¿Qué es un MVP? Producto mínimo viable

Marta Serrano
Diseño Estratégico y de Servicios
13 min readApr 8, 2024

En 2011 Eric Ries propuso el término MVP en su libro Lean Startup. Lo definía como “la versión más concisa y pequeña de un producto que desarrolla un equipo para obtener la mayor cantidad de feedback y validaciones con usuarios al menor esfuerzo.”

Lo que venía a mostrar este concepto es la necesidad de desarrollar una versión básica de cualquier producto antes de lanzarlo al mercado, para que podamos medir su aceptación por parte del público sin arriesgarnos a perder la inversión que significa hacer al lanzar un nuevo producto.

En esencia, el MVP, o MVP, es un avatar de la solución, una versión funcional pero simplificada de la solución que estamos desarrollando. Su principal función es recolectar la mayor cantidad de información validada por los usuarios al menor costo posible.

En el enfoque Lean StartUp es el primer punto de contacto con los usuarios; en el enfoque Service StartUp, es el primero con suficiente resolución para parecer una solución acabada.

Un nuevo concepto: el Servicio Mínimo Valioso

Un servicio viable que no aporta valor a nadie es simplemente un derroche.

Bajo el enfoque de la Lógica de Servicios, el MVP evoluciona hacia una orientación humano-céntrica y el énfasis, pasa de estar en los recursos (viable) a estar en la relevancia para los usuarios (valioso).

El objetivo es crear servicios relevantes que se perciban como significativos y que ayuden a las personas a vivir y trabajar mejor, que les aporten valor.

¿Para qué sirve el MVP?

Antes de crear un MVP debemos establecer su propósito: para qué queremos que sirva y qué queremos aprender.

El para qué puede ser: hacer tangible una idea, evaluar su pertinencia, validar una funcionalidad, o comunicar la solución…

El qué aprender puede ser: si se usa como habíamos pensado, si luce como lo habíamos imaginado, si funciona como lo habíamos diseñado, si se entiende con facilidad, etc.

¿Cómo es un MVP?

El MVP parece al resultado final pero no tiene todo el desarrollo necesario. A modo de ejemplo para entenderlo mejor, un MVP tiene un 90% del concepto, un 50% del front y un 3% del back.

Su principal función es recolectar la mayor cantidad de información validada por los usuarios al menor costo posible. No es necesario gastar recursos (tiempo y dinero) en exceso para validar una hipótesis utilizando el MVP.

Podrá tener fallos y alguno que otro problema estético, pero el objetivo es que el usuario final pueda usarlo y nos entregue su valoración, con ello iremos mejorando nuestro producto.

Características de un MVP

Usar el método del MVP no es tan simple como llegar con una idea, hacer lo mínimo y lanzar el producto al gran público. Implica definir una gran estrategia que es necesaria para que el ejercicio valga la pena.

Los MVP tienen unas características que debemos tener en cuenta antes de implementarlas:

Diseño: es necesario que tenga un buen diseño que lo haga atractivo al cliente desde el inicio.
Usabilidad: debe tener suficiente valor para que así la gente esté dispuesta a usarlo y pagar por él.
Fiabilidad: debe transmitir plena confianza a los usuarios, inclusive si es un producto lanzado por una empresa que está hace poco en el mercado.
Funcionalidad: debe poder satisfacer las necesidades de los clientes, tiene que cumplir con su misión.

¿Qué tan cercano debe ser a la realidad?

Todo lo real que necesitemos para testear lo que es importante en ese momento. Cuantas más iteraciones vayamos a hacer, menor puede ser el grado de fidelidad.

Cuanto antes empecemos a prototipar y menos definido esté, más abierto estará el equipo de diseño a aprender del experimento y modificar las partes que no están funcionando.

Grado de fidelidad: baja fidelidad
Son productos fáciles de desarrollar que nos permitirán conocer la idea del público sobre nuestro producto o servicio. El objetivo es conocer qué tipo de soluciones están buscando los clientes.

El MVP en baja definición se enfoca en lo más básico. Aquí, se desarrolla una versión del producto con el mínimo conjunto de características necesarias para que sea funcional y útil.

1. Simplicidad extrema: se concentra en una funcionalidad esencial y elimina cualquier característica adicional.
2. Costes mínimos: al mantener el alcance del producto al mínimo, los costes de desarrollo son bajos, ideal para proyectos con presupuestos limitados.
3. Validación temprana: este tipo de MVP te permite obtener feedback de tus usuarios de forma rápida y validar si tu idea es viable antes de comprometer recursos adicionales.

