Descifrar las smart cities. Introducción

Manu Fernández
Descifrar las smart cities
5 min readDec 23, 2016

Este libro empezó a gestarse en 2008 con el descubrimiento de los primeros rastros de un término, el de ciudades inteligentes o smart cities, que entonces empezaba a ocupar espacio en los medios tecnológicos y, en menor medida, en los relacionados con temas urbanos. Desde entonces, el afán por entender qué propuesta estaba detrás de la smart city y la voluntad de querer hacerlo mediante breves intuiciones en mi blog han sido una mecánica constante. Este interés se transformó en 2013 en un proyecto de tesis doctoral un poco sui generis, realizado completamente fuera de la vida académica. Dicha tesis, La smart city como inaginario socio-tecnológico. La construcción de la utopía urbana digital, fue defendida a finales de diciembre de 2015 y constituye la materia prima con la que se ha construido esta publicación. La adaptación del texto para facilitar su lectura ha implicado la reducción al máximo de notas al pie, citas académicas y referencias, así como la limitación en la bibliografía utilizada. Por el camino se han podido perder matices, anécdotas y casos abordados en la investigación, pero confiamos en que este esfuerzo de síntesis mantenga la robustez del texto.

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No puedo dejar de mencionar en primer lugar algunas influencias básicas que iluminan el texto. Trabajos y reflexiones como los que aporta Adam Greenfield han sido inspiradores desde hace años, y una invitación a no conformarse con lo que el sentido común prefabricado nos pueda sugerir. La lectura de su último libro, Against the smart city,supuso un aliciente para desarrollar sobre él un marco de análisis más amplio, aunque seguramente no más certero ni contundente. El trabajo de Anthony Townsend, especialmente su libro Smart cities. Big data, civic hackers and teh quest for new utopia, también supuso un nuevo estímulo para convertir mis escritos a un formato más estructurado. En los dos últimos años, el trabajo aportado por Rob Kitchin, en especial a través del proyecto de investigación The Programmable City, ha alimentado continuamente mis lecturas. Su producción académica supone uno de los esfuerzos más interesantes que se están realizando en nuestro ámbito. Nombres como Martijn de Waal, Dan Hill, Frank Kresin o Usman Haque también vienen a la memoria cuando pienso en las lecturas que más me han influido estos años y que han acabado estando presentes también en la tesis, puerta de entrada además para descubrir otros nombres como Alessandro Aurigi, Kate Crawford, Anne Galloway, Vincent Mosco, Paul Dourish o Genevieve Bell, influencias notables en diferentes partes del texto.

Un lector acelerado que se acerque a este texto desde la necesidad de defender su posición, bien sea de tecno-optimista irredento o de tecnófobo quijotesco encontrará, seguramente, razones para sentirse molesto. No presentamos este libro como una batalla de posturas antagónicas; ni siquiera es una batalla, porque partimos de la presencia real, material, actual y decisiva de la tecnología habitualmente asociada a la ciudad inteligente. La batalla, en todo caso, no estará en dilucidar qué materializaciones tecnológicas equiparán nuestras ciudades y colonizarán cada vez más esferas de nuestra vida, sino en conservar la capacidad de modelar sus funciones para que se adecúen al sistema social que prefiramos.

Así, ese mismo lector acelerado creerá que este es un texto sobre tecnología y no lo es. Ni siquiera es un texto con ambición de ser un estado del arte o una visión completa de todos los elementos relacionados con la smart city. Se trata, en cambio, de un texto de análisis crítico de la forma en que un imaginario construido a partir de un régimen discursivo concreto está tratando de modelar y hacerse presente en la realidad urbana. Si acaso, es un texto sobre las ciudades de nuestro tiempo porque, al fin y al cabo, de eso debería tratar el debate sobre la ciudad inteligente. Estamos ante un esfuerzo de sistematización sobre cómo se está dando forma desde el discurso institucional, las prácticas sociales y el progreso científico-tecnológico a nuevas dinámicas en la sociedad conectada. Asumimos tal posición de partida, pero sin falsa equidistancia. Este es un texto escrito desde el compromiso por una ciudad más democrática que permita el ejercicio pleno de las libertades que las tecnologías potencialmente pueden ofrecernos, desde el compromiso con una cultura científico-tecnológica al servicio de las demandas y necesidades sociales y de un panorama socio-político en profundo cambio, desde el compromiso por una gestión pública que favorezca un modelo de ciudadanía abierta y crítica y desde el compromiso por ciudades que merezcan la pena ser vividas.

Hemos tratado de evitar, desde este compromiso, posturas de partida que impliquen una visión romantizada de la vida sin tecnología, por lo que esperamos que el lector no encuentre rastros de huida a un espacio ideal pre-tecnológico. Al contrario, el texto parte del reconocimiento de una realidad, por otro lado obvia, que da forma al día a día, y cualquier tentación tecnófoba haría de este texto un esfuerzo completamente ajeno a la realidad de nuestro tiempo. La presencia de los recursos tecnológicos que maneja la ciudad inteligente es real, y negar su capacidad de aportar grandes adelantos sociales sería una postura ciega e inútil. No se trata, por tanto, de una lectura de la ciudad inteligente como si la ciudad fuera un hecho ajeno al propio proceso tecnológico, de modo que no se trata tampoco de una disputa entre supuestos valores tecnológicos y supuestos valores humanos, posición que a veces se puede tomar desde la crítica tecnológica más insatisfecha con los planteamientos de la SC. Sin embargo, sí nos situamos en una perspectiva que trasciende el propio análisis tecnológico (no se trata de una revisión o evaluación de especificaciones, de funcionalidades, de implementaciones,…), sino que sitúa su interés en la comprensión de la tecnología urbana como ensamblaje socio-técnico del que nos interesan sus consecuencias para el futuro urbano en sentido amplio y no sus innovaciones técnicas. Este libro no es, en definitiva, una valoración crítica de las tecnologías asociadas a la ciudad inteligente, sino un intento de construir una argumentación alternativa y crítica al despliegue del imaginario que hasta ahora se ha mostrado dominante. Situamos la cuestión no en si dichas tecnologías están o no bien diseñadas, sino cuestionando elementos previos que tienen que ver con la teoría social que encierran no los productos concretos en sí, sino el aparato (régimen discursivo) a través del cual encuentran acomodo material e ideológico en la ciudad.

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Manu Fernández
Descifrar las smart cities

Researcher + Consultant + Speaker. Sustainability, smart cities, adaptive urbanism, public spaces, networked society @humanscalecity