“Está bien no saberlo todo”

Una entrevista con Ana Isabel Garza, experience designer en FEMSA Digital.

Lorena Macias
Discursos Contemporáneos del Diseño
7 min readJan 21, 2024

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Ana Isabel Garza en entrevista con Lorena Macias

Los diseñadores han transformado su papel y ahora están en posiciones de toma de decisiones, dando forma a las industrias y organizaciones. A raíz de este cambio, los diseñadores no somos solo creadores de productos, objetos y/o experiencias visualmente atractivas, también nos hemos convertido en impulsores del pensamiento estratégico, la innovación y el diseño inclusivo.

En esta entrevista, hablé con Ana Isabel Garza, experience designer en FEMSA Digital, sobre los desafíos que enfrentan los diseñadores y el impacto que tienen mientras dirigen las organizaciones hacia un futuro liderado por el diseño. Anais, como la conocen las personas cercanas a ella, se formó como diseñadora gráfica y ha trabajado en diversas industrias en México: en el sector público de salud, empresas de comunicación, alimentos, consultoría y del sector financiero. Continuó sus estudios especializándose en diseño de interacción, experiencias y marketing.

En los últimos años hemos visto como ha cambiado el papel del diseñador en el mundo empresarial, los diseñadores poco a poco comienzan a tomar roles más relevantes dentro de las organizaciones, posiciones en donde pueden tomar decisiones que impactan en los resultados, convirtiendo el diseño en un objetivo tangible y medible.

Para Anais, el diseño pasó de una concepción superficial y meramente estética, a convertirse en una parte de la conversación estratégica en las compañías. Una de las ventajas del diseño es que es muy visual, y es bastante evidente cuando algo pasa por las manos de un diseñador. Esto ha ayudado a vender su valor. Esta transformación es el resultado de involucrar a la disciplina del diseño en el negocio. Cada vez es más común ver a un diseñador teniendo conversaciones estratégicas sobre los resultados financieros de una empresa, que entienda más sobre las métricas económicas detrás de un producto y no solo enfocado en el aspecto visual. Hoy la disciplina busca integrar el pensamiento de diseño con el negocio, es decir, entender el comportamiento humano para comprender la manera en la que las personas interactúan con los productos y servicios. En palabras de Anais,

ese pensamiento sistémico que tenemos como diseñadores es lo que hemos traído a la mesa. […] El diseñador ha aprendido a hablar el lenguaje del negocio y el negocio ha entendido que el diseño no es solo la parte estética, sino que traemos una forma de pensar, una forma de abordar los problemas que es muy valiosa para el negocio.

Este cambio le da un nuevo rumbo a las empresas e industrias que le dan un valor real a la disciplina. Esta oportunidad también trae grandes responsabilidades para los diseñadores. Algunas de estas fueron identificadas por Anais como:

traer soluciones que no solamente sean eficientes y que den al negocio estas oportunidades de competir, plantear soluciones y productos más innovadores, pero también nos da la responsabilidad de que estas soluciones sean sustentables, sostenibles y que realmente estemos considerando todo el sistema que vamos a impactar. Al final todo es diseñable, todo lo que usamos hoy en día fue diseñado por alguien, los problemas a los que nos estamos enfrentando hoy, son resultado del diseño de alguien en tiempos pasados. Creo que eso es algo que todos como diseñadores, debemos entender. Ya tenemos un lugar en la mesa, un espacio para poder tener una voz más fuerte en la toma de decisiones, pero eso trae responsabilidad y creo que para allá se van moviendo las conversaciones.

Como consecuencia de estos cambios, el perfil del diseñador también se ha ido modificando. Los diseñadores que integran este pensamiento estratégico en su práctica pueden lograr que los resultados que proponen sumen las diferentes partes de las esferas del negocio, la tecnología y el pensamiento centrado en el usuario. Para Anais, una de las mayores dificultades a las que se enfrentó fue darse cuenta de todo lo que no sabía sobre el negocio. Su estrategia fue acercarse a sus pares para que la ayudaran a entender todo lo que ella desconocía, es decir, aprender a hablar el “lenguaje del negocio” para cerrar la brecha entre su formación y el ámbito laboral en el que ahora se desempeñaba. Además, identificó una gran área de oportunidad: compartir la información especializada y el poder de las metodologías de diseño con áreas del negocio o tecnología para colaborar mejor y darle sentido a la información. En uno de sus proyectos, Anais se dio cuenta que, al utilizar las metodologías de diseño para la resolución de un problema ajeno a la materia, produce resultados que alimentan y complementan la información analítica del negocio para asegurar que las soluciones planteadas estén realmente centradas en los humanos a los que busca considerar.

