Diseñar para audiencias internacionales. Parte 2: hablar el lenguaje de los usuarios

No basta con tener una página web o app correctamente traducida. Los usuarios quieren que el producto también reconozca los aspectos culturales de su idioma.

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En Tailandia, Ronald McDonald saluda con el tradicional saludo “wai”.

Pese a vivir en un mundo globalizado, cada región o país tiene sus propios códigos lingüísticos y estructuras gramaticales.

En España, en concreto, estamos familiarizados con frases hechas como “matar el gusanillo” o “costar un ojo de la cara”. Sin embargo, las personas que no dominan el español peninsular o procedan de otra cultura pueden sentirse confundidas u ofendidas al escuchar estos modismos.

Traducción automática vs. traducción humana

Existen dos maneras de traducir los contenidos: se puede utilizar la traducción automática o humana.

Los algoritmos de los traductores automáticos han mejorado muchísimo con el paso del tiempo pero, en ocasiones, las traducciones distan mucho de ser perfectas y son demasiado literales. Esto se debe a que los motores de traducción automática no siempre tienen en cuenta el contexto ni comprenden las frases hechas.

La idea de costar mucho dinero se explica, en inglés, diciendo “an arm and a leg” y Google Translate reconoce este modismo.
En este caso, Google Translate no reconoce la expresión “matar el gusanillo” que en inglés se podría expresar como “take the edge off your hunger”.

A pesar de sus ventajas (es más rápida y económica que la humana), la traducción automática no se recomienda para traducir textos complejos o creativos. Conviene no olvidar que los mensajes que no se entienden o contienen errores inspiran desconfianza y afectan a la reputación del negocio.

El traductor humano, en cambio, tendrá la sensibilidad necesaria para reconocer la mejor forma de traducir un texto teniendo en cuenta el contexto y las particularidades culturales del idioma de destino. También puede transmitir el tono y estilo que definen a la marca.

AliExpress traduce los nombres de los productos de forma automática y algunas traducciones son delirantes.

La traducción, además de lingüística, tiene que ser cultural

Un buen proceso de localización implica adaptarse a los estándares locales y tener en cuenta las diferencias que existen entre los distintos mercados.

Por ejemplo, las variantes de español en América Latina son distintas de la de España. Hay palabras que, por la evolución histórica o el entorno cultural, significan cosas diferentes y tiempos verbales que predominan más en un continente que en otro.

Las locuciones, los modismos, las unidades de medida y los formatos de fecha pueden variar entre países que tienen la misma lengua oficial. En este otro post profundizamos en los formatos de fechas, distancias y monedas que se usan en distintas regiones.

Kayak hace un buen ejercicio de localización al traducir “coches” como “autos” en Argentina y “carros” en Colombia.

Por otro lado, hay tabúes en ciertas culturas que son temas completamente neutrales en otras (en India, por ejemplo, la menstruación no solo es un tabú sino que se considera algo sucio e indigno). Los traductores nativos o locales tienen la ventaja de que dominan las sutilezas del idioma, conocen eufemismos y comprenden jergas o argots que quedan fuera del conocimiento de los no nativos. Las lenguas están en constante evolución y una persona nativa se mantendrá actualizada.

Las personas prefieren navegar en su idioma nativo

En 2011, un estudio de la Comisión Europea sobre las preferencias lingüísticas entre usuarios de Internet en 23 países de la UE reveló que:

  • 9 de cada 10 prefieren visitar un sitio web en su idioma si se les da esta opción.
  • El 19% nunca navega en un idioma extranjero.
  • El 42% nunca realiza compras en idiomas distintos al suyo.

Crear un producto o servicio multilingüe es más complejo que crearlo en un solo idioma y conlleva más trabajo. Sin embargo, los beneficios de ofrecer el contenido en varios idiomas son bastantes: permite llegar a un público más amplio, genera confianza en los usuarios, se incrementan las ventas…

El selector de idiomas, un componente clave en sitios multilenguaje

Es posible inferir el idioma del usuario a partir del navegador o de la geolocalización por IP y mostrarle automáticamente la versión que corresponda. Aún así, hay situaciones en las que el redireccionamiento automático no funciona y es necesario seleccionar el idioma manualmente.

A la hora de diseñar un selector de idiomas debemos tener en cuenta algunas aspectos:

  • Tiene que estar en un lugar visible para que sea fácil de encontrar. El header y el footer son las ubicaciones típicas para ubicar el selector.
  • Es importante mostrar siempre el nombre del idioma en su ortografía y escritura nativa. De esta manera, la persona usuaria podrá reconocer su propio idioma y no habrá confusiones.
  • Las banderas son apropiadas para representar países pero no idiomas. Un país puede tener más de una lengua oficial o un idioma puede ser hablado en más de un país. Por ejemplo, si usamos la bandera de Portugal para simbolizar el portugués, dejamos fuera a las personas lusoparlantes de otros países como Brasil, Angola o Cabo Verde. Al utilizar banderas para referirnos a idiomas corremos el riesgo de despistar a los usuarios o, lo que es peor, ofenderlos.
En el caso de Spotify sí es apropiado usar banderas pues representan países y no idiomas.

La localización de servicios o interfaces no es un ejercicio ocasional. Requiere de tiempo, dinero y un mantenimiento constante pero, si se hace bien, realmente merece la pena.

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