Planet Centric Design, ¿es por ahí, o no?

María Carla Bozzano
Design Globant
Published in
8 min readApr 22, 2021
Illustrations by Ivan Mesaroš

¿Por qué estamos relacionando al diseño con el planeta?

Todos los seres vivos estamos viviendo una crisis mundial que nos afecta por igual, y no se debe pasar por alto. Muchas de las acciones humanas fomentan el aumento de la crisis climática a niveles atemorizantes y devastadores.

Primero y principal se debe entender que el problema que estamos viviendo no es la desaparición del planeta Tierra, sino que se está atentando contra la desaparición de la vida en ella.

Cada ser vivo cumple un rol en este mundo, y es paradójico interpretar que el humano se caracteriza y diferencia por su capacidad de pensar a futuro, pero pareciera no percibir la dimensión e impacto de sus acciones. Hay infinidad de artículos, investigaciones y documentales que informan sobre el efecto que produce el humano sobre el medio ambiente, así que ahora saltearé este paso para empezar a vincularlo con nuestra actividad: el diseño.

Tiempo de workshop!

¿Qué acciones asociamos rápidamente a contaminación?. Como ciudadanos y como diseñadores ¿dónde podemos tomar acción al respecto?.

Ante la necesidad de implementar herramientas que evalúen el impacto que producen los productos o servicios que realizamos sobre la vida humana, y con la motivación de entender la postura del diseñador ante esta situación, se convocó a 10 UX y UI designers de Argentina, Colombia, México, Perú y Estados Unidos a participar de un workshop, para así llevar a cabo este análisis.

Esta actividad se generó de manera online, mediante videollamadas y herramientas digitales que posibilitaron el trabajo colaborativo simultáneo. Hubo una participación activa, incluso de diseñadores no vinculados estrechamente a los temas medioambientales y sociales.

Primera actividad, analizando “Situación actual”.

Mediante distintas preguntas, primero más generales y abarcativas pensando cómo se encuentra el medio que nos rodea, y luego más precisas sobre nuestra acción, se pudieron analizar y dividir las respuestas en dos grandes grupos: “situación actual” (qué pasa) y “dónde tomar acción” (qué hacer).

Dentro del primer grupo (“situación actual”), se identificó al individualismo, antropocentrismo y el foco en el “bien personal”, como un punto de partida, desde el cual se desencadenan y provocan dos grandes grupos de accionares, directos e indirectos.

En este caso, cuando se habla de directo o indirecto, se hace referencia a la cercanía y visibilidad de un hecho como consecuencia de otro.

Acciones directas, perceptibles a simple vista:

  • Consumo
  • Contaminación

Acciones indirectas, generadas por causa de acciones directas:

  • Destrucción del hábitat
  • Propagación de enfermedades
  • Extinción de especies

Estas acciones no se perciben como algo cercano, la idea de vernos a nosotros como autores o fomentadores de estos hechos por nuestras acciones directas es muy lejana. Se pudo observar, además, que en algunos casos tampoco está presente, ya que nuestra mirada se acorta a lo más inmediato, momentáneo y personal.

No es menor destacar que estamos en un contexto global que nos incita y educa a pensar así. El actuar en pos de un bienestar social global se lo percibió como una postura alternativa, a veces disruptiva, y hasta un poco utópica y exagerada. Este sistema alimenta y fomenta que todo nuestro impacto indirecto sea ignorado o invisible.

Los insights o descubrimientos que se pudieron obtener dieron a entender que:

  • La centralización del problema recae en el individualismo y antropocentrismo de cada humano.
  • En este contexto, el modo de consumir es la acción que más fácil se identifica como causa a la contaminación.
  • Los discursos individuales se centran más en una necesidad de cambio de actitud y acciones directas, que en consecuencias y acciones indirectas. Se ve lo cercano sin entender bien lo lejano, las consecuencias.

Diseñadores, nuestro momento

Y con esto, vamos a lo que más nos interesa: ¿dónde puede intervenir el diseño? ¿cómo se relaciona con nuestra disciplina?

Cada producto o servicio que generamos llega a muchas personas, y cada decisión que tomamos debe ser analizada en un plano de impactos todavía mayor.

La metodología Planet Centric Design (Diseño Centrado en el Planeta) comienza a desarrollarse a finales del año 2019 y principios del 2020, por un grupo de diseñadores que germinan y empiezan a propagar la idea. Ubicando al planeta como centro y foco de nuestro interés, PCD viene a dar respuesta a esta necesidad, sumando actividades, estrategias y preguntas que respondan y reduzcan al mínimo el impacto ambiental y por tanto social que los productos (digitales y no digitales) tienen.

Esta “metodología” (o herramientas a integrar en la creación de productos y servicios) puede implementarse en cualquier etapa del proceso, ya que se incorpora como un paso más donde el foco está en evaluar el real impacto que generará, fomentando momentos de ideación para proponer soluciones o nuevas alternativas más sustentables.

A su vez, se pudo comprender que esta teoría critica y no avala el User Centric Design (Diseño Centrado en el Usuario), pero como opinión personal considero que una combinación de ambas es el mejor resultado: pensemos en la persona, sin descuidar el entorno no-inmediato. Como resultado, un producto más ético.