Hablando sobre la práctica de diseño dentro de las empresas en México, le pregunté a Anais sobre los caminos que siguen las carreras de diseño. Existe la creencia de que las carreras de diseño solo siguen dos grandes caminos: seguir especializado en la práctica y el oficio del diseño o convertirse en un líder de personas y equipos, al respecto me comentó que esta trayectoria “tradicional” se debe a que antes las empresas no entendían las funciones del diseño,

conforme han pasado los años también han evolucionado estas conversaciones, ya se entiende que dentro de una organización, un diseñador va a necesitar un plan de carrera específico que puede o no incluir el liderazgo de personas, […] hay diseñadores que con su trabajo especializado, aportan mucho más valor que intentando liderar equipos cuando a lo mejor no lo disfrutan, no les gusta o simplemente no es a donde quieren llevar su carrera.

Respecto a la cercanía que los managers deben tener con la práctica del diseño, Anais considera que aunque no es una necesidad de primera mano, siempre es bueno desarrollar habilidades de liderazgo y mantenerse actualizado con el oficio del diseño para poder guiar las conversaciones, aconsejar la práctica de los equipos y nutrir la habilidad de distinguir buen diseño, aunque no lo hayan hecho ellos.

Independientemente de su puesto dentro de cualquier organización, un diseñador debe tener la habilidad de vender su trabajo y el valor del diseño. Esto se puede hacer a través de métricas de negocio. De ahí la importancia de documentar el proceso de diseño y objetivos planteados para convertirlos en valores que puedan ser expresados numéricamente y funcionen para analizar el comportamiento de determinadas acciones dentro de una empresa. Cualquier cosa que sea medible es una métrica, por lo tanto, Anais considera que la iteración del diseño y la habilidad de adaptar sus toolkits para adecuarlos a las necesidades y posibilidades de la organización, son algunos de los medios más valiosos que puede tener un diseñador para desarrollarse dentro de una organización.

De acuerdo a la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, en 2022 aproximadamente el 66% de los estudiantes inscritos y egresados de las facultades de diseño en México fueron mujeres [1], sin embargo, esta presencia se reduce considerablemente en puestos de dirección. Según datos de la Secretaría de Economía, hay una significante brecha salarial entre los diseñadores gráficos en México, los hombres empleados reportaron un salario promedio de $7.79k MXN, mientras que las mujeres reciben un salario promedio de $5.73k MXN [2]. En algunas conversaciones con otras diseñadoras como Selene Castilla y Taina Campos, las cuales también ejercen el diseño en México, coinciden en que predominan los espacios diseñados por hombres para hombres. Anais está de acuerdo con esta afirmación. Al respecto me comentó,

es muy evidente en las conversaciones en las salas de directivos tomando las decisiones de las empresas. Si hay mujeres, pero podemos decir que se cuentan con los dedos de una mano a comparación de los hombres, quienes siguen siendo la mayoría. He pensado “¿será que no queremos?”. Porque tenemos todo para lograrlo, “¿será que algo nos detiene y que nosotras no queremos esa vida de sacrificio que tanto requiere una posición de liderazgo?”

Algo que ella ha hecho para enfrentar esta situación es construir una red de apoyo con pares y mentoras que le ayudan a darle soporte en esas situaciones en las que duda de su capacidad para asumir retos y responsabilidades más grandes.

Para terminar, le pregunté a Anais qué haría diferente si volviera a empezar y hoy fuera el primer día en su primer puesto con responsabilidad estratégica. ¿Qué cambiaria para aprovechar al máximo su posición? Su respuesta fue clara y puntual:

Creo que llegaría mucho más segura de mí. No sé todo, pero sí sé algo y está bien no saberlo todo. Para saber más tengo que preguntar sin pena. Eso me hubiera ayudado a catapultar mi carrera, quitarme la pena de no saberlo todo.

Tener diferentes puntos de vista sobre las implicaciones de que los diseñadores se sienten a la mesa permite descubrir cómo le están dando forma al destino de las industrias en esta nueva era de liderazgo en el diseño. La formación en esta disciplina es constante y cambiante, como diseñadores es importante mantenernos actualizados a nuevas herramientas, tendencias y corrientes de pensamiento para lograr un perfil más completo. Usar el pensamiento de diseño como punto central en un nuevo abanico de conceptos para el aprendizaje de conceptos financieros y operativos ayuda a equilibrar el margen entre la práctica del diseño y el pensamiento tradicional de negocio.

1 Secretaría de Economia. (2023). DataMéxico. Data México. https://www.economia.gob.mx/datamexico/

2 ANUIES. (2021). Anuarios Estadísticos de Educación Superior — ANUIES. Anuies.mx. http://www.anuies.mx/informacion-y-servicios/informacion-estadistica-de-educacion-superior/anuario-estadistico-de-educacion-superior

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