Entrevista con Ahmed Abu Artema, líder organizador de la Marcha del Retorno

La Marcha del Gran Retorno fue una oportunidad histórica para fortalecer las voces que creen en la resistencia no violenta, y estas voces deben ser apoyadas para que la gente pueda creer en sus ideas.

Javier Villate
Disenso Noticias Palestina
5 min readApr 5, 2019

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Un año después de que comenzaran las protestas que usted propuso en Facebook, ¿cómo han evolucionado? ¿Sus demandas clave, sus tácticas y su estructura de base siguen siendo las mismas?

Cuando llamé a las protestas del Gran Retorno, era como un sueño. Después de intercambiar opiniones con la gente de la comunidad, era necesario elaborar un plan práctico y aplicable que destacara la diferencia entre un sueño y la realidad. Mi primer mensaje proponía una protesta pacífica masiva en la que los habitantes de Gaza tomaran parte y decidieran cruzar pacíficamente la alambrada de púas que nos cercaba, exigiendo vida, libertad y el regreso de los refugiados de acuerdo con la Resolución 194 de la ONU. Después de cruzar la valla, establecerían una ciudad en el territorio ocupado en 1948, una ciudad que propuse llamar Bab al Shams (“Puerta del Sol”), organizando una sentada pacífica.

La realidad actual no es exactamente la misma que esta idea imaginaba, pero la superposición entre el sueño y la realidad no puede ser ignorada. Hay dos diferencias notables entre la realidad actual y la idea original. La primera consiste en el número de víctimas mortales que se incrementa cada viernes, de las que el gobierno de ocupación es el principal responsable, ya que ha buscado deliberadamente aumentar el coste de las marchas pacíficas, incluso en ausencia de una amenaza grave para sus soldados sobre el terreno. Esto se hizo por razones políticas, para acabar con la idea y minar la confianza de los palestinos en su capacidad de alcanzar logros mediante protestas masivas no violentas. La idea original era convocar a la gente a realizar actividades culturales y artísticas en una zona segura frente a la valla israelí, con el fin de reunir a las masas y movilizar a toda la comunidad para que se involucrara en esta lucha pacífica. Los manifestantes siguen siendo pacíficos incluso ahora, y hay una serie de actividades culturales y artísticas todos los viernes, pero está claro que hay una decisión deliberada israelí de desgastar la voluntad palestina a través de la acumulación de víctimas entre los manifestantes pacíficos.

La segunda diferencia es que la idea original proponía protestas populares encabezadas por líderes comunitarios, pero la fuerza de los grupos políticos en la Franja de Gaza cambió la naturaleza de la marcha, ya que sus líderes se presentaron en gran número. Es importante señalar que estas facciones son una parte fundamental de la comunidad y no pueden ser ignoradas. Las facciones son parte del pueblo y deben participar en todos los aspectos de la resistencia, pero creo que la naturaleza de la marcha es más clara cuando es dirigida por gente normal y activistas juveniles no afiliados a los grupos políticos.

¿Cuál ha sido el papel de la sociedad civil para convertir un momento de protesta en una campaña más amplia por el derecho al retorno?

Una de las características distintivas del movimiento de protesta por el Gran Retorno es que movilizó a grupos de base y comunitarios y amplió el concepto de movilización más allá de los grupos de élite y los partidos políticos. En lo que respecta a la sociedad civil, la protesta del Gran Retorno fue una oportunidad clave para desarrollar el papel de sus propias organizaciones y para que participen realmente en un evento nacional sobre el terreno. Representantes de muchas ONGs participaron en la marcha por el Gran Retorno a través de actividades culturales, artísticas, teatrales y de derechos humanos.

¿Cuál cree usted que es el aspecto más importante de estas protestas — o del movimiento que las respalda — que no fue y no es cubierto por los medios de comunicación internacionales?

El aspecto más importante de la marcha del Gran Retorno es que representa la verdadera voz del pueblo palestino. El primer día de las protestas vi una escena inolvidable. Decenas de miles de mujeres, hombres, niños y personas mayores a mi alrededor, incluso mujeres mayores con bastones, recorrían lentamente más de un kilómetro para participar en este evento nacional unificador. La marcha del Gran Retorno es un grito por la vida y representa el verdadero estado del pueblo palestino. Los actores internacionales deben escuchar directamente a la gente.

Aunque HAMAS no ha participado en la organización de estas protestas, las ha apoyado cada vez más, lo que, según algunos ha dañado la imagen no violenta del movimiento. ¿Cómo ha afectado esto al movimiento de protesta?

Echemos un vistazo más de cerca a la realidad. En Gaza no hay dos sociedades, una del pueblo palestino y otra de HAMAS. Hay una sola sociedad cuyos miembros pertenecen a diversas facciones políticas e ideológicas. Por lo tanto, todos estos grupos están presentes en el pueblo, incluido HAMAS, como nos recuerdan las elecciones de 2006, en las que ganó la mayoría. Creo que la popularidad de HAMAS ha disminuido, pero no podemos asumir que haya desaparecido. Por lo tanto, cuando pedimos una acción nacional unificadora, esto significa necesariamente que todas las personas deberían participar independientemente de sus afiliaciones o creencias. Cuando escribí los principios subyacentes para la marcha del Gran Retorno en mi página de Facebook el 20 de febrero de 2018, estos proponían protestas pacíficas, populares y patrióticas, en las que todos podían participar tras la bandera palestina, tomando como base las resoluciones de la ONU, en particular la Resolución 194 del Consejo de Seguridad.

Por lo tanto, la cuestión no es si HAMAS o cualquier otro grupo participa o no, sino cuáles son los principios y fundamentos en los que se basa la participación. Sí, HAMAS participó en las marchas del Gran Retorno, siendo, como es, un componente principal de la sociedad, al igual que la mayoría de las demás facciones islamistas, laicistas y de izquierdas. Lo bueno de esto es que la participación de todas estas facciones se basó en que eran marchas pacíficas de base, y es una oportunidad para fortalecer la cultura de la resistencia no violenta. La afiliación de los participantes de la marcha no importa tanto como que fueran pacíficos, completamente desarmados y que hicieran demandas legítimas durante las marchas.

Lamentablemente, hemos observado que desde el inicio de las marchas es Israel quien ha presionado a favor de la violencia, aumentando el número de víctimas palestinas. Esto revela que Israel no quiere que los palestinos usen la resistencia no violenta porque la resistencia no violenta dañará la imagen propagandística que Israel comercializa en el mundo. La marcha del Gran Retorno es una oportunidad histórica para fortalecer las voces que creen en la resistencia no violenta, y estas voces deben ser apoyadas para que la gente pueda creer en sus ideas.

Ahmed Abu Artema es periodista independiente de Gaza. Zaha Hasan realizó esta entrevista por correo electrónico.

Este artículo fue publicado por Carnegie Endowment for International Peace y ha sido traducido por Javier Villate.

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