajo Tech bajo la Pandemia: Limpiadora y Copropietaria de Apps

Una serie colaborativa de entrevistas por Tech Workers Coalition y Data & Society

Data & Society
Data & Society: Points
9 min readMar 31, 2021

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En este artículo, Ana Ulin de Tech Workers Coalition entrevista a Marve Romero. Marve es una mujer Latina que disfruta del trabajo en comunidad. Es miembra de la Cooperativa East Harlem Cleaning, la cual pertenece a la membresía de Up & Go, que es también una cooperativa. Durante Covid, participa en talleres, reuniones y entrenamientos vía internet. Marve y sus compañerxs expandieron sus servicios y su membresía — y aparecieron en el New York Times. Busca siempre desarrollar su espíritu cooperativista. To read this post in English, click here.

En esta serie de entrevistas, Tech Workers Coalition y Data & Society hablan con cuatro trabajadores en el sector de tecnología acerca de cómo su trabajo ha cambiado durante la pandemia y de los modelos de solidaridad en los que se han apoyado.

“Todo esto nos ha enseñado que podemos aspirar a una calidad de vida diferente, y a poder vivir de una manera diferente” — Marve Romero

Ana Ulin: Cuénteme sobre usted. ¿De dónde es? ¿A qué se dedicaba usted antes de Up & Go?

Marve Romero: Mi nombre es María Verónica Romero Hernández, “Marve”. Tengo 48 años, y 14 años viviendo en Nueva York. Soy de México, nací en Veracruz, pero crecí en la Ciudad de México y después en el estado de México. En México yo era vendedora de calzado por catálogo.

Vine a California en el 95, donde nació mi hijo. Después de dos años me lo llevé a México, para estar con mi familia. No pensé que iba a volver a los E.E.U.U., pero la situación en México es más dura. Los E.E.U.U. me ofrecía un horario de trabajo más flexible, y mi ex marido tenía familia en Nueva York. Necesitábamos dinero, así que empecé a trabajar en una lavandería, a pesar de que mi marido quería que me dedicara al niño.

Ana Ulin: ¿Cómo empezó a trabajar con Up & Go?

Marve Romero: A los siete meses de haber llegado aquí, yo sufría violencia psicológica. En México sería nada, a la abuela le daban golpes, a ti no te dan golpes, aguántate. Mi ex marido estaba enojado porque empecé a trabajar en la lavandería, part-time. Él me vigilaba. Y un día él me dijo que me tenía que ir, y tuve que salir de la casa.

Yo tengo un hermano aquí, y él me apoyó. Estuve viviendo con mi hijo 8 años en un basement. En la corte yo fui a pedir la custodia, pero me decían que la violencia psicológica era difícil de comprobar, entonces me quedé quieta.

Trabajé en la oficina de un abogado. El abogado me preguntó por mi situación y le expliqué: yo vine de México, mi hijo nació aquí. Empezó a revisar mi caso, me dijo que yo había sufrido violencia doméstica. Fuimos a corte, me ayudó con los trámites.

Más tarde, en un evento de danza, conocí a las promotoras de VIP, una organización para la prevención de la violencia doméstica. Les llamé y me ayudaron.

Después de que terminé mi tiempo en VIP, nos dijeron que iba a haber una reunión informativa para formar parte de una cooperativa. Nos enseñaron cómo hacer los trámites y dar de alta una cooperativa, East Harlem Cleaning, con la que nos hicimos de la franquicia Brightly, que es una red de cooperativas de limpieza. Como cooperativa Brightly entramos a formar parte de Up & Go, tras un tiempo de aprobación con Up & Go. Entramos a Up & Go cuando eran tres cooperativas.

Ana Ulin: Cuénteme sobre la estructura de Up & Go.

Marve Romero: Es una cooperativa de cooperativas de limpieza. La base somos los miembros. En nuestra cooperativa somos 12. Tomamos decisiones y formamos políticas.

Up & Go tienen estructurado todo tecnológicamente, es un app. Ellos trabajan con otras cooperativas, que es uno de los siete principios del cooperativismo.

Cada cooperativa manda dos representantes, y tiene su política de escoger a representantes para Up & Go. Cada tres semanas tenemos reuniones de membresía de Up & Go. Hay una junta directiva, que son tres representantes de tres cooperativas, y dos personas externas.

Tenemos el apoyo de CFL, el Centro de la Vida Familiar. Nos apoyan con la tecnología, con el márketing, con los fondos y también con el lugar donde podemos reunirnos.

Ana Ulin: Usted mencionó que es parte de Brightly, que a su vez pertenece a Up & Go. ¿Cómo funciona Brightly?

Marve Romero: Brightly es una franquicia. Tiene su marca, y un estándar de calidad de servicios. Y también es una cooperativa.

