Inti Llika
Historias de planetas hay muchas pero ninguna como esta que te quiero contar.
Imagina un día en el que en medio de la oscuridad se formó una pista muy particular.
¡Y sí! Hubo una vez en la que el día parecía noche o la noche no parecía terminar, y entonces salieron como magia ocho líneas que formaron una pista de carreras ¡pero esta no era una como cualquiera!
Pasó mucho tiempo cuando también de repente se formaron unos objetos grandes y redondos, que más bien parecían pelotas de colores, unos eran más gordos que otros.
Para empezar, debemos recordar al mayor de todos, ¡no es precisamente un planeta!, es más bien una estrella y lleva por nombre el señor Sol.
Éste señor es el más grande de todos, pareciera muy bravo pues por lo inmenso que es, refleja con su luz destellos calientes y su cara roja es. Lo que no todos saben, es que es tan noble el señor Sol, que su corazón lo guarda únicamente para todos. El calor que sale de él, son rayos que cuidan y calientan como abrazos a los demás amigos que a la vez son su familia también.
Y en esta historia el más lejano no significa que no sea apreciado. Por eso es mejor dejar de hablar y empezar a contar:
El primero de ellos se llama Mercurio, le gusta tanto jugar y contar que en su movimiento y felicidad rodea corriendo al señor Sol sin parar. Su juego favorito es el de mirar los ojos de aquel grandulón y salir a toda prisa, contar hasta 88* y encontrar de nuevo su mirada con una carcajada.
El segundo se llama Venus. A este planeta le gusta caminar también de forma especial, pues va en reversa a diferencia de los demás. Es pequeño y también caliente por su freno al andar, así es como se hace notar. Su felicidad más grande es saber que mientras todos van hacia delante y él para atrás, puede cuidarlos a todos también de forma siempre singular.
El tercero es el más conocido por todos, se llama Planeta Tierra. Este es querido por todos, pero tiene otros amigos que viven en él, se les conoce como seres vivos y son animales, plantas y humanos también. Hace muchos años era el más feliz de todos, pues lo admiraban por sus lindos colores entre azules y verdes que realmente le lucían muy bien. Pero pasó el tiempo y los años fueron cambiando, este planeta ya no era el más dichoso de todos, sabía que las personas que vivían con él no lo cuidaban del todo bien. Su paso empezó hacerse más lento, parecía un anciano, su color azul ya no era el más brillante y su color verde empezó a tornarse un poco café. ¿Qué le estaría pasando al señor Planeta Tierra que se veía cada vez más enfermo? ¿Habra alguna cura, algún remedio que mejore su desaliento?
Sin olvidar el tercero continuemos con el cuarto, este planeta al igual que los demás es muy especial. Todos los días se viste con un lindo traje de tonos carmesí y se le conoce como Marte, el planeta rojo. Dicen por ahí que del Planeta Tierra quieren vivir allí. ¿Qué te parece esa idea?
Llegamos al quinto planeta de nombre Júpiter. Después del gran Sol, este planeta es también el más gigantón. Todos sus amigos disfrutan su compañía pues con la gracia del trompo gira, gira y gira tan rápido como un loco. Le gusta la velocidad y juega parecido que Mercurio con el señor Sol, pero este no gana ya que contando hasta 29**vuelve a verle la cara.
El sexto planeta se llama Saturno. A pesar de ser holgado su peso no demuestra su grandor, ya que este es liviano pues tiene por dentro gases que lo hacen flotante y osado. Todos lo ven con gran admiración, pues posee una fina decoración, unos anillos hechos de piedras y hielo lo hacen especial y eso lo hace sentirse como un don Juan.
El número siete se llama Urano. Se viste de azul porque su traje se llama Metano. Como su vecino Saturno, le gustan los anillos, pero sin llamar mucho la atención le gusta mostrar solo algunos. Este planeta es muy gracioso porque como el cangrejo camina de lado, su paso es lento y solo mira hacia un costado.
Por último encontramos a otro llamado Neptuno y es el que está más lejos del ardiente Sol. A este le gusta jugar a los congelados, y se toma muy en serio su papel de helado. Casi no conoce al señor Sol pero siempre lo ha admirado, pues sabe que aún en lo lejos son como hermanos.
El que no sepa esta historia llegaría pensar que por tratarse de una carrera entonces todos se van a apurar, pero lo interesante aquí es que cada uno de sus integrantes se cuidan sin trampas ni agobio, caminan esta carrera sin tiempo ni cansancio, pues aquí no se trata de ganar, se trata de cuidarse unos a otros.
Inti Llika significa Sistema Solar en la lengua Quechua
*Mercurio tarda 88 días en dar una vuelta al sol.
**Júpiter tarda 29 años en darle una vuelta al sol.
