Se un ninja en lo que haces. El mejor camino que encontré.

Últimamente mucho se habla de ser un ninja en lo que haces. Impulsarte para ser el mejor y conseguir todos los skills necesarios para dominar las áreas que te apasionan. Pero de lo que no se habla tanto, es en el ¿Cómo?. ¿Qué camino se recorre para ser un ninja? y ¿Porqué de pronto decidimos llamarnos ninjas?

Siempre deberíamos estar aprendiendo cosas nuevas, movernos a la velocidad en la que se generan avances y descubrimientos en nuestro ecosistema. Prepararnos con un set amplio de herramientas con que afrontar cada reto. Entrenar todos los días para encontrar formas mas ágiles y eficaces de realizar nuestro trabajo y llegar a nuestras metas. Y aunque ésta pareciera la forma mas eficaz de convertirte en ninja, no lo es.

Un ninja javascript, un ninja en las artes del inbound marketing, un ninja en reclutamiento tech, un ninja del orden, un ninja en finanzas… suelen compartir habilidades y parte del camino. El problema es que aunque quisieran genuinamente compartir sus ‘secretos’ contigo, no siempre son ninjas para enseñar. ¿Cuántos de nosotros conocemos mentes brillantes para hacer pero no para transmitir?

El cómo una persona llega a ser considerada un ninja por colegas en su entorno, es porque es percibido como alguien con más experiencia, más herramientas, más habilidad y destreza para librar las batallas más desafiantes. Esto nos hace pensar que el camino para ser ninja tiene que ver con tiempo, estudio y mucha práctica. Y en todos los casos es así. No hay un atajo, ni siquiera para evitar una de estas 3 cosas. Y entonces, ¿De qué va este artículo?

Se trata de acortar ese tiempo, de optimizar esas horas de estudio y de lograr mejores resultados en cada práctica.

El ninja que todos queríamos ser de niños

Aquí tengo que recurrir a hablar unas líneas sobre una caricatura que alegró mis tardes y las de mis amigos durante muchos años: Naruto. Podría dedicar un artículo completo de lo que pienso de ella, pero si comienzo a hacerlo olvidaré este artículo, así que voy a ir al punto.

En la caricatura había una enorme cantidad de ninjas pertenecientes a diferenetes naciones (fuego, viento, arena, roca, niebla, etc) y a diferentes aldeas y clanes. Un auténtico desfile de personalidades y habilidades. La trama te atrapaba en sus aventuras y crecimiento de personajes. Pero era inegable que entre todas esas había una que todos los fans queríamos: el sharingan.

Esta era una habilidad ocular que te permitía copiar las habilidades de cualquier otro ninja. Una auténtica ventaja en batalla. Era emocionante lanzar bolas de fuego, controlar las sombras, crear dragones de agua, etc. Pero sin duda, copiar cualquiera de éstas en el momento que la necesitaras era lo que llamabas: ¡El poder que quiero tener!

El ninja que todos queríamos ser era: Kakashi Sensei. No sólo tenía esta gran habilidad, si no que se la ganó, no le fue entregada de nacimiento como a otros portadores y por si fuera poco combinaba con sus propias habilidades y entrenamiento. Verlo en batalla es de esos pequeños placeres que sigues apreciando aún pasado los años.

Sigue el camino de Kakashi Sensei

Me siento muy friki al decir que el mejor camino para ser un ninja en lo que haces es imitar a un ninja de un anime. ¡Pero funciona! Piensa en lo siguiente:

Cada persona que conoces lo suficiente, sea de manera presencial, digital, a través de un libro, una caricatura, un juego, un canal de Youtube, una conferencia o cualquier otro espacio que ni siquiera se me viene a la mente, tiene una habilidad que te gustaría tener. Sino la has visto, presta más atención.

Una vez que has detectado esa habilidad que te gustaría como tuya ¿Porqué no obtenerla?¿Porqué no copiarla para tenerla a tu disposición cuando sea necesaria?

Uno de los mejores consejos que puedes recibir en una etapa temprana de tu crecimiento profesional es conseguir un mentor, una figura que pueda guiarte y enseñarte, motivarte y retarte para acelarar tu camino. Durante mucho tiempo, no me lograba decidir quién debería ser mi mentor. Conseguirlo es díficil y más cuando no tienes claro lo que quieres lograr, pero ¿Quién lo tiene cuando va empezando?

No tengas un mentor

Ten tantos mentores como necesites. Este es el mejor camino que encontré. Entre más pronto te des cuenta que un solo mentor es auto limitarte, más rápido estarás listo para acelarar tus habilidades.

Siempre es bueno admirar a tus maestros, a esas personas que van delante en el camino que de manera consiente o inconsiente te están inspirando. También es bueno reconocérselo para que sepan quién y cuantos los siguen. ¡Hazlo siempre que puedas!

No está escrito en ningún lugar que sólo puedas tener un maestro. En la misma escuela teníamos diferentes maestros para diferentes habilidades. ¿En verdad solo disfrutas la música de un solo cantante?

• Si te gusta cómo piensa una persona. Invitalé un café y escucha qué lo llevo a pensar y ver la vida de esa manera.
• Te gusta cómo alguien habla en público. No tengas pena de pedirle consejos e invitarlo a tus presentaciones para recibir retroalimentación.
• Te gusta la forma de redactar ideas de un compañero. Muéstrale tus borradores y puede que no responda el mismo día, pero en algún momento recibirás correciones e ideas que te tomaría mucho más llegar por cuenta propia.
• Hay un líder que te inspira. Pregúntale cómo llegó ahí, te aseguro que le alegrarás la tarde por haberlo echo y recibirás una gran recompensa por los minutos que tome esa plática.
• Alguien baila, canta, juega mejor que tú y quieres aprenderle. ¡Díselo! Como seres humanos apreciamos los elogios sinceros y nos ponemos en toda dispoción de ayudar a quien nos los da.

¿Qué captas de los puntos anteriores?

Que ninguna persona podrá ofrecerte todo, la combinación de ellas son el resultado que buscas. Son la manera de acortar camino, de darte las guías de estudio correctas y más efectivas, de mantenerte motivado e incluso brindarte hacks para avanzar, que solo, no tendrías.

Copiar no es malo

En nuestra cultura el copiar está asociado con la trampa, con valores negativos. Pero cuando decides ignorar eso y piensas que copiar es una forma de reconocer que algo funciona, que algo esta bien hecho, que alguien es bueno en lo que hace; comienzas a beneficiarte de ello.

¿Porqué no nos de pena admitir que nos gustaría volar como Superman o cantar como el vocalista de tu banda favorita? Pero entonces, ¿Porqué sí nos avergüenza admitir que nos justaría ejercitarnos como un compañero de trabajo o cantar como un amigo lo hace?

Imitar una habilidad de otra persona no es malo, es un halago y reconocerlo no sólo te da ventajas, sino que te genera amistades y crecimiento.

No estoy seguro que ésta definición de ninja sea a la que todos se refieren cuando usan la analogía en sus lecturas, pero sin duda es una interesante a tener en cuenta. A mí me ha ayudado bastante. He copiado en medida de lo que he podido, habilidades de muchas personas que no acabaría de enlistar y es el primer consejo quisiera dar: Consigue mentores ‘De uno en uno’.