Una propuesta de Diseño es una invitación a conversar.
(o por qué no hago cotizaciones)
Hace unos días recibí un correo electrónico que anunciaba que no habíamos ganado una “licitación” para el Diseño de Experiencia de Usuarios internos de una empresa chilena de gran tamaño.
Cuando leí el “brief” (media página) me pareció que no funcionaría pero, dado que hemos trabajado con otras áreas de la empresa, me hice el ánimo y nos reunimos con los ejecutivos a cargo para intentar bajar el brief (sin éxito), desenmarañar lo que intentan hacer e invertir tiempo en pensar una propuesta responsable y sustentable.
Error. Si ya había partido mal por la mala calidad de la información entregada, todo empeoró cuando me pidieron que les enviara la “cotización” por correo.
Primero, no hago cotizaciones, no tengo lista de precios porque cada proyecto tiene su afán, tamaño y problemática. Mi trabajo se define por el valor agregado que entrego no por lo que cobre la competencia. Cobramos precios dignos y justos para que todos en AyerViernes tengamos buenos ingresos que sostengan la calidad y dedicación de artesanos amantes del buen Diseño que se dedicaran casi en exclusiva a un proyecto.
Segundo, jamás envío mis propuestas por correo electrónico. Mis propuestas son una invitación a conversar, debatir y buscar las mejores maneras de Diseñar la Experiencia que exponen contextos, metodologías, tácticas, tiempos y recursos necesarios. Nuestras propuestas son una estrategia para Diseñar; son un medio, no el fin.
Sin embargo, como un principiante caí en la trampa, acepté condiciones que pronosticaban tempranamente que no ganaríamos el trabajo; que nadie tendría la decencia de decirnos siquiera quiénes ganaron, por cuánto ni por qué, sencillamente porque un proyecto con un mal brief y cuyas definiciones son por precio, demuestran cuan perdidos están aquellos ejecutivos que convocan, acostumbrados a meter en una licuadora palabras sueltas que escuchan por ahí, sin entender el contexto ni el trasfondo de cambio que hay en todo proyecto de Experiencia de Usuarios.
Tanto sentido tienen las palabras de Javier “Una relación de trabajo en diseño (igual que en muchos otros ámbitos) no tiene sentido si no se articula de igual a igual, desde el respeto más profundo entre ambas partes”
El aprendizaje es que cuando hay mal brief, los proyectos se definen sí o si por precio y es un trabajo destinado al fracaso porque no respeta un principio básico en Diseño; que sin un buen análisis previo de la problemática jamás habrá una estrategia clara para abordarlo y todo se resumirá en “entregables” como una lista de supermercado.
Cuando estudias Diseño, el Taller es la materia y ramo principal. En él el Maestro propone un tema y guía a sus discípulos en construir su propio Taller donde diseñan desde la observación, la indagación y constatación pura una solución a la problemática planteada. Algo tan simple como aquello es imposible de entender entre los ejecutivos de las empresas que en su gran mayoría están presos de las excels los KPIs y esas cosas que disfrutan tanto.
