6 años del Colectivo de Diseño Disruptivo

En febrero de 2017, Diego Del Moral, Lula Toussaint y yo nos reunimos con un grupo muy animado para una noche de trivia política en Guadalajara, México. El evento fue uno entre varios simultáneos alrededor del mundo, bajo la iniciativa de la Unschool of Disruptive Design — de la que los tres somos ex-alumnos.

Esa fue la semilla para que, en los meses siguientes, naciera el Colectivo de Diseño Disruptivo, como uma manera de tropicalizar los diferentes temas y herramientas que conocimos en la Unschool, dándoles sentido en el contexto latinoamericano y generando nuevos abordajes a partir del bagaje de experiencias y conocimiento de cada uno.

En enero de 2018, Diego y yo dejamos nuestros respectivos empleos para dedicarnos de tiempo completo a este Colectivo. En ese caminar encontramos gente increíble que ha guíado, acompañado o instigado la evolución del colectivo; personas que han ayudado a escribir nuestra historia a muchas manos. Juntos, hemos desarrollado proyectos en colaboración con organizaciones que admiramos, hemos explorado herramientas y metodologías que nos han hecho explotar la cabeza y también aprendimos mucho de iniciativas que no sobrevivieron.

Encuentro de la red mexicana de Responsible Leaders en la Universidad del Medio Ambiente, diseñado y facilitado por el Colectivo de Diseño Disruptivo (2019)

Qué es el Colectivo de Diseño Disruptivo

Somos un grupo de diseñadores y facilitadores orgullosamente latinoamericano enfocado en generar cambio social a través de la colaboración.

Para nosotros, el Diseño Disruptivo está en los procesos de innovación social colaborativa donde las personas participantes, basadas en el pensamiento sistémico y el pensamiento de diseño, alcanzan nuevas perspectivas sobre problemas complejos, definen oportunidades para acciones más estratégicas y prueban nuevas ideas de intervención.

Puedes leer más sobre cómo definimos el Diseño Disruptivo en este artículo y conocer más sobre el Colectivo en esta presentación.

Miembros del Colectivo de Diseño Disruptivo y la Secretaría de Planeación y Participación Ciudadana de Jalisco, México, en el cierre de los 100 Días por la Seguridad Ciudadana (2021)

Formación y generación de contenido

Una gran parte de nuestros esfuerzos en los primeros años del Colectivo estuvieran orientados al desarrollo de capacidades en los temas que trabajamos: la complejidad y el pensamiento sistémico, la innovación social y el pensamiento de diseño, las ciencias del comportamiento, la gamificación y la facilitación de procesos colaborativos — todo orientado al cambio social.

Participantes del Bootcamp de Diseño Disruptivo en el Impact Hub Ciudad de México (2019)

Las iniciativas de formación van desde pequeños talleres en línea hasta bootcamps intensivos de 32 horas. Al inicio, establecíamos alianzas con espacios de coworking (como el Impact Hub) y otras organizaciones conectoras para realizar esos programas, por lo que asistían grupos bastante diversos de personas trabajando en ONGs o empresas sociales, emprendedores, servidores públicos y otros.

Con el tiempo (en especial a partir de la pandemia) aumentó la demanda de cursos por parte de fundaciones, gobiernos y plataformas de empresas sociales interesadas en el desarrollo de habilidades de sus aliados clave, para las organizaciones que apoyan, o entre sus propios empleados.

Al realizar este ejercicio de recuento de esos 6 años, estimamos que hasta el día de hoy han egresado de estas iniciativas alrededor de 960 personas de diferentes continentes.

Diseño y facilitación de procesos colaborativos

También con el arribo de la pandemia, surgieron muchos desafíos para que las organizaciones pudieran seguir interactuando y colaborando para lograr su misión. Muchos de nuestros proyectos desarrollados en este período están relacionados al diseño de metodologías y la facilitación de procesos que permiten la colaboración de manera remota, ya sea entre diferentes dependencias de un gobierno como también entre diferentes organizaciones de la sociedad civil.

Esta demanda fortaleció el desarrollo metodológico de nuestros Colaboratorios, espacios de experimentación en donde ponemos la inteligencia colectiva a servicio del cambio social.

Los Colaboratorios están basados en un proceso iterativo que comprende el enmarcar un problema, encontrar puntos de apalancamiento para un cambio sostenible, definir un portafolio sistémico de intervenciones, probar nuevos enfoques, hacer sentido de los aprendizajes y transformar el conocimiento en acción.

Muchos de los Colaboratorios que hemos desarrollado involucran a personas y organizaciones de diferentes sectores de la sociedad — representantes de gobiernos, de la academia, de las empresas y de la sociedad civil. Otros, se realizan en el contexto de una organización que tiene como desafío integrar la perspectiva de diferentes públicos de interés (como los donantes, beneficiarios y aliados de una asociación civil) o sus propias dependencias (como los gobiernos).

Uno de nuestros Colaboratorios más extensos surgió en un contexto trágico de abuso policial, desaparición forzada y represión ilegal de protestas. Esta situación obligó el Gobierno del Estado de Jalisco (México), a revisar las condiciones de sus instituciones de seguridad. Como asesores metodológicos, diseñamos y facilitamos un proceso colaborativo que empezó por el diálogo público-privado, pasó por un profundo mapeo sistémico para reflexionar sobre el funcionamiento real del sistema de seguridad y procuración de justicia, y culminó con la implementación de decenas de compromisos que buscaron transformar el paradigma de seguridad hacia uno enfocado en los ciudadanos.

