La comisión israelí sobre el 7 de octubre es un fraude

Javier Villate
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10 min readApr 2, 2024

Alí Abunimah / The Electronic Intifada, 25 de marzo de 2024 — A principios de diciembre, la Casa Blanca recibió a Cojav Elkayam-Levy, a quien describió en un comunicado de prensa como la «Presidenta de la Comisión Civil de Israel sobre los crímenes del 7 de octubre cometidos por HAMAS contra mujeres y niños».

Objeto de múltiples perfiles mediáticos, Elkayam-Levy ha desempeñado un importante papel en los esfuerzos por dar credibilidad internacional a la propaganda israelí sobre violaciones masivas cometidas por HAMAS el 7 de octubre.

Pero ahora Elkayam-Levy y su comisión han quedado al descubierto como auténticos fraudes.

The New York Times acaba de desacreditar la narrativa sensacionalista y escabrosa sobre la violación de dos niñas israelíes el 7 de octubre, una historia falsa contenida en su famoso artículo “Screams without words” (Gritos sin palabras) publicado a finales de diciembre.

Durante su reunión con funcionarios de la administración Biden, Elkayam-Levy «habló sobre su trabajo para recopilar testimonios y documentar pruebas de los acontecimientos del 7 de octubre y elaborar un recuento integral de la violencia de género cometida por HAMAS», dijo la Casa Blanca.

Esa reunión se produjo días después de que Haaretz, el equivalente israelí de The New York Times, publicara un artículo elogioso sobre Elkayam-Levy.

Un artículo del 30 de noviembre de 2023 sobre Cojav Elkayam-Levy publicado por el periódico israelí Haaretz dio crédito a las falsas acusaciones de violencia sexual el 7 de octubre.

El impactante titular del artículo afirmaba que «Se revela, testimonio tras testimonio, el alcance de la campaña de violaciones de mujeres israelíes cometidas por HAMAS».

Un subtítulo no menos sensacionalista afirmaba que «La agregación de las pruebas reunidas por la Dra. Cojav Elkayam-Levy y su Comisión Civil presenta un panorama horripilante que no deja lugar a dudas: el 7 de octubre, los terroristas de HAMAS perpetraron sistemáticamente actos de violaciones y abusos sexuales».

Una pista de que esto era una patraña quedó enterrada en el propio artículo de Haaretz: «Hasta ahora, la comisión no ha tomado testimonios directamente, pero comenzará a hacerlo pronto», se decía.

Un gran premio por un informe inexistente

Elkayam-Levy ha vuelto a aparecer en los titulares tras ganar el Premio Israel, el máximo honor cultural otorgado por el autodenominado estado judío.

El ministro de Educación israelí, Yoav Kisch, cuyo ministerio administra el premio, elogió el «trabajo [de Elkayam-Levy] en el ámbito internacional para exponer las atrocidades de HAMAS» como «un pilar crucial en nuestra lucha actual por la justicia y en nuestros esfuerzos para enfrentar a los perpetradores».

«El pueblo de Israel valora profundamente su trabajo y le extiende su más sincero agradecimiento», añadió el ministro.

La Universidad Hebrea, donde Elkayam-Levy es becaria posdoctoral sobre “género, resolución de conflictos y paz”, también añadió sus felicitaciones.

Pero no todos en Israel estaban tan entusiasmados.

Y como suele ser el caso, estas dañinas confesiones están emergiendo en el contexto de luchas intestinas entre israelíes: recriminaciones de que Elkayam-Levy obtuvo el premio a expensas de personas supuestamente más merecedoras.

Nada fiable

Resulta que la “comisión civil” de Elkayam-Levy — descrita por la Casa Blanca como si fuera un organismo oficial israelí — ni siquiera existe.

Y la comisión imaginaria tampoco ha elaborado un informe largamente prometido que documente la supuesta violencia sexual de HAMAS.

«La gente se desconectó de ella porque su investigación no fue precisa», dijo una fuente gubernamental a Ynet, el medio de comunicación afiliado al periódico israelí de circulación masiva Yedioth Ahronoth.

La fuente gubernamental dijo que Elkayam-Levy difundió una historia sobre combatientes palestinos que «cortaron el vientre de una mujer embarazada, una historia que se demostró que era falsa, y ella la difundió en los medios internacionales».

«No es un chiste. Poco a poco, los profesionales han comenzado a distanciarse de ella porque no es de fiar», añadió la fuente, citando el daño que tales relatos falsos causan a la ya maltrecha credibilidad de Israel.

Anteriormente se había demostrado que Elkayam-Levy intentó hacer pasar una foto antigua de una combatiente kurda fallecida en otro país como víctima de la violencia del 7 de octubre.

Recaudando fondos

También hay una fuerte sugerencia de oportunismo financiero.

Según Ynet, una propuesta para financiar la “comisión civil” estimaba que necesitaría 8 millones de dólares para su trabajo en 2024, de los cuales 1,5 millones se destinarían a “gestión y administración”.

