Luces, puños, acción
Por Nacho Machín
Con auténtico golpe de autoridad, los Domadores de Cuba se impusieron en la velada boxística de este viernes con sede en Aguascalientes, México, en una jornada que marcó el regreso de los antillanos en el profesionalismo tras 60 años de espera. El saldo fue el siguiente: de las 6 peleas efectuadas, 5 terminaron por la vía rápida del knockaut técnico (TKO), todas con victoria para los nuestros.
La jornada se venía matizando en las redes sociales y el público con la, aún polémica, ausencia de Andy Cruz, considerado por muchos el mejor púgil en la isla.
Sin embargo, dicha falta no fue sentida. La calidad de los cubanos salió a flote en el encerado azteca, con sendos TKO de Osvel Caballero (quien sustituyó a Andy), Yoenlis Hernández, Roniel Iglesias, Arlen López (en apenas 1 minuto y 34 segundos) y el capitán de la delegación Julio César La Cruz. El otro restante, Lázaro Álvarez, supo dominar sus seis asaltos y se impuso por votación unánime de los jueces.
Nuevamente, la calidad de la escuela cubana de boxeo queda reafirmada, demostrando incluso la existencia de segundas figuras de nivel dentro de la escuadra-como es el caso de Osvel Caballero-, así como de juventud, asegurando el porvenir del deporte, como lo es Yoenlis Hernández.
Otro punto positivo de la jornada fue el fogueo que recibieron los nuestros. Teniendo en cuenta el pobre calendario de competiciones de la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA) y tras la desaparición de la Serie Mundial de Boxeo, este tipo de competencias permiten mantener el nivel competitivo del atleta; sobre todo en un año en el que la escuadra de mayores tendrá como Everest en su calendario la celebración de los Juegos Centroamericanos y del Caribe; evento que, siendo sinceros, dista de la calidad mundial existente.
Tras los humos de la victoria, a este escritor le surgen algunas dudas en el aire: ¿eran realmente de calidad los púgiles rivales? Teniendo en cuenta que el knockout en el boxeo moderno es escaso, al ver cinco en una misma noche, se denota poca madurez deportiva y preparación física de los rivales.
Sin embargo, las palmas para la escuadra antillana que dió una verdadera demostración de boxeo, y que, además, demostró que sí es posible insertar el deporte en el profesionalismo, sin necesidad de repetir consignas políticas o aliarse a un bando enemigo, como es el caso de algunos que se han dejado llevar por otros sueños.
Ahora solo resta prepararse para afrontar otros compromisos de mayor nivel, porque de seguro, las noches restantes no serán tan fáciles como esta.