Grado de fidelidad: alta fidelidad
Son productos más complejos que nos ofrecen información más relevante. Si bien requieren más tiempo y esfuerzo, también es un método más eficaz para comprobar la viabilidad o no, antes de construirlo.

Este enfoque es útil cuando deseas ofrecer a los usuarios una experiencia más completa y no competir únicamente en funcionalidad básica. Se desarrolla con un conjunto de características más completo, aunque todavía simplificado.

1. Experiencia completa: ofrece una experiencia más completa a los usuarios, lo que puede ayudar a retener su interés y satisfacer mejor sus necesidades.
2. Mayor valor inicial: al incluir un conjunto más amplio de características, puedes ofrecer un mayor valor inicial a los usuarios y competir a otro nivel en el mercado.
3. Validación de funcionalidades adicionales: permite validar si las funciones que planeas agregar son relevantes para tus usuarios o van en dirección contraria.

Secuencia de creación de un MVP

La primera secuencia muestra más bien un diseño progresivo, los productos anteriores realmente no se pueden usar de forma práctica, mientras que la segunda muestra cómo se llega a un MVP que sí satisface al cliente, y realmente todos los productos anteriores se podrían utilizar, aunque tal vez se podría considerar que son más de nicho o que cumplirán solamente con necesidades muy específicas.

La lógica de esta secuencia es que se quiere validar la hipótesis de que la gente quiere llegar del Punto A al B en el menor tiempo posible y de la forma más cómoda. Si empezamos a construir el coche por el chasis, no podemos validar la hipótesis de ninguna manera, el usuario no puede llegar a ningún lugar con esa estructura, no podrá hacerlo hasta que el coche esté completo y corremos el riesgo de llegar a ese momento y que el usuario no tenga interés.

En la segunda secuencia quizá un monopatín o skate no es la forma más veloz, pero sí ofrece una alternativa más rápida que ir caminando; cuando le ponemos un manillar gana estabilidad y seguridad, con la bicicleta gana velocidad… así hasta llegar al coche. Poco a poco, hemos ido añadiendo funcionalidades al MVP siempre con el foco en la hipótesis principal.

Proceso para generar un MVP

Un elemento clave a tener en cuenta es que para crear un MVP, un producto MÍNIMO, es necesario tener claro cuál es su producto MÁXIMO, hay una idea potente y definida sobre cuál es la solución final que queremos desarrollar, una certidumbre sobre el problema, necesidad o deseo que quiere solucionar; un concepto claro que sirve para guiar el proceso, aunque el concepto está abierto a cambios gracias al proceso de experimentación a través de las diferentes versiones del MVP.

1. Investiga el mercado, conoce a tus usuarios
2. Determina el problema y define la solución
3. Establece y prioriza las características
4. Construye, lanza y analiza

Principios de un MVP

Mínimas características, máximo valor

El núcleo de un MVP es su capacidad para ofrecer valor con el menor esfuerzo posible. Hay que identificar las características esenciales que resuelven un problema o satisfacen una necesidad en tus usuarios. Estas características deben ser simples pero de gran impacto. Al enfocarte en lo esencial, evitas la sobrecarga de funciones innecesarias que podrían alejar a tus usuarios.

Rápida implementación

Un MVP debe desarrollarse en un período de tiempo mínimo. La rapidez es esencial para llegar al mercado antes que la competencia o para validar tu idea lo antes posible. Esto implica tomar decisiones ágiles en el proceso de desarrollo y mantener el foco en lo que es crítico de verdad.

Escalabilidad futura

Aunque un MVP es una versión simplificada, debes considerar su capacidad para crecer y expandirse en el futuro. Las características esenciales deben estar diseñadas de manera que permitan una evolución natural a medida que recibes comentarios y comprende de manera más profunda las necesidades de tus usuarios.

Fácil usabilidad

La simplicidad es la clave. Las prestaciones del MVP deben ser intuitivas y fáciles de usar. Cualquier usuario debe poder interactuar con el producto sin esfuerzo y sin necesidad de largas explicaciones. La experiencia de usuario es fundamental para el éxito del MVP.

Medición y recopilación de datos

La capacidad de medir y recopilar datos es esencial y es el sentido mismo del MVP. Debes implementar técnicas de recolección de datos y herramientas de seguimiento y análisis que te permitan monitorear el comportamiento de los usuarios. Esto te proporciona información valiosa para tomar decisiones informadas y realizar mejoras continuas.

