Sde Teiman: Más horrible que Abu Ghraib

En Sde Teiman, Jaled Mahajneh encontró a un periodista detenido irreconocible mientras describía las condiciones brutales e inhumanas del centro.

Javier Villate
Diferencias
7 min readJun 28, 2024

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Prisioneros palestinos de Gaza vistos en un patio de una prisión en el sur de Israel, 14 de febrero de 2024 (Foto: Chaim Goldberg/Flash90).

Baker Zubi / +972, 27 de junio de 2024 — “La situación allí es más horrible que todo lo que hemos oído sobre Abu Ghraib y Guantánamo”. Así describe Jaled Mahajneh el centro de detención de Sde Teiman, el primer abogado que visitó las instalaciones. La base militar de Naqab/Néguev alberga actualmente a más de 4.000 palestinos de Gaza que fueron detenidos después del 7 de octubre, algunos de los cuales han sido puestos en libertad. La mayoría siguen detenidos.

Mahajneh, ciudadano palestino de Israel, fue contactado inicialmente por Al Araby TV, que buscaba información sobre Mohamed Arab, reportero de la cadena detenido en marzo cuando cubría el asedio israelí al hospital Al Shifa de la ciudad de Gaza. “Me puse en contacto con el centro de control del ejército israelí y, tras facilitarles una foto y un documento de identidad del detenido, así como mi carné de abogado, me informaron de que [Arab] estaba detenido en Sde Teiman y que se le podía visitar”.

Cuando Mahajneh llegó a la base el pasado miércoles, tuvo que dejar su coche lejos del lugar, donde le esperaba un vehículo del ejército para trasladarle al interior. Esto era “algo que nunca me había encontrado en ninguna visita anterior a ninguna prisión”, dijo a +972. Condujeron durante unos diez minutos por las instalaciones — una extensa red de remolques — antes de llegar a un gran almacén, donde había un remolque custodiado por soldados enmascarados.

“Repitieron que la visita se limitaría a 45 minutos, y que cualquier acción que pudiera perjudicar la seguridad del estado, del campamento o de los soldados conllevaría el cese inmediato de la visita. Sigo sin entender lo que querían decir”.

Los soldados sacaron al periodista detenido con los brazos y las piernas atados, mientras Mahajneh permanecía detrás de una barrera. Después de que le quitaran la venda, Arab se frotó los ojos durante cinco minutos, desacostumbrado a la luz brillante. “¿Dónde estoy?”, fue la primera pregunta que hizo a Mahajneh. La mayoría de los palestinos de Sde Teiman, apodado el “campo de la muerte”, ni siquiera saben dónde están recluidos.

“Llevo años visitando a detenidos y presos políticos y de seguridad en cárceles israelíes, incluso desde el 7 de octubre”, señaló Mahajneh. “Sé que las condiciones de detención se han endurecido mucho y que los presos sufren abusos a diario. Pero lo de Sde Teiman no se parece a nada que haya visto u oído antes”.

Jaled Mahajneh, abogado que visitó el centro de detención de Sde Teiman. (Cortesía)

‘Incluso los tribunales están llenos de odio’

Mahajneh dijo a +972 que Arab estaba casi irreconocible después de 100 días en el centro de detención; su cara, pelo y color de piel habían cambiado, y estaba cubierto de suciedad y excrementos de paloma. El periodista llevaba casi dos meses sin recibir ropa nueva, y solo se le permitió cambiarse de pantalones por primera vez ese día, debido a la visita del abogado.

Según Arab, a los detenidos se les vendan continuamente los ojos y se les ata con las manos a la espalda, obligándoles a dormir encorvados en el suelo sin ropa de cama. Solo les quitan las esposas de hierro durante una ducha semanal de un minuto de duración. “Pero los presos empezaron a rechazar la ducha porque no tienen reloj, y sobrepasar el minuto asignado expone a los presos a severos castigos, incluidas horas a la intemperie bajo el calor o la lluvia”, dijo Mahajneh.

Todos los detenidos, señaló Mahajneh, se enfrentan a un deterioro de su estado de salud debido a la mala calidad de la dieta diaria en prisión: una pequeña cantidad de labaneh [queso de yogur, N. del T.] y un trozo de pepino o tomate. También padecen estreñimiento grave, y por cada cien presos solo se suministra un rollo de papel higiénico al día.

“A los presos se les prohíbe hablar entre ellos, a pesar de que hay más de cien personas recluidas en un almacén, algunas de ellas ancianos y menores”, dijo Mahajneh a +972. “No se les permite rezar ni leer el Corán”.

Arab también declaró a su abogado que los guardias israelíes agredieron sexualmente a seis presos con un palo delante de los demás detenidos después de que hubieran desobedecido las órdenes de la prisión. “Cuando habló de violaciones, le pregunté: Mohamed, eres periodista, ¿estás seguro de esto?”, señaló Mahajneh. “Me dijo que lo había visto con sus propios ojos, y que lo que me estaba contando era solo una pequeña parte de lo que ocurría allí”.