Tenemos representantes que se reúnen para poder desarrollar cambios. A veces se necesita una votación para tomar una decisión. Cada cooperativa elige a sus representantes, de acuerdo muchas veces a la disponibilidad.

Ana Ulin: Son ustedes no sólo trabajadoras-dueñas, sino también empresarias, han fundado una empresa todas juntas. Eso requiere muy buenas relaciones personales, y mucha confianza. ¿Cómo crearon esas relaciones?

Marve Romero: Con el apoyo de CFL, que son desarrolladores de cooperativas. Nos conocimos en un retiro de fin de semana.

Llegas a un lugar con gente desconocida, con una idea de que es un negocio donde tú vas a ser dueña y trabajadora a la vez, pero nada más. Nos empezamos a conocer, a nuestras compañeras y a nosotras mismas.

Hay hombres también en todo este desarrollo, pero hay muchas mujeres, que es algo muy positivo para nosotras, para decir, Ok, nos sentimos cómodas, y podemos hacerlo.

Hemos tenido momentos, donde yo dije, ya no puedo más, es muy largo, ¿cuándo vamos a empezar a trabajar? Ahora me doy cuenta de todo lo que hemos caminado y todo lo que hemos aprendido.

Es como ir a la escuela. Nos ha abierto a cosas diferentes, a conocernos a nosotras mismas, a saber de relaciones personales, de tecnología, de márketing, de contabilidad, de muchas cosas de las que no sabíamos nada como empleados.

Eso ha sido también un reto, cambiarnos ese chip. Eres empleada, pero también eres dueña y tienes en tus manos el poder de decidir.

Y nos seguimos conociendo. A pesar de que nos queremos mucho, las que estamos actualmente hemos resistido, porque es también una resistencia.

Hemos aprendido de nuestras guías, de las mujeres que nos han estado enseñando, y de mis compañeros.

No se trataba de que alguien ganara, se trata de que aprendamos, de que podamos encajar. Nos saca de nuestra zona de confort. Aquí es cambiarnos la mentalidad y decir que tú tienes el control de esto, pero también tienes esta responsabilidad.

Es algo que siempre deseé, porque antes yo pensaba en hacer una compañía de limpieza. Pero ahora lo sé, no es sólo, vamos a juntarnos y vamos. Si no tenemos una estructura, una política, una manera de llevar las cosas, se va a disolver fácilmente, porque no tenemos las herramientas.

Yo creo que el universo me puso donde yo desee estar.

Ana Ulin: ¿Cómo es trabajar para Up & Go, comparado con el trabajo que hacía antes?

Marve Romero: Es un salario más justo. A veces no te quieren pagar porque dicen, hay otra persona que me cobra menos. Tienes que bajarte el precio. Hay mucho abuso y mucho robo de salario. Trabajar en Up & Go es una seguridad de que se trabaja con lo justo.

Por tu cuenta, consigues un cliente y vas a limpiar su casa por un año y de repente te dice me voy a mudar la siguiente semana y te quedas sin nada. Hay veces que tenía mucho trabajo y a veces llegué a no tener nada. La diferencia de trabajar en Up & Go es que estamos haciendo márketing, buscando la promoción, la publicidad.

Si un cliente, cuando trabajaba por mi cuenta, cancelaba de la noche a la mañana, no tenía nada que me pudiera apoyar. En Up & Go hay políticas para ellos, y hay políticas para nosotros. Si usted me cancela dentro de tantas horas va a tener que pagar un porcentaje. Encontramos en Up & Go los derechos como trabajadoras, que muchas veces creemos que por ser trabajadoras domésticas no los tenemos.

Trabajar en Up & Go me da la ventaja de poder trabajar en el tiempo que yo puedo. Yo creo que por eso ha funcionado con mis compañeras, porque la mayoría tienen niños y ellas pueden amoldar el trabajo a su tiempo.

Ana Ulin: ¿Cómo afectó la pandemia su trabajo? ¿Tuvieron que cambiar alguna política? ¿Afectó su sentido de seguridad?

Marve Romero: La pandemia nos cayó a todos como un balde de agua. Lamentablemente, nuestro servicio de limpieza residencial cayó en lo no esencial. La gente se quedó en su casa y no podíamos ir a limpiar. Se cerró la aplicación tres o cuatro meses. Algunas personas se tuvieron que quedar en casa.

Empezamos a desarrollar la limpieza comercial, que era de primera línea, y no se cerró. También las limpiezas de mudanzas. Y también empezamos a hacer limpieza de desinfección.

Tuvimos que desarrollar una política de seguridad para los clientes y para nosotras. Tienes que ir a un lugar y tienes que ir con tu cubrebocas, con gafas, con ropa especial que te quitas cuando salgas de ahí.

