¿Y mi glamour qué?

Una diseñadora que admiro en nuestro pequeño desorden que llamamos “estudio de diseño”.

Jamás había estado tan equivocada como cuando pensé que la carrera de diseño de moda era glamurosa. Realmente viví engañada soñando con eventos estilo NYFW cada semana, pensando que tomaría mimosas con mis maestros y que seríamos de esas personas molestas que usan lentes de sol dentro del salón (las cuales sí hay). Pero nada de eso era verdad. La Licenciatura en Diseño Textil y de Moda no tiene NADA de glamurosa.

La moda es fabulosa, claro, pero la carrera en sí; el estudiante de diseño de moda no vive ese glamour hasta que esté en el nivel de alguien como Anna Wintour. Lo cual tarda décadas en suceder.

Starter pack para un estudiante de diseño: manta, alfileres, azúcar y mucho café.

En épocas pesadas durante el semestre pasamos días desvelados usando la misma ropa deportiva por tres días seguidos, porque si no tenemos tiempo para comer, mucho menos para cambiarnos. Pasamos horas en el estudio de costura con la misma gente que termina harta de nosotros por toda la basura que se grita cuando te obligan a descoser. Misma gente que sabe exactamente a qué hora comienza el llanto de desesperación o la locura que nace por el encerramiento.

Lo que pensé serían mimosas por la mañana, terminaron siendo cantidades peligrosas de café; y cuando pensaba que nuestros accesorios serían los lentes de sol dentro del salón, resultó que serían unas ojeras preciosas que tantas horas de trabajo nos han dejado. Estamos oficialmente marcados.

Una gran diseñadora y amiga.

Durante el semestre hay uno que otro evento de moda que se podría considerar glamuroso. Estos son las pasarelas de las escuelas de diseño de Monterrey, mismas que resultan fabulosas, siempre y cuando no las organizamos nosotras. Organizarlas es lo mejor de todo, ese es el tipo de adrenalina que me fascina, pero de glamuroso no tiene nada. Mucho menos cuando los asuntos con los modelos se ponen violentos porque no te hacen caso.

Pero el verdadero glamour pasa cuando, después de toda esa friega y todo el trabajo, ves tu producto terminado y puedes decir con orgullo “yo lo hice”. El sentimiento de haber creado algo que solo comenzó como una idea en tu cabeza resulta extremadamente reconfortante y te ayuda a olvidar todas las veces que le mentaste la madre al profe por presionarte tanto (pero siempre con amor).

La única maleta en la que cabía todo mi material. La arrastré por dos semanas por todo el campus.

Termino comentando sobre la frase “The bags under my eyes are Chanel”. Ahora entiendo que no es una frase que simule moda, sino el esfuerzo extremo de la gente de Chanel para sacar adelante una marca tan prestigiosa.

“The bags under my eyes are UDEM.” — A.T.