Y los opositores damos vueltas en redondo

Mientras el chavismo nos ve y sonríe. 

Las últimas semanas han sido más bizarras de los normal en este lado del mundo. Venezuela es rara y repetitiva, pero lo de las últimas semanas raya en el surrealismo. Ha sido muy difícil, al menos para mi, confirmar el temor de que el chavismo como ente político es considerablemente más eficaz que el conglomerado opositor.

No me lancen al fuego todavía, lean y después me cuentan.

El chavismo es realmente ineficiente en eso de gobernar. No dan pie con bola aunque quieran. No logran responder a casi ninguna de las demandas del Pueblo. Sólo cuando Chávez pegaba cuatro gritos al frente de una cámara de VTV y promovía una mal-llamada misión, se ponían a trabajar en los problemas más inmediatos de sus votantes. Este hecho nos ha llevado a desestimarlos como contrincantes políticos, cuando la realidad ha demostrado que es en esa materia donde sobresalen.

Lo que el chavismo hace mejor que la MUD, es tener muy claro quien es su cliente principal. Ese 40-50% que no sólo vota por ellos sino que además les legitima todas sus acciones en el día a día. Son ellos los que el gobierno sabe que no puede perder. Son ellos los que les dan un respiro “democrático” de vez en cuando. Son ellos a quienes el gobierno se debe, y lo saben. A Diosdado y compañía poco les importa si los tildan de cínicos, o de descarados en las conversaciones y medios opositores. Eso sólo refuerza su imagen delante se su base política. Por ello mienten sin descaro y se ocupan de mantener sus mentiras. En la medida en la que ese 40-50% se la crea, sólo un poco, lo suficiente para defenderla, el trabajo habrá sido hecho eficazmente.

Otra cosa que el chavismo hace muy bien es mover cada pieza, cada punto de la sociedad a su antojo. Ellos saben que el grupo más dominante en la oposición no es el opositor del boulveard de Catia, o del Sur de Maracay, sino la señora pasional del Cafetal y de Altamira. Ellas son, sin quererlo, su principal aliado. Ellas han respondido apegadas al libreto, sin falta, en cada una de las oportunidades en las que el gobierno las ha necesitado. Y lo vuelven a hacer en este Febrero de 2014.

Contrario a lo que todos piensan ese 40-50% chavista no es todo pasional.

Por el contrario, ese grupo es muy pragmático, mucho más que buena parte de la masa opositora. Ellos le exigen al gobierno para poder darle. Ellos votan por objetivos concretos; una casa, una nevera, un cargo, un puesto en una universidad. Es chantaje político, sí, pero a veces no queda claro de quien a quien. Esa minoría-que-se-cree-mayoría sabe que su voto cuenta, nunca, jamás, lo ha puesto en duda.

Justo ahora, cuando ese grupo iba a comenzar a pagar sus errores electorales de Abril pasado, justo cuando el gobierno comenzaba a ver ese piso temblar, viene un grupo opositor y secuestra la opinión pública y en sólo un par de semanas vuelve a llevarla al terreno en el cual nunca hemos ganado. Una vez más sale la pasión opositora a bailar al son que toca el gobierno.

Hay que entender que para el votante chavista, el que legitima al gobierno y siempre lo ha legitimado, la crisis económica que vivimos es una sorpresa. Ellos no leen Tal Cual y El Mundo todos los días. Ellos sólo saben lo que le cuentan en Venevisión y quizás de vez en cuando VTV. Por ello no se enteraron que la bonanza económica de 2010-2012 fue hecha en base a deudas futuras. Ellos no se dieron cuenta que PDVSA nunca pudo volver a producir a niveles de 2002 y que cuando la forzaron, la hicieron literalmente explotar. Por eso ellos como grupo estaban viviendo las primeras etapas del cambio; sorpresa ante la traición del líder político. Esa sorpresa además venía acompañada del hecho de que para ellos esta situación no es culpa de Chávez, es culpa de Maduro.

