Tu realidad cambió, Qué esperás para cambiar vos también?
Si al momento de leer esta nota creés que tu realidad es la misma que hace solo unos días atrás, tal vez esta story no cumpla con tus expectativas.
Esto es un viaje de ida y corre por tu cuenta, pero antes de seguir voy a presentarme y contarte un poco mi historia.
Mi nombre es Gonzalo, al momento de escribir esta nota tengo 30 años, soy Diseñador Industrial, comparto y potencio mi vida con María Dolores viajando juntos y hace más de 10 años soy un emprendedor en proceso. Digo en proceso porque formo parte del grupo de locos que no para de HACER APRENDIENDO. En mi vocabulario (lamentablemente para mi entorno, por la intensidad que manejo) no existe el “No puedo”. En todo caso, algo puede ser más o menos difícil, cualquiera que sea el problema, siempre va a haber una forma de sacarlo adelante y adaptarse.
Si bien a lo largo de mi infancia y mi adolescencia siempre tuve el espíritu proactivo y emprendedor, no sabría identificar exactamente el momento en el que me definí YO MISMO como emprendedor, ese momento en el que me di cuenta quién era. Si lo tuviera que ubicar cronológicamente podría decir que fue allá por el año 2010 cuando junto con una compañera de la universidad, con quien hoy somos amigos entrañables, comenzamos un proyecto de venta de pañuelos de autor. El nombre de nuestra marca era “Vistiendo Santos”. Fue la primera vez que viví en carne propia lo bueno y lo malo de crear un negocio: el tener que invertir mi propio dinero en generar ventas, intentar negociar con proveedores (sólo tenía 20 años!), caminar por horas las calles de Buenos Aires buscando los mejores precios de telas y decoración para crear los productos, discutir con mi amiga/socia, organizar la producción, vivir el proceso de creación de una marca, de una imagen, cómo mantenerla, hacer costos, definir el mark up, crear una proyección de ingresos y egresos, y lo que nadie dice ni describe nunca: La dificultad de generar esa primera venta. Esto último es algo para lo que no te prepara nadie. No obstante, voy a dejar la historia de Vistiendo Santos para desarrollar en otro momento.
Ahora dirás, ¿Qué tiene que ver esto que me cuenta este pibe con mi realidad?
Es muy simple, ese fue el momento en que MI realidad se modificó y tuve que asumirlo tarde o temprano (Más tarde que temprano, en otra story te voy a explicar por qué). Este primer emprendimiento me mostró el potencial que existía en esa realidad cambiante cuando el que tomaba las decisiones era yo, tanto a nivel profesional y económico como también en lo personal.
Emprender es una montaña rusa hermosa, un viaje de ida que se lleva puesto a tu “yo” anterior, y junto a ese otro “yo” también se pueden ver afectadas otras áreas de tu vida como la familia, amigos, pareja, etc. No tengas dudas de eso. Todo tu contexto puede sufrir cuando decidís que a partir de hoy tu actividad profesional es emprender. Dicho esto, también puedo afirmar que no lo cambio por nada en el mundo.
Hoy la realidad de la mayoría de la población mundial está afectada por una situación que no se puede controlar (COVID-19). La forma de generar riqueza como la conocías se modificó de forma permanente y cada ser humano va a tener que lidiar con la decisión de subirse o no a este cambio de paradigma. Hasta hace unos meses atrás todavía me topaba con personas que renegaban del avance de la tecnología como herramienta para transaccionar y la mutación de los negocios tradicionales en torno a esto último. La adopción de medios de consumo digitales se extendió a rangos de edad más amplios para quedarse y ahora pareciera que es algo normal. El contexto nos dio una cachetada de realismo puro y para los que aún no lo veían, develó hacia donde vamos como sociedad.
Es por todo esto que quiero plantearte la siguiente disyuntiva para que analices: ¿Creés que tenés lo que se necesita para emprender de cero o adaptar tu negocio existente a esta nueva realidad?
Desde mi lugar te puedo decir que nunca me sentí tan alineado con el contexto actual. Siento que dejé de ser un loco discutiendo acerca de cómo nos acercaba la tecnología y cómo había cambiado la forma de consumo tratando de darle luz a una realidad que sentía que veíamos muy pocas personas. Hoy la vemos todos, para bien o para mal está acá y emprender me dio esa capacidad de adaptación para hoy estar bien posicionado y hacerle frente a esta situación que nos impacta a todos.
“En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe”. Eric Hoffer
Mi objetivo abriendo este espacio es ayudarte a transitar este proceso de adaptación, de emprendimiento y aprendizaje contándote casos de éxito y fracaso que tuve, mi historia como emprendedor e historias de la gente con la que me formé y veas que los finales felices en estas áreas no siempre son los que nos muestran. Los finales felices están más cerca nuestro de lo que pensamos y lo más lindo es que los protagonistas son todos seres humanos, como vos y yo, con muchísimos más errores que aciertos, pero que los fueron formando para hoy ser quienes son.
Si te gustó esta nota espero tu comentario y si no te gustó lo espero aún más. Lo importante es ayudarnos y generar debate, conversaciones e hipótesis para seguir creciendo.
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