La renta básica y sus efectos a largo plazo: Tres consideraciones críticas

La renta básica universal está generando un debate en el que también se plantean otras alternativas para un sistema de bienestar igualitario

Javier Villate
Diferencias
7 min readMar 11, 2018

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ROK KRANJC

Muchas de las propuestas y experimentos que se están haciendo en la actualidad sobre la renta básica universal (RBU) en los llamados países desarrollados parecen ser congruentes con la arquitectura económica dominante y el status quo imaginario, y de hecho, en algunos casos, se dirigen explícitamente al mantenimiento del mismo. Algunas de las narrativas más destacadas sobre la RBU la presentan como un remedio milagroso para todos los tipos de problemas sociales y económicos (neoliberalmente enmarcados) y como una solución para el acuciante problema de la automatización que, seguramente, está teniendo efectos perjudiciales para el status quo.

Por otra parte, las propuestas más radicales relevantes para el debate sobre la RBU se encuentran confinadas a los guetos académicos y políticos, mientras que las que sí llegan a la fase experimental se diluyen en una renta básica light1 a través de procesos y barreras que forman parte integral de las estructuras económicas y políticas y de las formas de deliberación política existentes.

Si bien estos experimentos y propuestas pueden ser pasos intermedios importantes para fomentar la relevancia social y la legitimidad política en torno a alternativas al modelo de bienestar y de trabajo asalariado dominantes, es importante reconocer sus limitaciones, contextos particulares de aplicación, escalas y plazos, con referencia a visiones integradoras más amplias y mecanismos potenciales de transformación socioeconómica y política. En todo caso, la realidad es que en este momento faltan visiones más amplias e integradoras, mientras que las alternativas radicales y sistémicas al sistema de bienestar actual siguen estando gravemente subteorizadas en áreas cruciales. A continuación, esbozo tres áreas críticas que, en mi opinión, pueden promover el debate sobre la RBU, guiado por la pregunta general de qué aspecto podría adoptar un sistema de bienestar abierto, ecológicamente sólido y socialmente justo, y el camino hacia el mismo.

Considerar la RBU como un modelo pasajero para el empoderamiento ciudadano

Imaginar sistemas de bienestar futuros desde una perspectiva de “largo plazo”2 requiere el reconocimiento de que algunas soluciones deberían diseñarse para tener periodos de vida deliberadamente cortos, mientras que otras deben ser diseñadas para cambiar a lo largo de prolongados periodos de tiempo.3 Las formas de RBU exploradas hasta el momento no son probablemente la base y el fin de todas las alternativas. Por lo tanto, es importante considerar la opinión de que los modelos de RBU basados en el dinero fiduciario y distribuido por medio de mecanismos de mercado y estatales más o menos convencionales (por ejemplo, impuestos, redistribución de fondos del estado) pueden ser un paso importante en general, pero quizás sería mejor verlos como una medida conscientemente temporal en el rediseño institucional y la emancipación y capacitación de los ciudadanos.

Es relevante señalar, sin embargo, que los modelos de RBU definidos como rentas incondicionales pagadas a individuos de una sociedad ya tienen hoy rivales, por ejemplo en los conceptos de Bienes Básicos Universales (BBU)4 y Servicios Básicos Universales (SBU),5 los cuales desplazan el debate desde el ingreso pecuniario hacia el acceso y la participación en los bienes comunes. Utilizando el marco de la “ciudad como un bien común” y los conceptos críticos de BBU y SBU como puntos de partida, es posible concebir modelos de bienestar basados en bienes comunes que operen sobre la base de los principios de los derechos universales y el acceso efectivo a bienes y servicios básicos (por ejemplo, vivienda, alimentación, energía, salud, transportes, internet, educación, deporte, ocio, etc.) y el cuidado, cocreación y deliberación democrática sobre su uso, recurriendo a enfoques novedosos cooperativos, de código abierto, economía circular, economía colaborativa y regenerativa, entre otros.

Implantación de sistemas de bienestar alternativos con monedas alternativas

Una cuestión que raras veces se aborda, incluso en los debates más radicales de la RBU, es la de las monedas y los marcos contables en los que se basan, o han de basarse, estos sistemas.6 Es posible que la persecución de los objetivos interrelacionados de sostenibilidad ecológica y justicia social exija una reconsideración del “dinero tradicional”. Se han propuesto muchos sistemas monetarios que van desde los locales, complementarios y otros tipos de moneda más o menos congruentes con el status quo económico o complementarios del mismo, hasta alternativas radicales.7

Los modelos de bienes y servicios básicos “comunes” previstos pueden ser vinculados con un rico ecosistema de monedas, índices y marcos contables que operen a diferentes escalas y en diferentes contextos socioeconómicos y socioecológicos. Algunos de los anclajes monetarios propuestos más destacados incluyen la energía, el tiempo, las emisiones de CO2, recursos individuales como el agua o el grano, o “cestas de recursos”.8 Entre los aspectos adicionales que se han de considerar figuran los siguientes:

  • la ética, las escalas y formas de solidaridad cosmopolita y tanslocal;
  • las culturas y las economías del don;
  • el acceso abierto a la información;
  • las formas de transacción (por ejemplo, “tarjetas inteligentes comunales” para alimentos, transporte público y ayuda mutua), y
  • las potencialidades de la tecnología de cadena de bloques

Un replanteamiento profundo del “trabajo”

Los experimentos en curso de la RBU y los planeados en Países Bajos, una vez presentados como un faro de esperanza en los principales medios de comunicación, han sido recientemente objeto de una serie de críticas relevantes. Es importante destacar que estos experimentos no son de ingresos universales, pues están dirigidos específicamente a las personas desempleadas y a las que reciben algún tipo de prestación social; tampoco son incondicionales, sino que están configurados para apoyar las políticas y mecanismos existentes de “integración al mercado laboral”.

Es crucial ampliar nuestra definición de “trabajo” y repensar nuestro compromiso con él, una discusión que debería ir mucho más allá del reduccionismo de la narrativa hegemónica de la automatización. Por lo tanto, lo que se necesita son sistemas complementarios a la RBU/BBU/SBU que abran y fomenten el acceso a las habilidades y (la coproducción de) el conocimiento, y descubrirse y probarse a uno mismo a través de varias — a veces no aparentes a primera vista — formas de servicio social y ecológico y “vocaciones” en tiempos de transición; así como infraestructuras mediáticas que puedan apoyar un discurso público proactivo y equilibrar los retos de la sostenibilidad y un bienestar equitativo y sólido con contribuciones voluntarias al fondo colectivo de recursos y trabajos/servicios, capacidades individuales, preferencias personales y de estilo de vida comunitario y acuerdos de solidaridad translocales.

Una idea interesante en este sentido es el “complejo de trabajo equilibrado”9 propuesta por Michael Albert y Robin Hahnel en su modelo de economía participativa; un modelo democrático deliberativo que puede ser útil para conceptualizar formas dinámicas de autoconfiguración social de las cargas de trabajo equitativas y contributivas en función de las necesidades y los retos.

Conclusión

Al impregnar el debate sobre la RBU con una perspectiva más sistémica y comunal, he argumentado en favor de una visión que pasa de los ingresos y el trabajo como tales a cuestiones interrelacionadas más profundas consistentes en 1) derechos, capacidades y acceso efectivo, 2) formas de deliberación, gobernanza, emprendimiento, cuidados colectivos y rendición de cuentas, 3) formas y escalas de recursos y trabajos mancomunados, y 4) formas y escalas de distribución equitativa y prestación sostenible y sólida de derechos universales a bienes comunes básicos.

La perspectiva ilumina la relación contingente entre la “viabilidad política” contextual y subjetiva de la RBU, por un lado, y los ámbitos y la prominencia de posibilidades institucionales articuladas (críticas, de código abierto y abiertas) y alternativas, por otro; así como las perspectivas de un sistema de gobierno que explote la relación dialéctica entre modelos institucionales provisionales o híbridos, por un lado, y la experimentación radical con otras configuraciones socioeconómicas, culturas emergentes de construcción de ciudades y lugares y las posibilidades políticas aquí y ahora, por otro.

NOTAS

  1. Schouten, Socrates (2018): “Baby Steps on the Road to Basic Income”, Green European Journal. URL: https://www.greeneuropeanjournal.eu/baby-steps-on-the-road-to-a-basic-income/
  2. Brand, Stewart (1999): The Clock of the Long Now: Time and Responsibility, Basic Books, Nueva York.
  3. Irwin et al. (2016): “Transition Design: A Proposal for a New Area of Design Practice, Study, and Research”, Design and Culture, 7(2), 229–246.
  4. https://medium.com/institute-for-the-future/universal-basic-assets-abb08ca2f0fc
  5. https://www.thersa.org/discover/publications-and-articles/rsa-blogs/2017/10/universal-basic-services-or-universal-basic-income
  6. Bauwens, Michel (2006): “Complementary Currencies and the Basic Income”, URL: https://blog.p2pfoundation.net/complementary-currencies-and-the-basic-income/2006/02/14; Bauwens, M. y V. Niaros (2017): “Value in the Commons Economy: Developments in Open and Contributory Value Accounting”, Chiang Mai, Heinrich Böll Stiftung & P2P Foundation.
  7. Dittmer, Kristofer (2011): “Local currencies for purposive degrowth? A quality check of some proposals for changing money-as-usual”, URL: http://degrowth.org/wp-content/uploads/2011/11/Dittmer_JCP_pre-pub-manuscript.pdf
  8. “Energising Money: An introduction to energy currencies and accounting”, New Economics Foundation, 2013. URL: http://neweconomics.org/2013/02/energising-money/
  9. Albert, Michael (2003): Parecon: Life After Capitalism, Verso, Londres.

Publicado originalmente en inglés en: P2P Foundation

Traducción: Javier Villate (@bouleusis)

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