Múltiples medios de comunicación, entre ellos la CNN y el New York Times, han informado sobre casos de violación y agresión sexual en Sde Teiman. En un vídeo que circuló por las redes sociales a principios de esta semana, un preso palestino recientemente liberado del campo de detención afirmó que había presenciado personalmente múltiples violaciones y casos en los que soldados israelíes hacían que los perros agredieran sexualmente a los presos.

Mohamed Arab, periodista palestino de Al Araby TV. (Cortesía)

Solo en el último mes, según Arab, varios presos murieron durante interrogatorios violentos. A otros detenidos heridos en Gaza se les amputaron miembros o se les extrajeron balas del cuerpo sin anestesia, y fueron tratados por estudiantes de enfermería.

Los equipos de defensa legal y las organizaciones de derechos humanos han sido en gran medida incapaces de contrarrestar estas graves violaciones de los derechos de los presos en Sde Teiman, y a la mayoría se les impide incluso visitar el centro para evitar un mayor escrutinio. “La Fiscalía General del Estado dijo que este centro de detención iba a cerrarse tras las duras críticas recibidas, pero no ha ocurrido nada”, afirmó Mahajneh. “Incluso los tribunales están plagados de odio y racismo contra la población de Gaza”.

La mayoría de los 4.000 detenidos, señaló Mahajneh, no están acusados formalmente de pertenecer a ninguna organización ni de participar en ninguna actividad militar; el propio Arab sigue sin saber por qué fue detenido ni cuándo podrá ser puesto en libertad. Desde su llegada a Sde Teiman, soldados de las unidades especiales del ejército israelí han interrogado a Arab en dos ocasiones. Tras el primer interrogatorio, le informaron de que su detención se había prolongado indefinidamente, por “sospecha de afiliación a una organización cuya identidad no se le reveló”.

“¿Para vengarte de quién?

En los últimos meses, los medios de comunicación internacionales han publicado varios testimonios de presos liberados y de médicos que trabajaron en Sde Teiman. Para el médico israelí Yoel Donchin, que habló con el New York Times, no estaba claro por qué los soldados israelíes habían detenido a muchas de las personas a las que trataba, algunas de las cuales era “muy improbable que hubieran sido combatientes implicados en la guerra” debido a sus dolencias o discapacidades físicas preexistentes.

El Times también informó de que los médicos del centro recibieron instrucciones de no escribir sus nombres en los documentos oficiales ni dirigirse entre ellos por su nombre en presencia de los pacientes, por temor a ser identificados más tarde y acusados de crímenes de guerra ante el Tribunal Penal Internacional.

“Los despojaron de cualquier cosa que se pareciera a un ser humano”, declaró a la CNN un testigo que trabajaba como médico en el hospital improvisado de las instalaciones. “Las palizas no se produjeron para obtener información. Se hicieron por venganza”, dijo otro testigo. “Fue un castigo por lo que ellos [los palestinos] hicieron el 7 de octubre y un castigo por el comportamiento en el campo”.

Miembros de la unidad Keter, una unidad de respuesta del servicio penitenciario israelí, vistos mientras los detenidos se ponen las manos en la cabeza, en una prisión del sur de Israel, 14 de febrero de 2024. (Chaim Goldberg/Flash90)

Desde su visita a Sde Teiman, Mahajneh ha sentido una profunda frustración y rabia, pero sobre todo horror. “Llevo 15 años en esta profesión… Nunca esperé oír hablar de violaciones de presos ni de humillaciones de ese tipo. Y todo ello no con fines de interrogatorio — ya que a la mayoría de los presos solo se les interroga tras muchos días de detención — , sino como un acto de venganza. ¿Para vengarse de quién? Todos son ciudadanos, jóvenes, adultos y niños. No hay miembros de HAMAS en Sde Teiman porque están en manos del Shabas [Servicio de Prisiones israelí]”.

En su respuesta a las preguntas formuladas para este artículo, el ejército israelí declaró: “Las FDI [Fuerzas de Defensa de Israel, es decir, el ejército, N. del T.] rechazan las acusaciones de malos tratos sistemáticos a los detenidos, incluso mediante violencia o tortura… Si es necesario, se abren investigaciones de la policía militar cuando hay sospechas de un comportamiento inusual que lo justifique”. El ejército negó las versiones de Arab y Mahajneh sobre privaciones, e insistió en que a los detenidos se les proporciona ropa y mantas suficientes, alimentos y agua (“tres comidas al día”), acceso a aseos y duchas (“entre 7 y 10 minutos”), y otras comodidades.

El ejército también añadió: “Desde el comienzo de la guerra se han producido muertes de detenidos, incluidos detenidos que llegaron heridos del campo de batalla o en condiciones médicas problemáticas. Cada muerte es investigada por la policía militar. Al final de las investigaciones, sus conclusiones se remiten a la Fiscalía General Militar”.

Mahajneh transmitió un mensaje claro de Sde Teiman: “Mohamed Arab y los demás presos del centro de detención piden a la comunidad internacional y a los tribunales internacionales que actúen para salvarlos. Es inconcebible que todo el mundo hable de los secuestrados israelíes y nadie hable de los presos palestinos”.

Mahajneh no sabe qué le ocurrió al periodista detenido tras su breve entrevista de 45 minutos: “¿Le atacaron? ¿Le mataron? Pienso en ello todo el tiempo”.

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