Viajando hacia la soledad

Se aproxima mi primera experiencia en solitario

Vuelvo a escribir tras un muy importante parón, para anunciar que si no hay novedad de última hora, este viernes me embarcaré en una corta pero novedosa aventura, aprovechando que el lunes es festivo en la Comunidad de Madrid. Pero no será una escapada de fin de semana cualquiera, no; será la primera vez que viaje sólo, sin ningún tipo de compañía excepto la de mis pensamientos.

Quise elegir algún lugar que ya conociera, pero que me gustaría conocer en más profundidad, reduciendo las opciones a Roma y Lisboa (con sus alrededores), principalmente por motivos meteorológicos, pues me gustaría alquilar una pequeña moto para moverme por la zona, y con el clima centroeuropeo de principios de noviembre, no procedía del todo ningún otro lugar.

Finalmente, vuelvo a Lisboa solamente seis meses después de mi primera visita a la ciudad, con intenciones radicalmente diferentes; si en Mayo visitaba la capital lusa con la principal intención de ver a The Rolling Stones en concierto, y aprovechar para conocer los principales lugares de la ciudad; vuelvo en Noviembre para centrarme en los alrededores; no dejaré de visitar Belém, volveré seguro a Sintra para entrar en la Quinta da Regaleira y visitaré Cascais, intentaré llegar hasta Ericeira o Estoril, pero sobre todo, dejaré que sea el azar el que decida donde paro o dejo de parar.

Por suerte o por desgracia, este viaje en soledad no me va a resultar para nada significativo a la hora de decidir si me gusta, o no, viajar solo. No tiene nada que ver una escapada de tres días a Portugal que un viaje de tres semanas a Irán, obviamente; pero sospecho que aprovecharé mis horas de una manera muy diferente. Escribiré sobre ello a la vuelta, y plasmaré mis conclusiones.

Como todavía no sé más, no puedo contar más, pero prometo ir actualizando redes sociales y escribiendo poco a poco sobre esta peripecia que está a punto de comenzar.

Hasta la próxima.