Entonces, ¿qué plantea PCD?

En cuanto a sus enfoques, mientras User Centric Design plantea analizar lo deseable, factible y viable, Planet Centric Design propone ir más allá, y también analizar lo responsable, transparente y sistemático:

  • Siendo entonces conscientes de qué es realmente lo que estamos haciendo y generando en y para el mundo.
  • Dando un mensaje transparente y claro a la persona usuaria, para incluso así fomentar “nuevas” perspectivas.
  • Involucrándose en la cadena de valor y las redes de partes interesadas, yendo más allá de la interfaz y aceptando complejidades.

Para ello, se pueden tomar e intercambiar herramientas propias del Design Thinking para producir un cambio significativo.

No es menor señalar desde dónde parte y se propaga el UCD: nace bajo un contexto capitalista en el cual todos estamos inmersos o relacionados, generando uso y abuso de los recursos; pero este nuevo llamado de PCD surge para visibilizar la idea de que no podemos suspender el mundo por un pensamiento a corto plazo, porque con ciertas decisiones que tomamos, en paralelo, vamos acelerando nuestra desaparición (y ¡ojo! no es exagerado, es real), como explica Kwame Ferreira en su artículo “A case for planet centric design”.

A medida que mejoramos el UCD, en paralelo estamos acelerando nuestra desaparición.

Según un relevamiento que generé, cuando se menciona “Planet Centric Design” a personas que nunca habían leído sobre el concepto, se lo asocia más rápidamente con motivos casi exclusivamente ambientales, causas ecologistas, donde muchas personas no se sienten movilizadas por la causa y por tanto, pueden hacer caso omiso a lo que esta metodología plantea, o simplemente no sentirse atraídos por profundizar. Mientras que por el otro lado, como ya sabemos, el término “User Centric Design” toma al usuario como un consumidor, centrándose en él y en su entorno cercano.

Considero que ninguna de ambas terminologías terminan de representar por completo la idea que se plantea. Ni un concepto que se alinee y haga foco exclusivamente en el planeta, ni tampoco en una persona puntual usuaria y consumidora.

Me gustaría llamar a pensar en una fusión de estas prácticas y terminologías, donde como diseñadores sigamos partiendo de un ser humano, viendo su contexto inmediato, pero teniendo en cuenta su entorno no inmediato como algo también relevante e indispensable. ¿Cómo puedo hacer que la funcionalidad que estoy creando, el producto que estoy optimizando y el servicio que estoy mejorando, tengan el menor impacto a nivel global, bajo la perspectiva que se lo analice?.

Se podría retomar el concepto de “Human Centric Design” (Diseño Centrado en el Humano), no como sinónimo de un Usuario -como actualmente sucede en la relación UCD/HCD-, sino entendiendo a la persona como un ser vivo de la raza humana, parte de un sistema complejo, natural, parte de un colectivo, del cual cada acción que genere va a repercutir en este planeta. Luego por tanto, aplicando herramientas necesarias para disminuir el impacto negativo en todos los aspectos que involucra.

Y ahora sí, además de empezar a usar terminologías de manera más consciente, también incorporar decisiones, estrategias, nuevas reglas, que creen productos y servicios más conscientes. Porque sus impactos repercuten acá, en el mundo real.

Ok, last step:
¿Cómo se implementa todo esto en el diseño digital?

Para empezar a implementarlo, es necesario involucrarnos. Puede que sea más fácil visualizarlo en el marco del diseño industrial, donde tenemos materiales tangibles y procesos de construcción que relacionamos más rápidamente con lo sustentable.

Pero podemos pensar en modos de visualización en mobile apps, como dark mode, ya que además de ser inclusivo para personas con distintas capacidades visuales, contribuye con el ahorro de batería y por tanto disminuye el consumo de la energía. Si a su vez proponemos mensajes informativos (que terminarían cobrando un carácter educativo) que le comunique sus beneficios al usuario, estamos generando una cadena mucho más significativa de lo que creíamos.

También se puede implementar en la logística de un servicio. Vamos a dar el ejemplo con una aplicación móvil que hace delivery de comida: 3 personas de un mismo barrio piden su comida favorita al mismo negocio, generando que 3 personas repartidoras conducidas por motocicletas generen el mismo trayecto. Es fácil entender que no es necesario, y que a costa de velocidad e inmediatez para obtener un producto al instante, hay vehículos que generan tramos innecesarios, y por tanto, más contaminación.

Frenar y analizar los comportamientos de un producto digital, con la intención de disminuir su huella de carbono al mínimo, permite visualizar puntos de inflexión donde podemos sugerir, actuar y crear un gran impacto positivo.

Soluciones hay miles y van a depender indiscutiblemente de las características que tome cada producto, variables del contexto, geografía, objetivos, etc. Estos son simples acercamientos de la propuesta que hace Planet Centric Design al mundo del diseño digital. Tanto desde la UI como desde la logística del producto hay múltiples factores que pueden modificarse para generar un producto más ético.

Sólo necesitamos compromiso, y sentarnos a idear :)

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