Foco en el feedback de usuario

Un MVP es también una herramienta para recopilar feedback de tus usuarios. Debes prepararte para escuchar a tus clientes y ajustar el producto en consecuencia. Esto implica estar abierto a críticas constructivas y estar preparado para iterar sobre la base de los comentarios recibidos.

¿Qué es un MVP? Producto mínimo viable (parte 2)

Tipos de MVP

Conserje.

Este tipo de MVP implica resolver las preocupaciones de los clientes sin lanzar ningún producto, servicio, ni siquiera sitio web.

Ofreces un servicio que utiliza algún medio tecnológico para ser solicitado, pero la ejecución o procesos se realizan de manera manual y el usuario final es consciente de ello. Le ofrecemos el servicio que contiene el valor agregado y el usuario lo usa y te otorga retroalimentación.

Airbnb
Brian Chesky y Joe Gebbia, buscaban una forma de pagar el alquiler de su apartamento. Se dieron cuenta de que había una conferencia importante pero los hoteles estaban llenos.

Decidieron ofrecer tres colchones inflables en su sala de estar como una alternativa asequible a los hoteles y crearon una web sencilla donde ofrecieron alojamiento.

En agosto de 2008, recibieron tres invitados, que pagaron por quedarse en su departamento, disfrutaron de la experiencia y, lo que es más importante, les dieron feedback del servicio y qué les gustaría que tuviera en un futuro. Con esto lograron obtener recursos para seguir con el desarrollo y validaron su idea con los clientes finales.

Mago de Oz

Es muy similar al conserje la única diferencia es que aquí el usuario final no se entera que el servicio no está terminado ya que algunos procesos se realicen de aun manera manual. Aquí, el objetivo principal es mostrar que el producto será un servicio completo basado en la automatización. Tal vez en un inicio debas hacerlo todo tú detrás de la cortina, pero el cliente debe entender que tu producto solucionará sus necesidades de forma automática.

Zappos
Su creador solicitó permiso a una zapatería cercana para tomar fotos de sus modelos y las colocó en una sencilla página web, a través de la cual podía recibir pedidos. Cuando alguien compraba zapatos bajaba a la tienda, los compraba y los enviaba por correo al cliente que los había solicitado.

Es un modelo muy poco escalable, pero su finalidad era comprobar si las personas estaban dispuestas a comprar zapatos en internet, al validar su hipótesis invirtió en un buen sitio web con capacidad de pago en línea, proveedores, convenios con paqueterias, etc. Fundada en 1999, quizás sea la primera tienda de venta de zapatos en línea.

Amazon
Jeff Bezos usó un Mago de Oz, antes de lanzar Amazon, recibió órdenes de libros, compró él mismo los libros y los mandó él mismo a los clientes. La gran cantidad de ventas fue la confirmación necesaria de que la gente quería este servicio. Así que comenzó comprando más libros, una bodega y se hizo Amazon.

Landing page.

Este MVP implica crear una landing page en la que describas todas las ventajas de tu producto y les brindes una opción a tus clientes de que lo adquieran. Las ventajas de este MVP es que te permite recolectar los correos electrónicos de tus clientes y hablarles directamente sobre tu producto, también puedes analizar la demanda y cómo interactuaron tus clientes para hacer los cambios necesarios.

Buffer
Su fundador, Joel Gascoigne, antes de ponerse rápidamente a programar se preguntó: ¿ los usuarios de twitter utilizarían esta herramienta? Para validarla lanzó una landing page con un único elemento accionable, la descripción de la herramienta y lo que podía hacer por ti. Haciendo click en el botón de precios te llevaba a otra página donde insertar tu correo para recibir más información.

Videos explicativos

Tal vez un video sea la mejor forma de describir y mostrar un producto. Te permite demostrar cómo funciona y qué es lo que lo hace especial. Con este tipo de MVP podrás introducir tu producto a la audiencia y también podrás registrar el compromiso con el producto y analizar su demanda.

Dropbox
Antes de que Dropbox se convirtiera en líder en servicios de archivos en la nube, Drew Houston, su CEO, decidió que se lanzara un video describiendo las ventajas y el funcionamiento del servicio. Ese video tuvo más de 70 mil reproducciones en una sola noche. Sobre decir que el lanzamiento de Dropbox fue un éxito contundente.

