Admiten en EEUU el papel de los nazis en Ucrania

La Cámara de Representantes de EEUU ha admitido una fea verdad que los principales medios de comunicación del país han tratado de ocultar al pueblo estadounidense: que el régimen post-golpe de Ucrania ha confiado fuertemente en las tropas de asalto nazis para llevar a cabo su sangrienta guerra contra los rusos étnicos

Javier Villate
Diferencias
11 min readNov 7, 2017

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ROBERT PARRY

Milicianos neonazis del batallón Azov ucraniano.
Milicianos neonazis del batallón Azov ucraniano.

ADVERTENCIA: Este interesante artículo fue publicado el 12 de junio de 2015 por CONSORTIUMNEWS.COM. La decisión de la Cámara de Representantes de EEU de prohibir las ayudas económicas y militares a los neonazis del batallón ucraniano de Azov fue posteriormente anulada en 2016, como se explica en este artículo de EL MICROLECTOR. No obstante, la información aportada es tan valiosa que he creído que merece la pena su traducción.

El pasado mes de febrero, cuando los rebeldes étnicos rusos se acercaban al puerto ucraniano de Mariúpol, el NEW YORK TIMES describió a los héroes que defendieron la ciudad y la civilización occidental como el valeroso batallón Azov que se enfrentó a los bárbaros. Lo que el TIMES no dijo a sus lectores fue que estos “héroes” eran nazis y que algunos de ellos portaban esvásticas y símbolos de las SS.

El largo artículo del TIMES, firmado por Rick Lyman, encaja con su lamentable papel de “periódico de referencia” de EEUU, que se ha apuntado a una propaganda descarada que oculta el lado oscuro del régimen post-golpe de Kiev. Pero lo que hace que el tristemente típico artículo de Lyman sea digno de mención hoy en día es que la Cámara de Representantes de EEUU, controlada por los republicanos, acaba de votar unánimemente prohibir que la ayuda estadounidense vaya al batallón Azov debido a su ideología nazi.

Cuando ni siquiera una Cámara de Representantes dominada por halcones tiene estómago para soportar a estas tropas de asalto nazis, que han servido de punta de lanza de Kiev contra la población étnica rusa del este de Ucrania, ¿qué nos dice eso sobre la honestidad e integridad del NEW YORK TIMES, cuando encuentra tan admirables a estos mismos nazis?

Y no era que el TIMES no tuviera espacio para mencionar la mancha nazi. El artículo tuvo mucho color y detalles, citando de forma destacada las declaraciones de un líder del batallón Azov, pero no encontró espacio para mencionar la molesta verdad de que estos nazis habían jugado un papel clave en la guerra civil ucraniana en apoyo a la política de EEUU. El TIMES simplemente se refirió a Azov como una “unidad de voluntarios”.

El 10 de junio [de 2015], la Cámara de Representantes aprobó una enmienda bipartidista a la Ley de Apropiaciones para la Defensa por la que se bloqueó el entrenamiento del batallón Azov por parte de EEUU y se rechazó la transferencia de misiles antiaéreos portátiles a combatientes iraquíes y ucranianos.

“Agradezco que la Cámara de Representantes aprobara por unanimidad mis enmiendas anoche para asegurar que nuestras fuerzas armadas no entrenen a los miembros del repulsivo batallón neonazi Azov, junto con mis propuestas para mantener a los peligrosos y fácilmente traficados MANPADs fuera de estas regiones inestables”, dijo el congresista John Conyers, uno de los proponentes de la enmienda.

El símbolo neonazi Wolfsangel junto a una bandera de Ucrania.
El símbolo neonazi Wolfsangel junto a una bandera de Ucrania.

Describió al batallón Azov como una milicia voluntaria de mil hombres, parte de la Guardia Nacional ucraniana, que la revista FOREIGN POLICY caracterizó como “abiertamente neonazi” y “fascista”. No es una fuerza oscura. El ministro ucraniano del interior Arsen Avakov, que supervisa las milicias armadas en el país, anunció que las tropas de Azov estarían entre las primeras unidades entrenadas por los 300 asesores militares estadounidenses que han sido enviados a Ucrania en una misión de entrenamiento denominada “Guardián Intrépido”.

Supremacismo blanco

El viernes, un artículo de Leonid Bershidsky en BLOOMBERG NEWS señalaba que

es fácil ver por qué [Conyers] tendría un problema con la unidad militar comandada por el legislador ucraniano Andrei Biletsky: Conyers es miembro fundador del Caucus Negro del Congreso, Biletsky es un supremacista blanco.

