¿Idea o Ejecución?

¡Ambas!

Gonzalo Rodriguez
De Antihéroes Emprendedores
3 min readMay 29, 2020

--

¿Cuántas ideas de negocio tuviste en este último tiempo? ¿Cuántas de todas esas ideas decidiste ejecutar? y ¿Cuántas de esas ideas decidiste tirar a la basura por ver que ya había competencia “haciendo lo mismo”?

Si tenés una personalidad inquieta y observadora, seguramente muchas. Pero te habrás dado cuenta que no es suficiente con esto. Podés tener muchísimas ideas, pero si no te animás a ejecutar siquiera una sola, siempre vas a quedarte del lado de la inacción, viendo cómo otros ejecutan y vos no.

Yo, personalmente, debo hacer un proceso constante de dejar ir ideas para poder enfocarme y dedicarle mi tiempo y energía a lo que estoy ejecutando en ese momento. Ahora mismo, escribiendo esta nota, estoy practicando ese proceso de enfocarme y cada día que pasa defiendo más la afirmación de que el enfocarse es lo único que nos trae resultados.

Hubo un momento en el cual era una máquina de generar ideas y querer ejecutarlas de forma muy desorganizada, así fue como llegué a estar intentando sacar adelante tres emprendimientos al mismo tiempo que trabajaba en relación de dependencia. Digo intentando, porque obviamente no terminaba avanzando con nada. El famoso dicho “El que mucho abarca poco aprieta”

En ese entonces fue cuando empecé a generar cambios importantes en mi vida, uno de ellos fue aprender a soltar “grandes” ideas y emprendimientos. ¡Y adivinen qué! No pasó absolutamente nada. Nadie murió, y me di cuenta que los clientes que tenía no me necesitaban tanto como yo pensaba y que esas “grandes” ideas, no eran tan grandes como creía. No aportaban el valor suficiente, no solucionaban problemas reales. No había tanta gente, como yo suponía, dispuesta a pagar por esos productos o servicios. Esto sucedió porque mi análisis previo para validar si había o no mercado no era consistente, me guiaba por afirmaciones autoreferenciales, o problemas que no eran comunes a un grupo de personas amplio. #aprenderalafuerza

Es muy difícil soltar las ideas, simplemente porque el hecho de tener una nueva idea que creemos “genial”, nos genera una sensación de satisfacción muy grande, pero ¿Qué pasa cuando tenemos que decidir qué hacer con esa idea? La verdad que es mejor quedarnos con la sensación anterior, no?

Ejecutar y pasar a la acción es un paso que pocas personas se animan a dar por todo lo que implica a nivel mental. Ejecutar una idea significa que vas a tener que salir de tu zona de comfort, incomodarte exponiéndote, trabajar muy duro y validar si esa idea realmente es una “gran” idea o no. Pero, lo mejor de esto es que lo podés hacer de forma rápida y con herramientas que están a tu alcance.

La buena noticia es que no hay una fórmula secreta. La diferencia entre las personas que crean propuestas de valor superadoras y supieron llevarlas adelante y aquellas personas que se quedan en el mundo de las ideas, es lo que las primeras deciden hacer desde que se despiertan hasta que se van a dormir. El factor que determina su poder de ejecución es EL FOCO que le ponen a desarrollar y ejecutar esas ideas porque saben que con el simple hecho de pasar a la ejecución, el resultado siempre va a ser positivo y les va a permitir subir de nivel en la escala de su propio desarrollo personal. Sí, está todo conectado con nosotros mismos.

Ahora, ¿Cuántos de nosotros estamos dispuestos a enfocarnos en ejecutar al menos una de todas las ideas que tenemos?

Para poder hacerlo, mi recomendación más importante, desde mi experiencia, sería que no te cases con tu idea, nunca. Trabajá duro para validarla rápido, pero si ves que no se cumple tu hipótesis o no estás seguro, pasá a la siguiente, no tengas miedo de cambiarla, de moldearla, o de abandonarla.

Todas las ideas, hasta las más increíbles, son suceptibles de tener que adaptarse a nuevas realidades.

Me hizo muchísimo sentido dejarte esta afirmación para que reflexiones, pues es la decantación de mi proceso de optimizar mi relación con las ideas: lo que menos nos ayuda en este proceso de emprender es creer que lo que estamos haciendo es especial. Si nos creemos eso, no solo vamos a estar frustrándonos constantemente, si no que tampoco tendremos los resultados que buscamos.

Si estás queriendo emprender y querés saber cómo validar tu idea de negocio contactame a través de mis redes sociales.

--

--