xLas palabras del general Moisés Dayan arrojan nueva luz sobre la ocupación israelí del Golán

Cuando asistimos a esfuerzos renovados de Israel para que EEUU y la comunidad internacional reconozcan su soberanía sobre los Altos del Golán sirios, viene bien recordar este artículo del NEW YORK TIMES publicado en 1997

Javier Villate
Disenso Noticias Palestina
6 min readFeb 8, 2019

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Moisés Dayan elogia a Roi Rotberg, en el kibbutz Nahal Oz, abril de 1956. (Foto de archivo de las FDI)
Moisés Dayan elogia a Roi Rotberg, en el kibbutz Nahal Oz, abril de 1956. (Foto de archivo de las FDI)

Serge Schmemann / The New York Times, 11 de mayo de 1997 — Es un artículo de fe entre los israelíes que los Altos del Golán fueron ocupados en la guerra de 1967 para evitar que Siria bombardeara los asentamientos israelíes situados a sus pies. El futuro de los Altos del Golán es fundamental para la búsqueda de la paz en Oriente Medio, y gran parte del argumento en contra de devolver los Altos del Golán a Siria se basa en el temor de que se actualice esa amenaza.

Pero como muchas otras de las leyendas fundadoras de Israel, ésta ha sido cuestionada últimamente, y desde un lugar de lo más sorprendente: Moisés Dayan, el célebre comandante que, como ministro de Defensa en 1967, dio la orden de conquistar el Golán.

El general Dayan murió en 1981. Pero en conversaciones con un joven reportero cinco años antes, dijo que lamentaba no haberse mantenido en su oposición inicial a la captura de los Altos del Golán. Realmente no había una razón apremiante para hacerlo, porque muchos de los enfrentamientos con los sirios fueron provocados deliberadamente por Israel, y los residentes de los kibbutzim que presionaron al gobierno para que tomara los Altos del Golán lo hicieron menos por seguridad que por las tierras de cultivo.

El general Dayan no expresó sus opiniones en una entrevista y el reportero, Rami Tal, mantuvo sus notas en secreto durante 21 años, hasta que un amigo le convenció para que las hiciera públicas. Fueron autentificadas por historiadores y por la hija del general Dayan, Yael Dayan, miembro del parlamento, y se publicaron hace dos semanas en la revista de fin de semana del periódico Yediot Ahronot.

Los historiadores han debatido si el general Dayan estaba dando una explicación precisa de la situación en 1967 o si su versión de lo que sucedió se vio afectada por su desgracia después de la guerra de 1973, cuando se vio obligado a renunciar como ministro de Defensa por no haber sido capaz de prever el ataque de los países árabes.

Pero en un nivel más inmediato, los comentarios realizados por el general hace 21 años son relevantes en la disputa actual sobre si los Altos del Golán deben devolverse a Siria a cambio de la paz. El gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu se opone firmemente a la devolución del Golán, y sostiene que la meseta es vital para la seguridad de Israel.

“Mire, es posible hablar en términos de ‘los sirios son bastardos, hay que frenarlos, y este es el momento adecuado’, y cosas así, pero eso no es política”, dijo el general Dayan al Sr. Tal en 1976. “No golpeas al enemigo porque es un bastardo, sino porque te amenaza. Y los sirios, en el cuarto día de la guerra, no eran una amenaza para nosotros”.

Según las notas publicadas, el Sr. Tal objetó; “Pero estaban sentados en los Altos del Golán y eso…”.

El general Dayan le interrumpió: “No importa eso. Después de todo, sé cómo comenzó al menos el 80 por ciento de los enfrentamientos allí. En realidad, más del 80 por ciento, pero hablemos solo del 80 por ciento. Fue así: enviábamos un tractor para arar un área donde no era posible hacer nada, un área desmilitarizada, y sabíamos de antemano que los sirios comenzarían a disparar. Si no disparaban, le diríamos al tractor que avanzara más, hasta que al final los sirios se molestaran y dispararan. En respuesta, usaríamos artillería y luego la fuerza aérea, y así fue como sucedió”.

La resistencia del general Dayan a atacar los Altos del Golán en los primeros días de la guerra de 1967 es algo sabido, como lo fue su abrupto cambio de opinión el 9 de junio, el cuarto día de la guerra, cuando, sin pasar por el jefe del Estado Mayor, Isaac Rabin, ni por el primer ministro, Levi Eshkol, llamó directamente al comandante del norte y le ordenó atacar a Siria.

Tropas israelíes en la guerra de 1973.
Tropas israelíes en la guerra de 1973.