Biletsky dirigió Patriotas de Ucrania [predecesor del batallón Azov] desde 2005. En una entrevista realizada en 2010, describió a la organización como “tropas de asalto” […] La ideología del grupo era el “nacionalismo social”, un término que Biletsky, que es historiador, sabía que no engañaría a nadie.

En 2007, Biletsky se opuso a la decisión del gobierno de imponer multas por comentarios racistas: “¿Por qué el ‘amor a los negros’ en un nivel legislativo? ¡Quieren machacar a todos los que se han levantado para defenderse a sí mismo, a su familia, a su derecho a ser dueños de su propia tierra! Quieren destruir la resistencia biológica de la Nación a todo lo ajeno y que hagamos lo que le ha pasado a la Vieja Europa, donde las hordas de inmigrantes son una pesadilla para los franceses, los alemanes y los belgas, donde las ciudades se ‘ennegrecen’ rápidamente y el crimen y el tráfico de drogas están invadiendo hasta los rincones más remotos”.

El artículo de BLOOMBERG continuaba así:

Biletsky aterrizó en la cárcel en 2011, después de que su organización tomara parte en una serie de tiroteos y peleas. Tras la denominada revolución de la dignidad del año pasado, fue puesto en libertad por ser considerado preso político; organizaciones derechistas, con su entrenamiento paramilitar, desempeñaron un papel importante en la fase violenta del levantamiento contra el expresidente Víctor Yanukovich. Las nuevas autoridades — que incluyen al partido ultranacionalista Svoboda — quisieron mostrarle su gratitud.

La guerra en el este les dio a los soldados de Biletsky una oportunidad para alcanzar un estatus más elevado de lo que podían haber esperado jamás. Combatieron ferozmente y el otoño pasado, el batallón Azov, con 400 efectivos, pasó a formar parte de la Guardia Nacional, siendo autorizados a reclutar hasta 2.000 combatientes y a obtener armamento pesado. ¿Qué hay que decir del hecho de que algunos de sus miembros tengan símbolos nazis tatuados en sus cuerpos y la bandera de la unidad incluya el Wolfsangel, ampliamente utilizado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial?

En una entrevista con la revista ucraniana FOCUS en septiembre pasado, Avakov, responsable de la Guardia Nacional, protegió a sus héroes. En referencia al Wolfsangel dijo: “En muchas ciudades europeas forma parte del emblema de la ciudad. Sí, la mayoría de los chicos que son miembros de Azov tiene una visión particular del mundo. ¿Pero quién te dijo que puedes juzgarles? No olvides lo que el Batallón Azov hizo por el país. Recuerda la liberación de Mariúpol, el combate de Ilovaysk, los últimos ataques cerca del Mar de Azov. Que Dios permita que cualquiera que los critique haga el 10 por ciento de lo que ellos han hecho. Y quien me diga que estos chicos predican ideas nazis, portan la esvástica y demás son unos mentirosos descarados y unos tontos”.

Aunque la votación en la Cámara de los Representantes del 10 de junio ha arrojado algo de luz sobre este oscuro rincón del régimen de Kiev, apoyado por EEUU, la realidad es bien conocida desde hace muchos meses, aunque ha sido minimizada por la mayoría de los medios de comunicación occidentales y a menudo desdeñada como “propaganda rusa”.

Incluso el TIMES ha incluido al menos una breve referencia a esta realidad, aunque la ha enterrado en lo más profundo de un artículo. El 10 de agosto de 2014, un artículo del TIMES mencionaba el sesgo nazi del batallón Azov en los tres últimos párrafos de un largo artículo sobre otro tema. Esto es lo que decía:

La lucha por Donetsk ha tomado un giro letal: el ejército regular ha bombardeado posiciones separatistas, tras lo cual se han producido una serie de caóticos y violentos asaltos de una media docena de grupos paramilitares que rodean la ciudad y que están dispuestos a lanzarse al combate urbano.

Las autoridades de Kiev dicen que las milicias y el ejército coordinan sus acciones, pero las milicias, que cuentan con unos 7.000 combatientes, están furiosas y, a veces, son incontrolables. Una de ellas, conocida como Azov, que se apoderó de Marinka, lleva un símbolo neonazi parecido a la esvástica en su bandera.

Sobre esta historia, véase “NYT Discovers Ukraine’s Neo-Nazis at War”.

