Migración en Cuba y políticas estadounidenses

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2 min readMay 24, 2022
Migración en Cuba y políticas estadounidenses

Por Jill Veloz

Si queremos entender las problemáticas de los cubanos que desean emigrar a los Estados Unidos, pasando por terceros países, no se puede dejar de analizar la política migratoria hacia la Isla desde 1959. Desde entonces comenzaron a manipular este tema en función de sus objetivos de política exterior, cuyo fin siempre ha sido derrocar a la Revolución. A inicios del nuevo gobierno admitieron a todos los emigrantes cubanos y les dieron la categoría de refugiados. Perseguían el propósito de drenar nuestros recursos humanos y desacreditar al gobierno revolucionario recién llegado al poder.

Al día de hoy los viajes se han incrementado notoriamente, desde que Nicaragua anunció la ausencia de visado obligatorio para entrar a ese país. Miles de personas han salido desde entonces de la Isla, en un viaje que implica caer en manos de coyotes, cruzar fronteras y pagar sobornos a los funcionarios corruptos hasta llegar al norte de México. La aventura de riesgo puede suponer a los emigrantes un desembolso de entre 8.000 y 10.000 dólares para alcanzar su destino.

Cuba ha admitido el incremento sostenido de la emigración irregular y de las repatriaciones. Responsabiliza a Washington de estimular este flujo, debido a la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano, que concede beneficios a los emigrantes antillanos. Otra causa sería el incumplimiento de los acuerdos migratorios firmados entre ambos países. Según los documentos conjuntos, EE.UU. debe conceder un mínimo de 20.000 visados de emigrante al año, algo que no ocurre desde que Trump desmanteló su consulado en La Habana por supuestos “ataques sónicos” contra los funcionarios. Desde luego pesa, y mucho, el recrudecimiento del bloqueo estadounidense.

El bloqueo económico, comercial y financiero, como las acciones armadas, las campañas de desinformación y los actos terroristas, han sido parte de un modelo de actuación que persigue un único objetivo: derrocar a la Revolución cubana y restablecer la hegemonía de EE.UU.

Nuestro país culpa a Washington de tener una política “incoherente”. Por un lado, exacerba las dificultades del cubano de a pie mediante el bloqueo y, por otro, impide la migración ordenada. No es la primera vez que EE.UU. promueve escenarios migratorios como el actual. Las medidas han estado orientadas a crear malestar en la población y manipular la opinión pública.

El gobierno cubano está haciendo lo que le corresponde: conversando e interactuando con los gobiernos del área. Insisten en que se tengan en cuenta los intereses de los cubanos imbuidos en el proceso migratorio. Pero la respuesta ya no depende de Cuba

Recalcamos que todas las personas tienen el derecho a irse a Estados Unidos o a otro país en busca de mejoras. El movimiento migratorio ha existido a lo largo de la historia. Pero en el caso de Estados Unidos, muchos tienen que dejar de ser, en esencia, lo que son, para alcanzar ese sueño.

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