Los Diseñadores invisibles

¿Quién está detrás de lo que usas todos los días?

Omar Tosca
Spotlight

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—¿A qué te dedicas?

—Soy diseñador.

—¿De qué o qué?

—Diseñador de interfaces.

—Ah, de páginas web.

—…

Para este punto de la conversación, comenzaba mi misión evangelizadora de explicar lo que hago en la vida. Sin embargo, sin entender bien las razones, terminaba fallando.

Desde una perspectiva general, no es difícil imaginar lo que hace un médico o lo que hace un físico nuclear.

Entonces, ¿cómo es que los demás no podían entender lo que hago? O mejor dicho: ¿Cómo es que yo no podía explicar algo que para mí era tan obvio?

“If you can’t explain it simply, you don’t understand it well enough.” — Albert Einstein

Cuestión de enfoques

El problema es que estaba abordando una respuesta desde el enfoque equivocado.

No era hablar de un diseñador de interfaces, diseñador de interacción o diseñador de experiencias, era explorar el concepto del Diseñador con D mayúscula.

Diseñadores que observan constantemente a su alrededor. Que comprenden el funcionamiento bajo la observación. Que se adaptan para explotar esa comprensión. Que detectan patrones en comportamientos. Que leen de diferentes temas y se cultivan de diferentes culturas.

Diseñadores que piensan en soluciones para ese entorno que observan y en el que pueden adaptar ideas que divergen y convergen, no sólo por sí mismos sino con sus semejantes.

Diseñadores que no precisan una sola disciplina. Que requieren de un conocimiento suficiente de muchas otras para acercarse con mayor claridad a la solución de un problema desde un pensamiento crítico.

Lo invisible

El pensamiento crítico de un Diseñador es una cualidad que pasa desapercibida. Sea una página web, un anuncio gigante con una manzana o una silla de madera. El alcance hacia el proceso es invisible y la visión se reduce a las ejecuciones visuales.

El mundo ignora los detalles, las decisiones que se toman detrás, los conceptos aplicados.

Que, para aclarar, no es necesariamente malo.

Si una persona disfruta usar un objeto, ignora por completo las razones; pues sus sensaciones son naturales y por tanto invisibles desde su perspectiva. Lo que normalmente es resultado de un buen diseño.

Pero es justo ese lado invisible del diseño lo que vuelve tan complicado para los demás comprender lo que hacemos.

Para los ajenos es dibujar cuadros por dibujar, es poner un logo en el centro más grande para que se vea más, es decidir el color de la madera más allá de su forma.

Un todo

Una cosa que he aprendido entre diseñadores es que explicar el proceso es complicado sin el contexto adecuado.

Es más bien llevar las conversaciones hacia las razones por las cuales el proceso funciona como un camino para llegar al resultado final, sin expresarlo como algo ajeno.

Es explicar el diseño como un todo, convirtiendo lo invisible en una simple obviedad.

Omar es Fellow en 23 Design desde 2015. Invisible para algunos, especial para todos los demás.

¿Sientes que los diseñadores somos seres invisibles para el mundo? Dale ❤︎ para dejar de ser invisibles.

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