“Pero bueno, basta de hablar de mí. Hablemos de ti: ¿qué piensas de mí?”

Los negocios son tan parecidos al amor…

Consejos para enamorar a tus usuarios.

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4 min readFeb 2, 2017

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Imagina que vas a una primera cita con esa persona que conociste hace unos días. Ahora que está frente a ti y decidiste invertir tu tiempo para darle la oportunidad de conocerla, resulta ser más atractiva de lo que recuerdas (¡uf! buen inicio👌🏿). Pasan 10 minutos y no hace más que hablar de su trabajo, sus fiestas y lo encantadora que cree ser 🙄 Miras arriba, abajo, le das un trago a los hielos derretidos de tu vaso y mueves desesperadamente la pierna bajo la mesa. Cuando no puedes más, inventas que te tienes que ir y sales corriendo.

Con los negocios pasa exactamente lo mismo. Una primera cita es como visitar un sitio por primera vez; un ad de Facebook es la casualidad del ligue en el bar; una búsqueda en Google es como explorar el catálogo de Tinder con la esperanza de encontrar lo que necesitas. Desafortunadamente, en el mundo de los negocios la mayoría de estas primeras citas terminarán en desastre: te habrás topado con la marca ególatra que no deja de hablar de sí misma y no querrás volver a ver.

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¿Qué está mal? ¿Por qué es tan difícil generar una conversación con el usuario? ¿Por qué no creamos experiencias memorables? Porque la mayoría de las marcas diseñan para generar una venta o para provocar un momento efímero, en vez de diseñar para construir relaciones. Relaciones que evolucionan con el paso de tiempo.

Piensa en un día cualquiera. Seguro visitas decenas de sitios web en su mayoría (espero) visualmente bien diseñados. Y si en 10 segundos una de esas páginas -digamos agradables- no te dice nada, o más importante aún, no te hace sentir nada, saldrás de ahí y tu cerebro borrará esa experiencia vacía para siempre.

Usar colores bonitos, enlistar tus cualidades y cerrar con reseñas de tus amigos, no hará tu sitio especial. Y es que cualquier marca puede decirse “la mejor” de su industria, de la misma forma en que yo puedo decir que soy bien buena onda. Pero al final quien decide es la gente, no yo. Igual con una marca: no importa qué tan buena, diferente, innovadora o exclusiva diga ser, quien tiene la última palabra es el usuario.

Del coqueteo a la conquista

El primer paso es hacerte notar. Una vez que el usuario sabe que existes, llegará a ti de alguna forma. Ya lo tienes ahí, ¡es un gran paso! Ahora no desperdicies la oportunidad de conquistarlo, porque podría ser la única que tengas.

No lo aburras diciendo lo mucho que te gusta ser tú o hablando mal de la competencia. Enfócate en provocarle una emoción que asocie con una situación real o con una mejor versión futura de sí mismo. Entonces sabrá que vas en serio y estarás más cerca de conquistarlo.

💓 Tip no.1: una relación inicia con una conversación; no esperes que el usuario suelte información sin antes haberle dado algo de valor.

Dando y dando…

El siguiente paso es transformar esa emoción en un sentimiento. Toda relación se trata de sentimientos: en una buena, son positivos; en una mala, negativos. ¿Y cómo provocar sentimientos buenos? Haciendo lo que todos tus ex te han pedido: escuchar. Escucha a tu usuario… haz un genuino esfuerzo por conocerlo.

💓 Tip no. 2: en vez de decir “éste es mi producto, espero que te sirva”, sé empático y demuestra tu valor –“sé que tienes un problema y puedo ayudarte a resolverlo”.

Crear una buena relación toma tiempo y esfuerzo. Es aquí cuando el copywriting entra al juego. El trabajo consiste en seleccionar las palabras adecuadas para contar una historia en que el usuario sea el protagonista. Hay que conocer a profundidad su problema, sus miedos y preocupaciones, para presentarle nuestra marca como esa guía que le ayudará resolver su problema por sí mismo (o al menos eso hay que hacerle creer ¯\_(ツ)_/¯).

💓 Tip no. 3: La gente dice que la gente no lee. Por supuesto que no lee ni compra algo que parece no traerle ningún beneficio.

Así como en el amor, conquistar a un usuario es cuestión de experimentar y aprender de las malas experiencias. Hay que encontrar el punto exacto entre calidez y profesionalismo; entre lo casual y lo confiable. Mostrarnos cercanos pero respetando la inteligencia y espacio personal del usuario. Expresar empatía, simplicidad, claridad y carácter. Ofrecerle información relevante y suficiente.

En conclusión, en la vida y en los negocios, crear una buena relación es cuestión de decisiones. Elige no ser la cita desastrosa. Elige no ser el que exige sin dar nada a cambio. Elige ser la marca que hace que el usuario agradezca haberle dado su valioso tiempo. Elige ser la experiencia que mejora su vida.

Desde 2015, soy Fellow en 23 Design con la misión de encontrar palabras que ayuden a solucionar problemas de los negocios.

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Gracias a Max Vera por las ilustraciones 🌚

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