Once Upon a Time in Hollywood o la historia no contada del Hollywood de los años sesenta

Por Santiago Barco

Si se toma el tiempo de realizar un breve recuento de las películas que más impacto le han generado, es probable que se tope con alguna película de Quentin Tarantino. No importa que su primer acercamiento a la obra cinematográfica del director norteamericano se haya dado por simple casualidad; lo cierto es que resulta difícil no transformarse en un fiel seguidor de sus películas después de ver una de ellas. El mito que se ha tejido a su alrededor, alimentado a través de los años y por varias generaciones de amantes del cine, responde a su versatilidad y a la incapacidad de predecir sus tramas. Cualquiera, gústele o no su obra, es capaz de darse cuenta de que ver una película de Tarantino constituye toda una experiencia y una extraña travesía hacia las profundidades de la naturaleza humana.

Hoy, a pocos meses del estreno de su más reciente película, Once Upon a Time in Hollywood, Tarantino celebra sus cincuenta y seis años. Lo que se puede decir sobre este filme, hasta ahora, es poco. Sin embargo, la creciente expectativa que ha suscitado tanto el lanzamiento del primer tráiler como del póster oficial impacienta a los espectadores. El hilo conductor de la trama constituye el histórico asesinato de cinco personalidades de Hollywood, entre las que se encontraba la esposa del director Roman Polanski, Sharon Tate, por parte de la Familia Manson, en 1969. Por lo que puede verse en el tráiler, la película, que cuenta con un reparto conformado por grandes actores y personalidades del mundo del cine, narra la historia de dos hombres, un actor y su doble, interpretados respectivamente por Leonardo DiCaprio y Brad Pitt.

Todo parece indicar que Once Upon a Time in Hollywood pretende dar cuenta de las dinámicas del Hollywood de los años sesenta y del papel que jugó el hecho de que de repente se desataran tales niveles de violencia. Es posible que mediante la sátira y la banalización de la criminalidad, Tarantino haya tejido una trama compleja que permita al espectador adentrarse no solo en el mundo truculento de la Familia Manson sino en el de las superestrellas de Hollywood, donde el lujo, la belleza y la farándula coexisten con el vicio, los excesos y la decadencia humana. Habrá que ver la película para averiguarlo.