«Al principio ella era realmente muy activa y muy agradable», dijo la fuente gubernamental a Ynet. «Y luego empezó a llamarse a sí misma ‘comisión civil’. La gente se confundió, los miembros del Congreso [de Estados Unidos] recurrieron a personas que trabajan con Israel y preguntaron de qué se trataba: ¿Israel creó una comisión? Es un nombre confuso».

«Y a la pregunta de ¿existe tal cosa? ¿Existe tal organismo? La respuesta es: no», añadió la fuente. «Ella es el organismo. Ella es esta comisión civil».

Elkayam-Levy dirige algo que ella llama Instituto Dvora de Estudios de Género y Sostenibilidad, pero a pesar de tener un sitio web de apariencia impresionante, no es más que «una operación de una sola mujer que solicita donaciones de millones de dólares», según la fuente gubernamental.

«Aceptó donaciones de mucha gente y empezó a pedir dinero para conferencias», añadió la fuente gubernamental a Ynet.

El Instituto Dvora está solicitando donaciones deducibles de impuestos en los Estados Unidos a través del Fondo Comunal Judío de Nueva York.

Comisión ficticia

El Canal 13 de Israel también retomó la historia en un reportaje que puede verse al principio de este artículo, con subtítulos en inglés añadidos por The Electronic Intifada.

«Mencionan que ella organizó una ‘comisión civil’ para crear conciencia. Cabe mencionar que el nombre “comisión civil” es muy rimbombante. La comisión es ella. Y ella es la comisión», dice Raviv Drucker del Canal 13.

En su sitio web, el Instituto Dvora nombra a nueve personas como miembros de un “consejo asesor” de la “comisión civil”, pero se muestra ambiguo sobre si son miembros de la propia comisión.

Entre ellos se encuentran Irwin Cotler, un destacado cabildero canadiense israelí; Michelle Greenberg-Kobrin, profesora adjunta y exdecana de la Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia; e Ilya Rudyak, profesor visitante en la Universidad del Pacífico de California y ex «jefe del departamento de armas a bordo de un submarino de la Armada israelí».

Se han enviado solicitudes de comentarios a varios miembros del “consejo asesor”.

No existe el informe de los horrores

Según Drucker, el jefe del comité del Premio Israel dijo que el premio había sido para Elkayam-Levy porque «ella fue la autora del Informe de los Horrores», un informe sobre las violaciones masivas.

«Pero luego nos dimos cuenta de que no existe un Informe sobre los Horrores», observa Drucker. «Simplemente no existe tal informe. No ha sido escrito, ni por ella ni por nadie».

«Tenemos esta carta que envió dos semanas después de la catástrofe, después de la masacre del 7 de octubre», dice Drucker. «Pero era solo una colección de titulares de periódico, una carta de solo unas pocas páginas. No existe tal informe».

De hecho, el Canal 13 entrevista a Elkayam-Levy, quien insiste: «Por supuesto que existe tal informe. Saldrá antes del 20 de octubre. El informe ha revisado los crímenes que vimos, la información más fiable que pudimos dar en los primeros momentos a la ONU».

Drucker no se deja impresionar por su afirmación: «Es un documento de cuatro páginas. Una página son firmas. Otra página son declaraciones generales. Y las dos páginas restantes son solo titulares de periódico», dice con desdén.

«La respuesta del Ministerio de Educación israelí fue la misma que la de Elkayam-Levyr: que hubo un informe anterior y que ella está trabajando en uno nuevo», dice Drucker.

Ynet también confirmó a partir de múltiples fuentes que Elkayam-Levy nunca completó el informe sobre la violencia sexual del 7 de octubre por el que recibe el Premio Israel.

Vínculos con Netanyahu

Drucker revela que Elkayam-Levy es sobrina de Jacob Berdugo, asesor del primer ministro Benjamín Netanyahu. (Por cierto, como comentarista de la radio del ejército israelí, Berdugo ayudó, hace varios años, a incriminar a un hombre palestino acusado falsamente de violar a una niña judía).

Pero esa no es la única conexión de Cojav Elkayam-Levy con Netanyahu.

Como informó Mondoweiss a principios de diciembre, el Instituto Dvora «funciona como un órgano asesor cercano» al Consejo de Seguridad Nacional del primer ministro israelí.

El comité asesor del Instituto Dvora incluye a un exdirector de la oficina del primer ministro israelí y tres exfuncionarios del Consejo de Seguridad Nacional.

En cuanto a Elkayam-Levy, está lejos de ser la defensora feminista de los derechos humanos que ella misma se autopromociona. De hecho, ha escrito directrices para que el gobierno israelí alimente a la fuerza a los palestinos en huelga de hambre detenidos en sus prisiones, que es considerada una forma de tortura.

Las revelaciones sobre el fraude de la investigación de Elkayam-Levy no sorprenderán a los lectores de The Electronic Intifada. Expusimos muchas de sus dudosas afirmaciones y conexiones en una transmisión en vivo a principios de diciembre.

