La changua y el clasismo culinario

Diego León
De Cultura Popular y otros demonios
3 min readMay 9, 2020
Tomada de Flickr vía CHeitz

Del análisis de la cultura popular colombiana y su relato nacional en lo que tiene que ver gastronomía, hay una discusión de fondo que se suscita cuando se pregunta ¿cuál es nuestro plato nacional? Una de esas preguntas que da para una cantidad de opiniones, algunas con un tinte de superioridad gastronómica o clasismo culinario, como variedad de preparaciones y sabores de cada región hay.

Me referiré a un plato en particular que parece que no hace parte de ese ramillete de platos nacionales considerado casi por la mayoría, ya sea por miedo o pena a decirlo o por el mismo rechazo que produce. Me refiero a la changua. La changua es la cereza en el pastel (o la mayonesa en la uva) que lleva a aumentar esa discusión a niveles apasionantes para quien ha decidido rechazarla por “insípida” o “básica” o a defenderla, como yo, por su valor tradicional que integra mi cultura.

De su pasado ancestral encontramos que la changua es parte primordial de la tradición gastronómica de los municipios y departamentos de la Cordillera Oriental y sus alrededores. De acuerdo con el Muysc cubun (2019) “su preparación básica incluye, sal, cilantro, cebolla, leche, huevo y una harina (pan de maíz, envuelto de maíz, almojábana, arepa, pan de trigo, calao, papa)” aunque “no incluye necesariamente leche en su preparación”. Recuerdo probar la changua desde mi infancia preparada por mi abuela y mi mamá, por lo que nunca la vi como un plato foráneo sino que hacía parte de mi propia cultura o folklore.

Sin duda considero que debe estar dentro de esos platos nacionales y de la identidad socialmente construida a partir de lo que llama Wade (2002) una identidad situacional y fluida, que se construye de acuerdo al contexto histórico y que le pertenece en últimas a cada quién.

Las preferencias gastronómicas de un grupo o de un individuo no debería llevar a discusiones o ataques. Sin embargo, lo que vemos hoy es una construcción de la identidad nacional, de su relato y su cultura popular, a partir de ciertas imposiciones culturales externas, que regularmente se transmite por medio de un lenguaje clasista que trata de imponer esas particularidades como generalidades; una forma de patriotismo que supone lo que es nuestra identidad nacional a partir de unos símbolos y unos elementos gastronómicos, artísticos, deportivos, etc, que no todos compartimos.

Considero que para evitar esta pelotera, quizás lo que nos hace falta es aceptar que el otro es un mundo distinto, encontrar en la otredad no un adversario que se disputa la construcción de identidad, sino que la construye junto con la mía y la de los otros, de formas distintas y variadas, como se prepara una sopa o un caldo. A mi me gusta la changua con pandearroz, a sumercé quizás le guste con almojábana. O no le guste y eso está bien.

Bibliografía:

Gómez J. y Gómez Aldana, D. (2019). Changua. Lista de probables muisquismos. Grupo de Investigación Muysccubun. 2008–2019. Disponible en: http://muysca.cubun.org/MU/changua

Wade, P. (2002). Identidad. En M. Serje, M. Suaza y R. Pineda (eds.), Palabras para desarmar: una mirada crítica al vocabulario del reconocimiento cultural (pp. 255–264). Bogotá: Ministerio de Cultura, Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH).

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Diego León
De Cultura Popular y otros demonios

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