La idea común es que el general Dayan dudaba de emplear más recursos militares hasta que se resolvieran las guerras con Egipto y Jordania, y no quería provocar a la Unión Soviética con un ataque a su principal estado-cliente, amén de que la ofensiva podría costar muchas vidas. Las rápidas victorias sobre Egipto y Jordania le hicieron cambiar de opinión.

Pero en las conversaciones con el Sr. Tal, el general Dayan planteó otra consideración. “Lo que me dijo en la conversación es que, incluso en tiempos de guerra, nos veríamos obligados a devolver la mayoría de los territorios que ganábamos si queríamos la paz con los árabes”, dijo el Sr. Tal. En los Altos del Golán, el general Dayan anticipó que los agricultores israelíes se establecerían rápidamente en las tierras fértiles, lo que dificultaría su retirada.

El general Dayan dijo en sus conversaciones con el Sr. Tal que los líderes de los kibbutzim, que habían exigido de forma apremiante que Israel tomara los Altos del Golán, lo habían hecho en gran parte por la tierra.

“Los kibbutzim vieron tierras que eran buenas para la agricultura — dijo — . Y no olvide que este fue un momento en el que las tierras agrícolas se consideraban lo más importante y valioso”.

El Sr. Tal preguntó: “Entonces, ¿todo lo que los kibbutzim querían eran las tierras?”.

Y el general Dayan respondió: “No estoy diciendo eso. Por supuesto que querían que los sirios les dejaran en paz. Sufrieron mucho por los sirios. Mire, como dije antes, estaban en los kibbutzim y trabajaban la tierra y tuvieron hijos y vivieron allí y querían vivir allí. Los sirios que estaban frente a ellos eran soldados que les disparaban y, por supuesto, eso no les gustó”.

“Pero puedo decirle — añadió Dayan — con absoluta confianza que la delegación que vino a persuadir a Eshkol para que tomara la meseta no estaba pensando en estas cosas. Estaban pensando en sus tierras fértiles. Yo también soy granjero. Después de todo, soy de Nahalal, no de Tel Aviv, y lo sé. Los vi, y hablé con ellos. Ni siquiera intentaron ocultar su codicia por esa tierra”.

Esa afirmación fue muy negada por Muky Tsur, un viejo líder del Movimiento Kibbutzim Unidos.

“Seguramente hubo discusiones sobre ocupar o no los Altos del Golán, pero sobre todo se trató de la seguridad de los kibbutzim en Galilea — dijo Tsur — . Creo que el mismo Dayan no quería ir a los Altos del Golán. Esto es algo que hemos sabido desde hace muchos años. Pero ningún kibbutz consiguió tierras gracias a la conquista de los Altos del Golán. La gente iba allí sola. Es un insulto decir que los kibbutzim querían tierra”.

Evidentemente, los defensores de hacer la paz con Siria aprovecharon las dudas expresadas por el general Dayan.

Los historiadores tomaron un enfoque cauteloso, señalando que las conversaciones no habían sido una entrevista formal. El Sr. Tal, que entonces era periodista en un periódico de corta vida y del cual el general Dayan era editor, dijo en una entrevista telefónica que sostuvieron varias conversaciones en aquel momento, y que tuvo la impresión de que el general Dayan había estado probando ideas para sus memorias, que nunca terminó.

“No tenía la intención de hacer una entrevista completa — dijo Shabtai Teveth, un biógrafo de Dayan — . Aquí habla solo de los kibbutzim y no ofrece una imagen muy equilibrada. Israel estaba muy atento a las reacciones soviéticas en ese momento y él era uno de los israelíes más sabios en política, por lo que debió haberlo tenido en cuenta. En segundo lugar, en 1967 Dayan era muy consciente de que la ONU anularía algunas conquistas israelíes y, por lo tanto, se preguntaba si realmente valía la pena, ya que podría ser costosa en vidas”.

Bruce Maddy-Weitzman, investigador principal del Centro Dayan para Estudios de Oriente Medio y África en Tel Aviv, dijo que le preocupaba que las conversaciones publicadas pudieran eclipsar otros factores en la decisión de atacar a Siria.

“Me preocupa que esto se convierta en toda la historia, que la gente pierda de vista cómo estalló la guerra del 67, cómo Siria fue el catalizador, cómo deseaba un aumento de las tensiones para empujar a Egipto a la acción — dijo el señor Maddy-Weitzman — . Hay muchas utilizaciones de los mitos fundadores. El revisionismo es una cosa, pero cuando eliminamos el contexto en el que ocurrían las cosas, nos volvemos locos injustificadamente”.

Este artículo fue publicado en The New York Times y ha sido traducido por Javier Villate.

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