El ‘New York Times’ desacredita sus propios informes

El desenmascaramiento de Elkayam-Levy se produce cuando otro elemento clave de la narrativa de las violaciones masivas en Israel ha sido desacreditado por The New York Times, el mismo periódico que ayudó a difundirlo en primer lugar.

En su artículo fraudulento “Gritos sin palabras”, publicado en línea el 28 de diciembre (supuestamente una investigación de dos meses que corroboraba un amplio patrón de violencia sexual el 7 de octubre), los reporteros Jeffrey Gettleman, Anat Schwartz y Adam Sella incluyeron una espeluznante historia que les contó «un paramédico de una unidad de comando israelí».

El paramédico «dijo que había encontrado los cuerpos de dos adolescentes en una habitación» en el kibutz Beeri, informó el Times.

«Una estaba tumbada de costado, dijo, con los calzones rotos y moratones en la ingle. La otra estaba tirada en el suelo boca abajo, dijo, con los pantalones del pijama hasta las rodillas, las nalgas al aire y la espalda manchada de semen», añadió el periódico.

El paramédico «no documentó la escena», según el Times, y el «ejército israelí permitió que el paramédico hablara con los periodistas con la condición de que no fuera identificado».

Todos y cada uno de los elementos claves del artículo sensacionalista del New York Times que alegaba un amplio patrón de violaciones masivas cometidas por HAMAS el 7 de octubre se han desmoronado. Pero el periódico aún no se ha retractado del reportaje fraudulento.

La misma historia ya había sido informada por numerosos medios, entre ellos Associated Press, CNN y The Washington Post.

Totalmente vestida

Pero el 25 de marzo, el Times admitió que «ha aparecido un nuevo vídeo que socava el relato de un paramédico militar israelí que dijo que dos adolescentes muertas en el ataque terrorista liderado por HAMAS el 7 de octubre fueron agredidas sexualmente».

El periódico afirmó que las imágenes tomadas por un soldado israelí «que fueron vistas por miembros destacados de la comunidad en febrero y por el Times este mes, muestran los cuerpos de tres víctimas femeninas, completamente vestidas y sin signos aparentes de violencia sexual, en la casa en la que muchos residentes habían creído que ocurrieron las agresiones».

Los residentes del kibutz Beeri que vieron las imágenes «dijeron que en ninguna otra casa de Beeri fueron asesinadas dos adolescentes y, tras ver el vídeo, concluyeron que las niñas no habían sido agredidas sexualmente», según el Times.

El Times dijo que se puso en contacto con el paramédico, quien «se negó a confirmar si mantenía su historia».

Tras la desacreditación de esta historia por parte de Mondoweiss a principios de diciembre y de The Intercept este mes, la historia de las dos niñas violadas en el kibutz Beeri puede añadirse a la larga lista de acusaciones israelíes de atrocidades cometidas por HAMAS que resultaron ser mentiras.

Las dos adolescentes que supuestamente fueron violadas fueron identificadas por The Intercept como «Y. y N. Sharabi, de 13 y 16 años».

Según miembros de su familia, la mayor de las dos niñas y el padre, Eli Sharabi, seguían desaparecidos y en paradero desconocido más de una semana después de los acontecimientos del 7 de octubre.

La BBC informó el 22 de octubre que finalmente se había identificado el cuerpo de la joven de 16 años.

Estos hechos, que ya eran públicos cuando se publicó “Gritos sin palabras”, deberían haber hecho que el Times cuestionara la coherencia y plausibilidad del relato del paramédico del ejército israelí y buscara su confirmación antes de publicarlo.

Infundado

Un informe de la ONU, cuyos autores se basaron en gran medida en fuentes del gobierno israelí, concluyó a principios de este mes que «al menos dos acusaciones de violencia sexual ampliamente repetidas en los medios» que supuestamente tuvieron lugar en el kibutz Beeri «eran infundadas».

«Cabe señalar que los testigos y las fuentes con las que habló el equipo de la misión adoptaron con el tiempo un enfoque cada vez más cauteloso y circunspecto en relación con los relatos anteriores, y en algunos casos se retractaron de declaraciones hechas con anterioridad», afirma el informe de la ONU.

«Algunos también declararon al equipo de la misión que ya no se sentían seguros de lo que recordaban de otras afirmaciones que habían aparecido en los medios de comunicación».

«En general, el equipo de la misión no pudo determinar si hubo violencia sexual en el kibutz Beeri», concluye el informe de la ONU.

A estas alturas, casi todos los elementos de “Gritos sin palabras” se han desmoronado, junto con el resto de la propaganda israelí sobre violaciones masivas.

Y, sin embargo, The New York Times sigue respaldando un artículo que, según cualquier estándar mínimo de ética periodística, debería ser retractado por completo.

Es particularmente reprobable e inexcusable que el Times mantenga la propaganda de atrocidades que ha publicado, ya que estas mentiras se están utilizando como justificación para el actual genocidio que Israel está cometiendo en la Franja de Gaza.

Ali Abunimah es director ejecutivo de The Electronic Intifada.

Fuente: Israeli “commission” on 7 october rape claims exposed as fraud.
Traducción: Javier Villate

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