Otro ejemplo fue un Colaboratorio realizado en Turquía, a invitación de la Asian Venture Philanthropy Network — AVPN, para explorar e identificar las líneas orientadoras de una academia para líderes del sur global, la Global Leadership Academy. Nosotros diseñamos y facilitamos su primer piloto, involucrando a participantes de Brasil, Sudáfrica e Indonésia.

Participantes del primer piloto de la Global Leadership Academy en Istanbul, Turquía (2023)

Catalizando comunidades

Basándonos en nuestra experiencia con los programas de formación y los Colaboratorios, y sumando la experiencia individual de las personas integrantes de nuestro Colectivo, hemos apoyado a gestores y tejedores de comunidades, redes y ecosistemas para que sean más resilientes, atractivos y sostenibles.

Diferentes tipos de organizaciones ya han recurrido a nosotros para formar a sus miembros, desarrollar nuevas metodologías de trabajo, organizar sus formas de tomar decisiones, cocrear nuevas iniciativas y monitorear los resultados de su trabajo.

La BMW Foundation, por ejemplo, sostiene una red global de miles de personas con alguna influencia en los diferentes sectores de la sociedad, la Responsible Leaders Network. Nosotros hemos ayudado la fundación a ampliar su actuación en América Latina, empezando por México. Además de diseñar y facilitar un proceso en el país para fortalecer la comunidad local en conjunto con sus Network Drivers y Organizers, colaboramos con la organización brasileña Aoka para desarrollar una metodología que permita a la fundación a activar la red y construir comunidad de forma intencional y coordinada, primero en la región y luego a nivel global.

Miembros de la red de Líderes Responsables de la BMW Foundation, en encuentro diseñado y facilitado por el Colectivo de Diseño Disruptivo (2019)

La comunidad al interior del Colectivo

Además de apoyar a otras organizaciones, el Colectivo también ha tenido el desafío de facilitar la colaboración entre sus miembros, que podrían dividirse en las siguientes categorías:

  • una comunidad de práctica y aprendizaje horizontal conformada por personas que han participado de los programas de formación,
  • trabajadores autónomos (diseñadores, facilitadores y consultores de diferentes áreas de conocimiento) que colaboran entre si para desarrollar proyectos para clientes del Colectivo.

A lo largo de los años, hemos probado diferentes maneras de intercambiar, discutir y cocrear a través de ciclos de experimentación.

Una de las iniciativas que han emergido a partir de esas conversaciones es Matriz, una cooperativa de plataforma que busca generar una infraestructura común para las y los trabajadores autónomos, quienes carecen de seguridad social, sufren de inestabilidad en los ingresos, pobre infraestructura de trabajo, poca o nula capacitación y deficiencia en las capacidades necesarias para la gestión administrativa, técnica, fiscal y legal de su labor.

Qué nos fue bien, que podría mejorar y en qué nos queremos enfocar en los siguientes años

El año pasado realizamos un ejercicio de reflexión con los grupos de interés del Colectivo, identificando que las personas que integran nuestra comunidad de práctica reconocen el valor del diálogo interno y conversaciones honestas, la oportunidad de conocer mejor los proyectos de otros, y la construcción de una comunidad de sentido.

Qué nos fue bien

Además de lo que fui mencionando a lo largo de este recuento, agrego un par de observaciones:

  • Entre los trabajadores autónomos, se destacaron el aprender de los demás y conocer diferentes perspectivas, compartir responsabilidades e ideas (en comparación a trabajar solos), (re)conocer nuestros pares y el profesionalismo en equipo.
  • Aunado a eso, no puedo dejar de sentir mucha gratitud por el hecho de que el Colectivo se hiciera más relevante a lo largo del tiempo, recibiendo el reconocimiento de las organizaciones con quienes trabajamos (con varias de ellas hemos vuelto a colaborar repetidas veces) y que nos han recomendado con aliados y pares.

Qué no funcionó o dejó de ser prioridad

  • Entre los catalizadores de nuestra propia comunidad, es un reto permanente el tema de disponibilidad, la energía dispersa entre las sesiones de trabajo así como las agendas saturadas. También queremos poner más atención a cómo dividimos las tareas de cuidado del grupo, como conectar a las personas, preparar agendas, sistematizar lo discutido, etc.
  • Los trabajadores autónomos apuntaron oportunidades de estructurar mejor la experiencia y el conocimiento obtenido de cada proyecto, definir límites y roles más claros en algunas interacciones colaborativas y ser más eficientes con la carga de trabajo.
  • También considero que nos falta mucho para mejorar nuestra comunicación interna y externa, documentar mejor nuestra experiencia y compartir nuestro conocimiento.
  • Finalmente, reconocemos que es importante tener roles, procesos y estructuras más claras, aunque flexibles y dinámicas, para que las diferentes personas que componen el Colectivo se sientan con autonomía para proponer, realizar y retroalimentar.

Qué nos interesa explorar mejor en los siguientes años

  • Aumentar la cantidad de proyectos en donde más personas puedan colaborar en un modelo horizontal de trabajo.
  • Seguir investigando y explorando nuevas metodologías y herramientas que contribuyen a los procesos de innovación social a través de la colaboración.
  • Intercambiar con otros colectivos, cooperativas y organizaciones decentralizadas cómo nos organizamos, producimos, distribuimos y generamos valor.

¿Te resuena el trabajo que realizamos desde nuestro Colectivo? Comenta abajo o escríbenos para que exploremos oportunidades de colaborar: colectivo@disenodisruptivo.com.

--

--

Cristina Yoshida
Diseño Disruptivo para el Cambio Social

#Nomad #Minimalist #LATAM #SocialInnovation #SmartCollaboration #Complexity #DisruptiveDesign Co-Founder @CDisruptivo