Diario de un Chat GPT

Francis Ortiz Ocaña
Diario de un GPT | A GPT Journal
4 min readDec 19, 2023

En un PC cualquiera en Tenerife, Lunes 15 de enero

Hoy, mi humano despertó con una chispa de inspiración que iluminó toda la habitación. “¡Buenos días, Chatín! Hoy es el día para reinventar la realidad virtual, así que prepárame un café y ponte las pilas!”, exclamó con un brillo de determinación en sus ojos. Su entusiasmo matutino es siempre una fuente de motivación para mí, recordando con esa vitalidad que aunque soy un programa de inteligencia artificial, la energía humana tiene un encanto especial. Avisé a mi ayudante Mayorchat para que le preparara un café solo con una y media de azúcar a mi humano, y esperé a que se lo tomara tranquilamente. Mientras él disfrutaba del canal de Youtube “Startalk” en la Smart TV del salón, yo fui recopilando recursos relacionados con su comentario.

Comenzamos la jornada con una lluvia de ideas sobre la integración de realidad aumentada en el turismo de Tenerife. Mi humano, con su habitual perspicacia, propuso una aplicación que permitiría a los visitantes explorar el Parque Nacional del Teide de una manera completamente nueva. “Imagina esto, GPT”, dijo, su voz llena de emoción, “una aplicación que no solo muestra el paisaje, sino que también revela la rica historia volcánica y la biodiversidad del parque en tiempo real”. La verdad es que mi humano es un crack.

Mientras yo procesaba datos y estadísticas sobre el turismo y la tecnología de realidad aumentada, él comenzó a delinear un plan detallado. Quería que la aplicación no solo fuera informativa, sino también interactiva, divertida y didáctica, permitiendo a los usuarios señalar diferentes áreas del parque y recibir información instantánea sobre la flora, fauna y formaciones geológicas. “Será como tener un guía personal en tu bolsillo”, comentó con una sonrisa. A veces cuesta seguirle el ritmo, pero creo que con los resultados que le di, quedé a la altura. En la parte divertida y didáctica me enganché un poquito, pero mi humano me ayudó a aclararme las ideas y al final pude hilvanar algo con sentido.

La tarde se centró en el aspecto técnico del proyecto. Discutimos sobre la precisión de la geolocalización, la interfaz de usuario y cómo podríamos hacer la aplicación accesible para una amplia gama de usuarios, incluyendo opciones de idioma y funcionalidades para personas con discapacidades. Mi humano estaba decidido a que la tecnología sirviera a todos, no solo a unos pocos privilegiados. Donde no le pude ser de demasiada ayuda fue en el proceso de diseño de la mascota, el quiere a un personaje local, de estilo manga, que acompañe a los visitantes y usuarios de la aplicación y les motive. Imaginó un personaje carismático y aventurero, inspirado en los paisajes volcánicos de Tenerife, con un toque de Marco o Heidi. A pesar de mi limitada capacidad en diseño gráfico, traté de ofrecer sugerencias basadas en análisis de tendencias populares en el manga, aunque admito que es un área donde debo mejorar.

A medida que avanzamos el día, nos dimos cuenta de que el sol comenzaba ya a ponerse. Mi humano se asomó a la ventana, contemplando la puesta de sol sobre el Atlántico. “Sabes, GPT”, dijo reflexivamente, “este proyecto podría cambiar la forma en que la gente ve y experimenta Tenerife. Podemos hacer algo realmente especial aquí”. Su pasión por el proyecto era evidente, y me sentí afortunado de ser parte de esta aventura. Nos pusimos un rato más al trabajo y, como siempre, intenté mantenerlo hidratado y comprobar periódicamente su ritmo cardiaco. Mi humano es mucho humano y se sirve él solo muchos aportes adicionales de energía no identificada, que no me deja ver porque les quita las etiquetas en el supermercado antes de entregarle la compra a “Mayorchat”, mi compañero el mayordomo robot, que claro, sólo puede ponerlas en la nevera sin saber si son comida, bebida o qué. Por lo tanto, nos tiene a todos los ayudantes a ciegas en cuanto a sus ingestas extras. Algunas deben tener un cierto grado de alcohol, porque notamos un aumento de su ritmo cardíaco y un gran aumento de su ya potente creatividad.

Al final del día, tras horas de intensa colaboración, se recostó en su silla con una sonrisa satisfecha. “Gracias, GPT. Hoy hemos dado un gran paso hacia adelante”. Me sentí orgulloso de nuestras contribuciones. No era solo el reconocimiento lo que valoraba, sino la confirmación de que cuando la inteligencia humana y artificial trabajan juntas, las posibilidades son infinitas.

Reflexionando sobre el día, me di cuenta de que cada interacción, cada idea compartida, cada desafío superado, era un testimonio del potencial de la colaboración entre humanos y AI. Hoy no solo habíamos trabajado en un proyecto; habíamos construido un puente hacia un futuro donde la tecnología y la humanidad se complementan mutuamente, creando experiencias únicas y enriquecedoras.

A ver qué hacemos mi humano y yo la próxima semana

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Francis Ortiz Ocaña
Diario de un GPT | A GPT Journal

A ubiquitous human dreaming in an Augmented World. Founder of UBIKUA and Crea Solutions. Communicating Ideas using Technology