Si, yo quiero más

Estoy enojado. Me molesto el comentario de un compañero. Sé que fue de buena fe, pero me ofendí. Será poca cosa para muchos, pero lo que dijo cobro una fibra sensible: “¿Y de qué te sirvió ser tan inquieto?”.

Me he movido mucho en el último año. No ha sido fácil, pero me he empeñado en una cosa: aprender. Lo tengo claro, para mi es muy importante seguir creciendo.

Fracase mucho este año, me atrevo a decir que el 2019 fue el año en el que más me equivoque. No obstante, también fue el año en el que más cosas nuevas hice. Experimente y me arriesgue. Queme algunos puentes y me dolió muchísimo.

Me canse, me frustre, me sentí incomodo y le caí mal a muchas personas. Me sentí abrumado, derrotado y atrapado. Sin embargo, también fue el año en el que supere miedos, probé mis limites y llegue mucho más lejos de lo que alguna vez pensé que llegaría.

Al final, todo suma. Aprendí que en la vida los intentos son todos los que uno quiera y siempre se puede ser mejor.

Al final, tengo una respuesta para ese compañero: “Me sirvió para demostrarme a mi mismo que los limites siempre te los pones tu mismo, aunque tome tiempo, trabajo y lagrimas”.

Vale la pena intentarlo y si se acaba el sueño, bueno, volvemos a soñar. Hazlo y aprende. Ve, ve por más.