Escalofríos en la columna vertebral de Europa

El periódico conservador LONDON TELEGRAPH ofreció más detalles sobre el batallón Azov en un artículo del corresponsal Tom Parfitt, quien dijo que

el uso de paramilitares voluntarios por parte de Kiev para acabar con las “repúblicas populares” de Donetsk y Lugansk, apoyadas por los rusos, deberían provocar escalofríos en la columna vertebral de Europa.

Batallones recientemente organizados como Donbas, Dnipro y Azov, con varios miles de hombres en sus filas, están oficialmente bajo el control del ministerio del interior, pero su financiación es turbia, su entrenamiento inadecuado y su ideología frecuentemente alarmante. Los milicianos de Azov utilizan el símbolo neonazi Wolfsangel en sus banderas y son abiertamente supremacistas blancos y antisemitas.

Basándose en entrevistas con miembros de la milicia, el TELEGRAPH sostiene que algunos combatientes de Azov dudan de la existencia del Holocausto, han expresado su admiración hacia Adolf Hitler y reconocen que son ciertamente nazis.

Biletsky, el líder de Azov, “también es jefe de un grupo ucraniano extremista llamado Asamblea Social Nacional”, según el mencionado artículo, que cita un comentario de Biletsky: “La misión histórica de nuestra nación en este momento crítico es dirigir a las razas blancas del mundo a una cruzada final por su supervivencia, una cruzada contra el Untermenschen[1] controlado por los semitas”.

En otras palabras, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, un gobierno ha enviado tropas de asalto nazis para atacar a una población europea y las autoridades de Kiev sabían lo que estaban haciendo. Las autoridades ucranianas de Kiev reconocieron al TELEGRAPH que conocían las ideologías extremistas de algunas milicias, pero insistieron en que contar con tropas fuertemente motivadas para luchar era una prioridad más alta. (Véase “Ignoring Ukraine’s Neo-Nazi Storm Troopers”.)

Pero una contraofensiva rebelde liderada por rusos étnicos el pasado mes de agosto revirtió muchas de las ganancias de Kiev y llevó a Azov y otras fuerzas gubernamentales de vuelta a la ciudad portuaria de Mariúpol, donde el reportero Alec Luhn, de FOREIGN POLICY, también se encontró con los nazis. Esto es lo que escribió:

Banderas azules y amarillas ucranianas ondean en el edificio quemado del ayuntamiento de Mariúpol y en los puestos de control situados en torno a la ciudad, pero en una escuela de deportes, cercana a una enorme factoría metalúrgica, otro símbolo es igualmente prominente: el Wolfsangel, símbolo que fue ampliamente utilizado por el Tercer Reich y que ha sido adoptado por grupos neonazis.

Las fuerzas prorrusas han dicho que están luchando contra nacionalistas y “fascistas” ucranianos y, en el caso de Azov y otros batallones, estas afirmaciones son esencialmente ciertas.

Cascos de las SS

Han seguido apareciendo más pruebas sobre la presencia de nazis en las filas de los combatientes del gobierno ucraniano. Los alemanes quedaron sorprendidos al ver un vídeo de milicianos de Azov con esvásticas e insignias de las SS. Según NBC NEWS, “los alemanes se toparon con imágenes del oscuro pasado de su país cuando la televisión pública alemana ZDF mostró, en su noticiero vespertino, un vídeo de soldados ucranianos con símbolos nazis en sus cascos”.

Símbolos nazis en los cascos de miembros del batallón ucraniano Azov, tal como fue grabado por un equipo de una televisión noruega y mostrado en la televisión alemana.
Símbolos nazis en los cascos de miembros del batallón ucraniano Azov, tal como fue grabado por un equipo de una televisión noruega y mostrado en la televisión alemana.

El vídeo fue grabado en Ucrania por un equipo del canal noruego TV2. “Estábamos haciendo un reportaje sobre el batallón ucraniano Azov en la ciudad oriental de Urzuf, cuando nos encontramos con estos soldados”, dijo a NBC NEWS Oysten Bogen, corresponsal de la cadena privada de televisión. Minutos antes de que las imágenes fueran grabadas, Bogen dijo que había preguntado a un portavoz si el batallón tenía tendencias fascistas. La respuesta fue: “No, somos simplemente nacionalistas ucranianos”, dijo Bogen.

A pesar de que un gobierno respaldado por EEUU envió tropas de asalto nazis para atacar ciudades ucranianas, los principales medios noticiosos de EEUU han hecho un esfuerzo extraordinario para excusar este comportamiento. Fue el caso, por ejemplo, del WASHINGTON POST, que dijo que el uso de la esvástica por parte de Azov era algo meramente “romántico”.

