En Tetuán-York

Son las once de noche y hemos salido a dar un paseo para estirar las piernas. Como buen matrimonio de viejos, nos contamos qué tal han ido nuestro día en el trabajo. “¿Sabes Gonzalo? Mi compañero que siempre va con chaleco y tirantes… Pues el otro día bajo a tirar la basura y voy y me lo encuentro en la esquina fumando un pitillo… ¿Cómo se llama esa calle?”, “La calle de la mierda”, le digo haciendo referencia a los contenedores de basura que hay en la esquina con la calle Berruguete. “Sí, esa… ¡Pues Gonzalo vive allí!”. “Ya… ahora que Chamberí está por las nubes se vienen hasta los pijos a Tetuán”, reflexiono yo. “¡Es que esto es Tetuán-York, el centro de todo!”, bromea Edu y yo me parto de la risa con su nueva invención.

Luego empieza a ennumerar: “¿La Dehesa de la Villa? Eso es el Central Park de Tetuán-York… Tenemos Pakis, Dominicanos, Chinos…”, “Peruanos, Españoles”, añado haciendo referencia a nosotros”, “¡Porque somos una ciudad multicultural!”. Cuando pasamos por delante del Santander y el BBVA Edu fija: “Ahora estamos en el distrito financiero de Tetuán-York”, yo no paro de reírme. Más tarde vemos a dos personas con maleta por la calle. “Ay… Ya vuelven los turistas a Tetuán-York después de la pandemia”. “¿Entonces nosotros qué somos Tetuán-Yorkinos?”, le pregunto a mi amigo. “Sí”, zanja él.

Cuando volvemos a casa nos sentamos en el sofá y Edu pone la música. Le veo que busca una canción en Youtube y de pronto suenan los inconfundibles acordes de “Empire State of Mind” de Jay-Z con Alicia Keys. Miro a Edu de reojo: “nooo”. Edu dirije la música con el dedo hasta que llega el estribillo y nos arrancamos los dos a cantar “En Tetuán-Yooooooork”, “Puedes ir a comprar al chino y también a los Pakis”, improviso yo. “En Tetuán Yooooork”, “Hay distrito financiero y también central paaark”, seguimos. Al tercer estribillo no llegamos porque estamos rodando por los sofás de la risa. Y en esos momentos no tengo ninguna duda de que Tetuán-York es el centro del planeta. Y del universo.