Tomamos tiempo para prepararnos, aprender como hacerlo. Casi todo ha sido por via Zoom, porque ya no nos podemos reunir. Tuvimos que adaptarnos a la videoconferencia, aunque antes todo era presencial.

Incluso la tecnología en la aplicación de Up & Go tuvo que cambiar, para poder mandar mensajes a los clientes diciéndoles que por el Covid no podemos atenderles, esperamos que estén bien, y todo ese tipo de cositas.

Ana Ulin: ¿Si no hubiese tenido la cooperativa, durante tiempos de pandemia, como habrían sido las cosas para usted?

Marve Romero: Por ser una organización cooperativa, miembro de algunas otras organizaciones, hubo fondos. Me da la emoción, porque hay gente que se quedó totalmente varada, y que gracias a pertenecer a una cooperativa, otras organizaciones nos apoyaron. Nos pudieron dar comida, dinero, vouchers para comprar comida.

Todo eso ha sido de gran ayuda. De no haber estado nosotros en la cooperativa, no sé como nos hubiera ido.

Encontramos el apoyo económico, y también el apoyo moral, porque nos reunimos cada 15 días vía Zoom y hablamos y encontramos un espacio donde estar. Los talleres fueron una clave para que nos mantuviéramos ocupadas.

Para las que tienen niños, ha sido doblemente difícil. Atiendes la reunión y la escuelita en la casa. Pero creo que para la mayoría todas coincidimos que ha sido una gran ayuda pertenecer a una cooperativa. En todos los aspectos.

He tenido la fortuna de tener la posibilidad de ver a mis compañeras para hacer un trámite, a distancia, pero vernos. Eso hace nuestros lazos más fuertes, poder haberlas visto a ellas, y poderles decir, no te preocupes, estamos aquí, vamos a salir adelante y hay gente que nos está ayudando.

Ana Ulin: ¿Con el paso del tiempo, han vuelto a empezar a hacer limpiezas residenciales?

Marve Romero: Sí, en julio.

Ana Ulin: Usted ha mencionado antes algunos valores de Up & Go: seguridad, confianza, responsabilidad. Estos valores, ¿les han ayudado durante la pandemia?

Marve Romero: A veces cuando estás en una situación normal pues ves tus principios, pero no se sienten tanto. En la pandemia esos valores se fortalecieron, la confianza, la responsabilidad. Porque empezamos a entender que tenemos una responsabilidad de cuidarte, de seguir las reglas, de desarrollarte y aprender.

Y yo creo que es a nivel general. Hay muchas cosas que no creíamos que iban a pasar nunca, y ahora que ha pasado todo esto, somos más solidarios.

Tuve una experiencia en Thanksgiving, cuando estaban solicitando voluntarios para dar comida. Siempre lo quise hacer, pero es trabar como cooperativista lo que me fortaleció, me empujó a hacerlo. Mandé mensajes a mis compañeras, vengan aquí hoy. Nos ha fortalecido el tener esta red, el decir mira, no te preocupes, puedes hacer esto, puedes hacer lo otro, busca este recurso, busca el otro.

A veces, cuando a una de mis compañeras si de repente no la escuchamos, cualquiera avisa voy a llamar a fulana, para saber como está. Todos lo venimos indirectamente o directamente aprendiendo de esta organización. Nosotros no veníamos a conquistar, sólo queríamos trabajar y sobrevivir. Pero todo esto nos ha enseñado que podemos aspirar a tener otra calidad de vida y a poder vivir de otra manera. Y eso definitivamente es grandioso.

Me emociona todo esto. Lo he vivido con mis compañeras. Es increíble.

Ana Ulin: También son las que lo han creado.

Marve Romero: Sí, exacto.

Marve Romero: ¿Hay alguna otra cosa que quiera mencionar?

MR: El cooperativismo es un mundo aparte. Nos ayuda como seres individuales y como comunidad, a traer a nuestra comunidad mejor calidad de vida, a nuestra familia.

Ahora sabemos que podemos alcanzar unas metas y estandarizar esto de manera que todos salgamos beneficiados, sin tener que estar explotando a otras personas, sin tener que estar soportando humillaciones y cosas que se dan a veces por la necesidad de trabajar.

El mundo cooperativo da para mucho, y seguimos desarrollándonos. Creo que algún día podremos decir que tenemos algo más justo para cada individuo. Ojalá que llegue a todo el mundo.

Esta entrevista fue traducida por Ana Ulin, voluntaria de Tech Workers Coalition. Gracias especiales a Rigoberto Lara Guzmán y Cristina López G. por su apoyo con esta traducción.

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An independent nonprofit research institute that advances public understanding of the social implications of data-centric technologies and automation.