Por primera vez en casi dos décadas, el jefe del gobierno, es visto como el responsable de las penurias económicas personales.

Estos dos hechos (crisis económica <-> culpabilidad de Maduro) son inéditos. Su climax reciente estuvo en la devaluación de este año. Esta situación por sí sola hubiese podido generar un terremoto real en el piso político del gobierno si se hubiese sabido encaminar oportunamente por los líderes opositores. Por el contrario, una vez más, el corto-plazismo opositor fue oportunamente manejado por el gobierno y llegamos al 12F. El día en el que la poca capacidad estratégica de algunos dirigentes opositores le costó la vida, en vano, a varios Venezolanos.

Es aquí donde la historia se repite. Donde lo bizarro se adueñó una vez más de nuestra realidad. Donde la pasión no nos permite ver que #LaSalida es un movimiento demasiado abstracto y demasiado hediondo a pasado como para ser eficiente. ¿Qué piden? ¿De nuevo se pide la renuncia a un presidente “electo” hace menos de 12 meses? ¿Cómo conecta eso con el piso político del gobierno? ¿Qué mensaje le manda ese “movimiento” al chavista desencantado? Ya vimos que ellos son pragmáticos, que creen en objetivos claros y que les importa poco si los logran en dictadura o en libertad. ¿Este análisis no lo han hecho Leopoldo o Maria Corina? Todavía no tengo claro cuál era el objetivo. ¿Para qué secuestraron la opinión publica en el momento menos favorable del gobierno? ¿Para…. nada?

¡Vergüenza les debería dar!

Si no contamos con líderes sensatos (con la clara y absoluta salvedad de Capriles que en todo momento ha repetido que esto no tiene sentido) entonces es importante y es lo que les quiero dejar con estas palabras, que el opositor “de a pie”; la señora que deja el alma en una cacerola en el cafetal, el estudiante que espera tener un país en donde poder volver a soñar, el que está en contra del chavismo pero no se lo toma tan a pecho. Todos. Tenemos que entender que no hay una salida a corto plazo. Que cada vez que la hemos buscado hemos fracasado. Nos hemos pegado contra el gobierno, su violencia y el 40-50% de personas en Venezuela que legitiman sus acciones.

No hay salida a corto plazo. Y peor aún cada vez que la buscamos hacemos más difícil la salida en el mediano/largo plazo. Cada vez que la pasión se adueña de nosotros ellos están pensando estratégicamente y la van a usar en nuestra contra. Y lo que es peor usarán esa pasión para mantener engañados a su base política y comprobarles una vez más que de este lado sólo hay violencia a la orden de la sed de poder.

Sólo cuando se una la decepción del pueblo chavista por el fracaso económico, con el objetivo de las protestas, sólo cuando entendamos que la única manera de vencer el aparato violento del estado es con protestas verdaderamente masivas, de esas que necesitan la participación del chavista desencantado, entonces, sólo entonces estarán dadas las condiciones para comenzar a recuperar las riendas de nuestro futuro. Hasta ese momento lo mejor que se puede hacer es saber cuando dejar al gobierno responder a sus votantes. Esos que quieren una casa, un trabajo, un plasma, tanto como el más capitalista de los opositores. Ese día está cada vez más cerca. No ayudemos al gobierno a mantenerlo en la distancia. *

Una de las definiciones más populares de locura es intentar varias veces la misma acción y esperar un resultado diferente. Pues no me queda duda que el colectivo opositor como masa, desde el Guasdalito hasta La Lagunita está completa y absolutamente loco. Es esta la razón porque la que “no salimos” de esto. No es otra. No la busquen al frente. Veanla en el espejo y en sus pares. Es ahí donde nada ha cambiado y pretendemos que nuestro país cambie a consencuencia.

*Con esto no quiero decir que haya que dejar de protestar. Por el contrario, hay que continuar, pero dejar el corto plazismo siginifca protestar para que ESTE gobierno haga las cosas mejor. Eso lo queremos todos, en eso podemos unirnos.