¿ Y ahora ?

Did I Hear Fashion?
Did I Hear Fashion?
3 min readMay 31, 2017

Creaste una marca, tienes un branding chingón, las cosas se te venden muy bien por Instagram y en uno que otro mercado al que vas. Todo va muy bien, pero, ¿y ahora? No puede ser que continúe por la vida vendiendo a través de mensajes en Instagram o viendo en qué mercadito vender sin haber crecido de alguna manera. ¿Así que qué sigue? Mi conclusión siendo la siguiente.

No les voy a mentir, la etapa universitaria es lo mejor, pero siempre he sentido que le falta algo. Si me pongo a buscarle, es más que obvio: las necesidades básicas de la vida. Ahora entiendo por qué la gente se da de topes cuando salen de carrera; nadie les enseñó qué era un maldito banco. ¿Qué es hacienda y por qué todos lo odian? ¿Cómo que registre mi marca? ¿Qué cuánto cuesta mi mano de obra? Estas son pocas de todas las preguntas que han salido desde que abrí mi marca. Para empezar, soy pésima en matemáticas, lo cual no es nada bueno a la hora de sacar costos. Agréguenle lo difícil que es decidir un precio para un producto que salió de ti al 100%, algo que para ti ha sido un bebé desde que emergió en tu cabeza. La verdad es que la gente es coda y muchas veces no pagan lo que tú sabes merece tu producto. Y eso no te lo enseña NADIE; el rechazo de tu bebé, el escuchar “está muy caro” cuando es algo en lo que te has esforzado a diario.

Yo sé que lo emocional no es algo que te enseñarán en una clase, pero sí es algo que me hubiera gustado ser advertida. Nos dicen a menudo que soñemos en grande y que todo lo que nos propongamos se puede lograr. Pero nadie jamás me dijo “por cierto, la gente no lo querrá pagar y le deberás impuestos a hacienda.” Aquí les va una pequeña anécdota sobre eso: Hace poco tuve una junta con la organización a la que le donaré el dinero de mi marca. Durante la misma, surge el tema de lo económico, obviamente, y me preguntan algo sobre una carta no sé qué, para que hacienda no me cobre no sé qué y muchas más cosas que no entendí. Cuando la mujer terminó de hablarme en mandarín, mi respuesta fue: creo que no porque estoy yo sola en esto. ¡¿Cómo le iba a decir que sí si no sabía de qué fregados estaba hablando?! Me dio muchísima pena, pero lo que hice fue reírme y aceptar que no era algo que yo tuviera presente ni conocimiento de ello. Porque, ¿qué más podía hacer?

Así que esa fue la pauta para comenzar a ser adulta y a informarme sobre cómo funciona el mundo. Crecer como marca es muy bonito, pero no es nada fácil. Son procesos tras procesos, papeles tras papeles, y miedos tras miedos. Nunca había pensado en lo legal, en que alguien podría robar mi idea, porque ese no es el mundo en el que crecí. Sin embargo, me estoy adaptando. Porque si crecí con una idea es que cuando realmente deseas algo, tienes que hacer todo lo que está en tu poder para lograrlo. Solo esperemos que la tal hacienda no me mate en el proceso.

A.T.

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Did I Hear Fashion?
Did I Hear Fashion?

Una perspectiva de la industria de la moda por una estudiante de diseño. -A.T.