¿Cómo validar un MVP?

Cuando lanzamos un MVP hay dos hipótesis que deben ser validadas, si el experimento falla en alguna de las dos debe ser pivotado:

Hipótesis de Valor: la solución realmente aporta valor al usuario una vez que la ha usado.
Hipótesis de Crecimiento: el negocio tiene potencial de crecer, los usuarios se enteran de que existe, llegan a nosotros, culminan la compra, recomiendan, etc.

Hipótesis de Valor

Se trata de probar que existe un encaje entre el problema detectado y la solución propuesta. Es decir, que aporta valor real al usuario una vez que la ha usado.

Debemos tener en cuenta que el valor es un constructo cognitivo creado en la mente del usuario; depende de él y su experiencia, el servicio es siempre cocreado entre el proveedor y el usuario. La propuesta de valor es sólo una propuesta, no garantiza que la solución entregue valor, hay que probarla.

Hipótesis de Crecimiento

Se trata de probar que existe un encaje entre la solución propuesta y el mercado. Es decir, que existe público interesado y dispuesto a pagar el precio fijado, y que además tiene potencial de crecer exponencialmente.

Debemos tener comprobar cómo los usuarios se enteran de que existe, cómo llegan a nosotros, cómo y cuándo culminan la compra, si nos recomiendan, o no, qué buscan los early adopters y qué necesita el gran público para sumarse.

Las trampas de las métricas

Este proceso de validación sirve para tomar decisiones informadas, esto es, decisiones basadas en datos y no en opiniones, egos o autoridad. Para validar una idea hay que fijarse en las métricas correctas y evitar las “vanity metrics”, esas que lucen bien pero no ayudan a aprender. Algunos ejemplos son: medir el número de usuarios en lugar del uso que hacen los usuarios; o medir el número de ventas sin contar también el esfuerzo publicitario, sin restarle el efecto “dopaje”.

Errores comunes al diseñar un MVP

Demasiadas características

Uno de los errores más graves es sobrecargar tu MVP con demasiadas características. La esencia del MVP es simplificar al máximo, enfocándote en las funciones esenciales que resuelven un problema específico. Agregar características innecesarias complica el desarrollo y ralentiza el lanzamiento, lo que va en contra del MVP.

Falta de definición de objetivos claros

Sin un objetivo claro en mente, es fácil perder el rumbo. Debes saber exactamente lo que deseas lograr con tu MVP, ya sea validar una idea, medir la demanda del mercado o atraer inversores. Sin una meta concreta, tu MVP carecerá de dirección y propósito.

No conocer a tu audiencia

Un error crítico es no entender a tus usuarios. Sin una comprensión profunda de sus necesidades y deseos, es imposible crear un MVP efectivo. La falta de investigación y análisis de mercado puede llevar a un MVP que no responde a las demandas reales de tu audiencia.

Ignorar la experiencia del usuario

La experiencia del usuario es clave, incluso en un MVP. No prestar suficiente atención a la usabilidad y la interfaz puede llevar a una experiencia frustrante para los usuarios. Incluso con características limitadas, tu MVP debe ser intuitivo y agradable de usar.

Desarrollo lento y engorroso

Hacer un MVP va de hacerlo rápido, con velocidad. Demorar en el desarrollo o realizarlo de manera complicada puede eliminar los beneficios del enfoque ágil del MVP. Divide el proceso en tareas manejables y trabaja en iteraciones rápidas para llegar al mercado lo antes posible.

Falta de recopilación de datos y feedback

El MVP es inútil si no recopilas datos y opiniones de tus usuarios. Ignorar esta etapa es uno de los errores más graves que puedes cometer. La información de los usuarios es la base para realizar mejoras continuas y adaptar tu producto a las necesidades del mercado.

No aprender ni adaptarse

Incluso si recopilas datos, no aprender de ellos y no adaptar tu MVP es un error común. La falta de flexibilidad para realizar cambios basados en los datos de los usuarios puede llevar al fracaso.

No lanzar o lanzar tarde

El propósito del MVP es lanzar rápidamente y aprender de los usuarios. No lanzar tu MVP a tiempo o posponerlo indefinidamente va en contra de su naturaleza ágil.

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Marta Serrano
Diseño Estratégico y de Servicios

La vida es inexplicable. Para alguien como yo, eso es tremendamente irritante. Escribo para entender aunque a veces sea en vano. Ko-fi.com/diariosnomadas