Esta curiosa descripción del símbolo más asociado con la depravación del Holocausto y la devastación de la Segunda Guerra Mundial se puede encontrar en los últimos párrafos de un artículo publicado en septiembre de 2014 por el WASHINGTON POST. El corresponsal de este periódico Anthony Faiola calificó a los milicianos de Azov como “patriotas con cicatrices de guerra” que resistieron valerosamente a la “agresión rusa” y se mostraron dispuestos a recurrir a la “guerra de guerrillas” si fuera necesario.

El autor del artículo no encontró nada objetable en los planes de “sabotajes, asesinatos selectivos y otras tácticas insurgentes” de Azov contra los rusos, aunque en otros contextos estas acciones suelen ser consideradas como actos de terrorismo. Los extremistas llegaron a extender sus amenazas al gobierno del presidente ucraniano Petro Poroshenko si este aceptaba un acuerdo de paz con los rusos étnicos del este del país, que no son del agrado de la milicia.

“Si Kiev llega a un acuerdo con los rebeldes, los combatientes paramilitares dicen que podrían atacar a los objetivos prorrusos por su cuenta, o incluso volverse contra el propio gobierno”, señala el artículo.

El artículo del POST, como casi toda su cobertura sobre Ucrania, elogiaba a las fuerzas de Kiev que luchaban contra los rusos étnicos del este, pero el periódico tuvo que hacer algunas reflexiones rápidas para explicar una fotografía de una esvástica que adornaba un cuartel del batallón Azov. Así, en los tres últimos párrafos del artículo, Faiola escribió:

Un líder de un pelotón, que se hacía llamar Kirt, admitió que los puntos de vista de la extrema derecha habían atraído a algunos combatientes extranjeros de toda Europa.

En una habitación, un recluta había blasonado una esvástica sobre su cama. Pero Kirt descartó que fuera por razones ideológicas y dijo que los voluntarios, muchos de ellos todavía adolescentes, abrazaban símbolos y defendían ideas extremistas como parte de algún tipo de idea “romántica”.

A pesar de estos bien documentados hechos, el NEW YORK TIMES ocultó esta realidad en su artículo sobre la defensa de Mariúpol por parte del batallón Azov en febrero. ¿Acaso no es relevante el papel de los nazis? En otros contextos, el TIMES se apresura a señalar y condenar cualquier señal de un resurgimiento nazi en Europa. Sin embargo, en Ucrania, donde el neonazi Andrei Paruby sirvió como primer jefe de seguridad nacional del régimen golpista y milicias nazis están en el centro de las operaciones militares del régimen, el TIMES guarda silencio sobre el tema.

Neonazis españoles apoyando al Batallón Azov.
Neonazis españoles apoyando al Batallón Azov.

En lugar de informar plenamente a sus lectores sobre una crisis que podría llegar a convertirse en un enfrentamiento nuclear entre EEUU y Rusia, el TIMES ha optado por ser simplemente una fuente de propaganda del Departamento de Estado, calificando a menudo toda referencia a las tropas de asalto nazis de Kiev como “propaganda rusa”. A pesar de todo, la Cámara de Representantes de EEUU ha tenido que reconocer, unánimemente, esta desagradable verdad.

Robert Parry es periodista de investigación, autor de muchos reportajes sobre el escándalo Irán-Contra publicados por THE ASSOCIATED PRESS y NEWSWEEK en los años 80. Puedes comprar su último libro, America’s Stolen Narrative, bien en su edición impresa, o en su edición digital (en Amazon y Barnes & Noble). También puedes leer la trilogía de Parry sobre la familia Bush, que incluye America’s Stolen Narrative, por solo 34 dólares. Para tener más información sobre esta oferta, visita esta página.

Publicado originalmente en U.S. House Admits Nazi Role in Ukraine — Consortiumnews, 12 de junio de 2015

Traducción: Javier Villate (@bouleusis)

  1. Untermensch (“subhombre” o “subhumano” en alemán) es un término empleado por la ideología nazi para referirse a lo que esta ideología consideraba “personas inferiores”, particularmente a las masas del Este, es decir, judíos, gitanos y pueblos eslavos, principalmente polacos, serbios y más tarde también rusos. Este concepto además se ha utilizado para los negros y las personas de raza mixta. (Tomado de Wikipedia.)

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