Dormir

Divagacionistas
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2 min readJun 23, 2021

Junio 2021

Dicen que nos pasamos un tercio de nuestra vida haciéndolo, aunque en muchos casos es una exageración. Para no poca gente dormir tanto como le pide el cuerpo es un lujo reducido a los días festivos y las vacaciones. Para otros lo lamentable es que el cuerpo no lo pide y el insomnio convierte las noches en eternas. Envidiamos a los bebés y a los gatos por pasarse el día en esa bendita inconsciencia y maldecimos a los que contradicen su naturaleza.
Dormir se suele identificar con la paz, la tranquilidad, incluso la felicidad. No hacerlo se traduce en ojeras, irritación o falta de agilidad mental. Pero el sueño no siempre trae descanso. Las pesadillas nos agitan y nos dejan descolocados. Por otra parte, los sueños pueden permitirnos hacer cosas que deseamos y volver a ver a personas que no están con nosotros. Durante siglos se les dio un valor premonitorio; luego se los utilizó como medio para explorar nuestra personalidad.

Dormir es imprescindible aunque en ciertas épocas de la vida lleguemos a considerarlo un desperdicio de tiempo. Miles de libros, estudios y experimentos han indagado en sus mecanismos y su justificación. En los hospitales hay unidades dedicadas a analizar y tratar sus trastornos. La farmacología ha encontrado una mina en los medicamentos para combatir el insomnio, hoy en día de los más recetados. En las revistas no faltan artículos con consejos para dormir bien.

¿Cuál es vuestra relación con el sueño? ¿Dormís como angelitos o dais vueltas en la cama desesperados? ¿Sois felices cuando podéis levantaros a las tantas o el amanecer os pilla ya delante de la taza de café? ¿Qué os altera el sueño?
No os durmáis en los laureles. Tenéis hasta este próximo lunes para escribir entre 200 y 400 palabras sobre este tema. Publicad vuestros relatos el lunes 28 de junio entre las 0:00 y las 23:59 con la etiqueta #relatosDormir y mención a @divagacionistas.

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