COMO CONSTRUIR UNA ALT-RIGHT PERUANA Y LATINOAMERICANA
Si queremos darle un espacio a la Alt right en Latinoamerica hay que dejar de parecer un movimiento de blancos o alienados defendiendo blancos. Los latinos ni son blancos ni tampoco los alt-right de este continente en su mayoría lo son. Asimismo, tampoco nuestras reivindicaciones son las mimas que las de ellos.
La alt-right que se aplique en esta latitud o en cualquiera del mundo, tiene un punto en común-base, es tribalista y etno-nacionalista, en cualquiera de las formas en que esto se manifieste. Por lo cual, se requiere estudiar una estrategia particular para cada región de este continente no simplemente copiar las de afuera de éxito más cercano: Europa y Estados Unidos.
Hay ciertos errores que no hay que cometer y que tal vez han sido estrategias que si han funcionado afuera porque la polémica también vende, no obstante NO siempre. Por ejemplo copiando a la alt right gringa muchos alt-righters latinos suelen enseñar muchas estadísticas sobre IQ (indice de conocimiento) para sobrevalorar las capacidades de los blancos frente a otras razas (aunque esto puede ser correcto hasta cierto punto, ¿es estratégico?). A veces se desconsidera que esas mismas estadísticas muestran que los asiáticos también muestran altas capacidades bajo esos indicadores. Pero con estadísticas o no, a todos nos queda claro que el supremacismo blanco no va a vender aquí si se quiere un mensaje populista masivo que sea capaz de poner en jaque al establishment latinoamericano.
¿Qué alternativa hay?
Yo sugiero estudiar muy bien la herencia hispanista y su convergencia rica con las etno-identidades que ya existían previamente en el continente para analizar como esa convergencia identitaria puede aportar a la alt right en un marco global. Pero previamente desvinculemos el hispanismo del romanticismo hacia lo pan-europeo u occidentalizado-blanco y español purista. La mayoría NO somos una taxonomía dentro de ni lo blanco puro ni lo ario y ni si quiera dentro lo occidental-cristiano. Los latinoamericanos tenemos una identidad tribal propia que reivindicaremos o recrearemos, teniendo la consciencia de vivir en un mundo disgregado que ha roto todo vínculo con la identidades tradicionales. Es aquí donde nuestras identidades mestizas tienen que saber reivindicar (y reinventarse) y converger una identidad criolla junto con la indígena.
En consecuencia la alt-right en suelo latino tiene que trabajar en crear una narrativa alternativa y una identidad pan-latinoamericana moderna. Un nuevo “supremacismo” (en el buen sentido del término claro está) que mezcle la herencia hispana y lo étnico-latino en una nueva identidad urbana. ¿Por qué propongo urbana? (esto no es excluyente claro está) Porque ya ha sido cooptado por la Izquierda ese cierto tipo de indigenismo que idealiza el mundo andino y lo contrapone al occidental. Y es preferible escoger una estrategia de diferenciación frente a ese target político. Un nuevo target de “Derechas” que no caiga en el juego de la izquierda de la guerra de razas “de-colonial”, sino que sepa tanto trascender como reivindicar la identidad criolla que ha asimilado.
En el caso específico de Perú, ¿no son los descendientes de inmigrantes andinos en la capital, un target aun no explotado entonces? Nos referimos sobre todo a las clases populares medias de sitios periféricos y dentro de Lima Norte y Sur. Estas personas han asimilado muchos de los valores hispanos, occidentales y modernos, pero también han sido bombardeados por la degeneración y hedonismo que el desarraigo cultural suele provocar. Es un buen momento para que la alt right los reconcilié con una identidad más firme y un anhelo más trascendente por ser parte de una gran familia tribal.
Por lo cual, lo que queda es crear una narrativa cultural que desplace tanto los romanticismos de izquierda hacia lo indigenista o rural, y en el caso de la Derecha cuckservadora hacia la identidad alienada hacia el extranjero europeo-occidental, que es la raíz de esta cultura tan “vende patria” de las oligarquías. Es claro que una élite importante en la alt right siempre será una pancriolla-hispanista blanca, pero para hablar de un movimiento más orgánico y de ancha base, tenemos que trabajar con las identidades mestizas e indígenas y evangelizarles el mensaje alt right. Porque finalmente estas al ser mayoría nos traerán réditos políticos en un futuro.
