Nuevos planes de asentamientos judíos para cercar Belén

Javier Villate
Disenso Noticias Palestina
4 min readJan 16, 2019

IMEMC, 10 de enero de 2019 — En su informe semanal sobre las actividades de colonización israelíes en Cisjordania y Jerusalén, la Oficina Nacional para la Defensa de la Tierra ha dicho que el gobierno de ocupación israelí sigue imponiendo su dominio mediante la construcción, ampliación y aprobación de nuevos planes de asentamientos para reforzar el control sobre el territorio palestino en Cisjordania y Jerusalén.

En el contexto de los planes de colonización y de la batalla electoral, se ha propuesto la construcción de 2.500 viviendas cerca del asentamiento de Efrat, al sur de Belén, en un proyecto llamado “E-II”, que cuenta con el apoyo del primer ministro israelí Netanyahu para obtener los votos de la derecha israelí y para impedir cualquier desarrollo o expansión de la ciudad palestina.

La llamada “administración civil” israelí ha permitido a los colonos establecer una “granja agrícola” en la zona y ha publicado en su sitio web que tiene previsto construir cientos de viviendas en 118 hectáreas de la ciudad. Si, además, se construyen las 2.500 viviendas propuestas, el proyecto podría transformar el asentamiento en una nueva ciudad, que se sumaría a los cuatro asentamientos clasificados como ciudades israelíes, a saber, Elit — al sur de la Jerusalén ocupada — , Betar Illit — al sur de Jerusalén — , Maale Adumim — en Jerusalén Este — y Ariel, en las tierras de la gobernación y la ciudad de Salfit, al sur de Naplusa.

En los alrededores de Jerusalén, el Ministerio de Vivienda y Construcción de Israel también tiene previsto construir 459 nuevas viviendas en el asentamiento de Kikar Kedem. A mediados de diciembre, el ministerio publicó una licitación de 20 séquels [¡sic!] para la rehabilitación y el desarrollo de la infraestructura y la construcción de la zona. Además, está previsto construir 5.250 nuevas viviendas, 300 habitaciones de hotel, zonas comerciales e industriales y un aparcamiento en una colina al norte de la aldea de Al Walaya, en Jerusalén Este. El plan forma parte de un movimiento más amplio de remodelación de la “Línea Verde que separa los territorios ocupados en 1948 y los territorios ocupados en 1967”. Recientemente se ha sabido que detrás de todo esto está la Asociación de Asentamientos Horizonte, que está financiando también la reconstrucción del asentamiento de Amona, al que los colonos israelíes volvieron el 14 del mes pasado después de haber sido evacuados del mismo hace dos años y donde ya han construido nuevos edificios, alegando que compraron el terreno.

Las autoridades de ocupación utilizan diversos métodos y trucos para impedir que los palestinos lleguen a sus tierras, según PNN. Saquean sistemáticamente propiedades palestinas impidiéndoles el acceso a sus tierras agrícolas, sobre todo en las zonas comprendidas entre el muro del apartheid y la Línea Verde, que abarcan unas 13.700 hectáreas. La llamada Administración Civil israelí ha reducido significativamente el número de agricultores palestinos autorizados a trabajar en sus tierras situadas en la Línea Verde, y el porcentaje de denegación de permisos a los agricultores palestinos para trabajar en sus tierras ha alcanzado el 72 por ciento en 2018, frente al 24 por ciento en 2014. Desde principios de 2018 hasta el 25 de noviembre, la Administración Civil autorizó 1.876 permisos agrícolas de un total de 7.187 solicitudes. El 83 por ciento de estas solicitudes fueron rechazadas por “incumplimientos”, por “razones de seguridad” o porque “la tierra es demasiado pequeña para ser explotada”.

En este contexto, ha emergido más información sobre las organizaciones terroristas judías en los asentamientos de Cisjordania, donde una fuente de alto rango de la seguridad israelí ha advertido de que las bandas de colonos terroristas están cometiendo delitos contra ciudadanos palestinos en Cisjordania ocupada. Esto incluye agresiones a representantes palestinos, como el acaecido recientemente con la foto del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, y el ataque al convoy del primer ministro, el Dr. Rami Hamdalah, en el cruce de Zatara, al sur de Naplusa.

Al mismo tiempo, la seguridad israelí ha revelado datos inquietantes sobre la escalada de las operaciones de “terrorismo judío” durante el año pasado, con un aumento del 30 por ciento con respecto al año anterior. Según los datos publicados por las fuerzas de seguridad israelíes, el año pasado, grupos extremistas judíos perpetraron 300 atentados terroristas. A pesar de las advertencias de los servicios de seguridad, es evidente que el poder judicial israelí es parte integrante del sistema de ocupación y que sus resoluciones no tienen nada que ver con la ley.

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