Innovar para perdurar: las nuevas reglas del juego
Tres consejos para crear las bases de la innovación en tu negocio
Hoy en día parece que todas las empresas han sido forzadas a tener un objetivo en común: innovar. En los últimos años hemos aprendido que las organizaciones que lideran el mundo son aquellas capaces de crear productos o servicios disruptivos que transforman y crean nuevos mercados. Un estudio realizado por Credit Suisse menciona que, durante la década de 1950, la vida promedio de las grandes empresas era alrededor de 60 años. En el 2019, el Instituto SantaFe descubrió que este número bajó a solamente 10 años. En México vivimos una situación muy similar. El INEGI publicó en el censo del 2020 que la esperanza de vida de los negocios, dependiendo del sector, varía entre los 6 y 10 años.
Los motivos por los que las empresas no perduran son variables. Sin embargo, estas estadísticas nos dejan claro que seguir liderando empresas con el mismo enfoque de hace 10, 20 o 30 años ya no es rentable. Y no solo eso, sino que es el camino más efectivo para evitar la innovación. El desarrollo de nuevas tecnologías, crisis económicas, pandemias, movimientos civiles y muchas cosas más nos han dejado claro que el futuro es incierto. De lo único que tenemos certeza es que habrá cambios. Esas épocas que permitían tener una misma estrategia, trabajar en una misma compañía durante toda tu carrera y vender los mismos productos por décadas están en el pasado.
Desafortunadamente, parece que muchas empresas no han recibido este recordatorio y siguen funcionando bajo el mismo enfoque tradicional, lo cual es muy riesgoso. Un enfoque del pasado asegura el fracaso en el futuro. Así como el mundo cambia, las compañías deben evolucionar para estar alineadas con el contexto actual.
Olvida el enfoque tradicional y reta tus supuestos.
Es común pensar que una empresa ya está adaptada al mundo actual y en camino a la innovación porque está en proceso de transformación digital, por tener presencia en internet o por tener colaboradores de la Gen Z. Pero es contraproducente llevar a cabo estos procesos si se siguen utilizando estrategias, metodologías y teorías que surgieron en el milenio pasado. Y sobre todo, líderes que intentan guiar hacia la innovación y a un ambiente digital pero con un estilo de liderazgo y mindset tradicional.
El cambio es complicado para los seres humanos. A nadie nos gusta sentir que no tenemos las respuestas o que el conocimiento que tenemos ya no funciona. Es por esto que naturalmente caemos en “si así ha funcionado hasta ahora, ¿para qué cambiar?”, pero te invito a que más bien te preguntes: ¿por qué asumo que lo que hice en el pasado va a funcionar, si el contexto es diferente?.
Reduce el control
La mayoría de las empresas funcionan bajo un esquema de control y rigidez. Horario de trabajo de 9 a 5, sin excepción. Vende X productos al mes para cumplir tus objetivos. Por el puesto que tienes, debes hacer A, B y C. Tu fecha de entrega del proyecto es X. Aunque esto parezca normal y es aceptado en cualquier trabajo, en realidad estas prácticas inflexibles solamente perpetúan un mismo comportamiento. Nuestras acciones se vuelven rutinarias y se le da más importancia a seguir cumpliendo con estas reglas y tareas establecidas en el pasado en lugar de cambiar y hacer lo que se necesita en el futuro.
Si tu objetivo como empresa es innovar, hay que crear un ambiente que lo permita. Es imposible generar innovación y ser creativos cuando se tienen indicadores rígidos que cumplir y sobre todo miedo de las consecuencias que tendrá el no cumplirlos.
Si tu objetivo como empresa es innovar, hay que crear un ambiente que lo permita.
Contrario a la creencia tradicional, dar más libertades a tu equipo de integrantes talentosos causa excelentes resultados. Cuando confías en la responsabilidad de tus colaboradores y lo demuestras reduciendo el control, recibirás a cambio compromiso, permitirás que los integrantes del equipo tengan la libertad de hacer cosas diferentes y surgirán nuevas alternativas que serán el camino de la innovación.
Conviértete en tu propio rival
Todas las organizaciones tienen competidores. El problema surge cuando el único enfoque de tu negocio consiste en competir contra los demás. Esto te lleva a actuar de manera reactiva, por ejemplo, lanzando el mismo producto de la competencia con el fin de quitarles cuota del mercado o enfocándote en las debilidades de su oferta para sacar un producto o servicio que sea “mejor”. Sin embargo, funcionar de esta manera pone toda tu atención y recursos en entes externas y en algo que ya existe, además de ser desgastante por mantenerte en estado de competencia constante.
La idea no es ignorar completamente a tus competidores, es importante conocer el contexto y saber lo que está sucediendo en tu industria. Pero te puedo asegurar que dentro de tu equipo existe el mismo potencial de crear soluciones innovadoras, solo es cuestión de darles el espacio. Seguir los pasos de los demás te lleva a un camino ya recorrido, cuando en realidad hay caminos y posibilidades infinitas que puedes crear y liderar. Es ahí donde encuentras la innovación.
Cada empresa tiene fortalezas y recursos únicos. Desde capacidad manufacturera, ubicación geográfica, imagen de marca, y sobre todo, sus colaboradores. Y estas características tienen mucha más potencia cuando se utilizan en estrategias creadas para mejorarte a ti, que para ganarle al otro (que además tiene fortalezas y recursos distintos). Es como tener todo el equipo y destreza para jugar fútbol y enfocarte en ganarle a tu vecino en un juego de básquetbol.
Es por esto que te recomiendo ser tu propio rival. Analiza tus procesos, evalúa tu conocimiento y pregúntate ¿Cómo podemos mejorar?, ¿Qué nos hace falta aprender?, ¿Cómo podemos usar mejor nuestros recursos?, ¿Qué idea podemos evolucionar? Cuando te haces nuevas preguntas, haces combinaciones diferentes y te enfocas en tus propias fortalezas, es mucho más probable que crees algo único e innovador.
Aunque la innovación está “de moda”, en realidad es más complicado de lo que parece. Requiere un cambio y reinvención de prácticas y mindset dentro de tu organización. Sin embargo, en el mundo actual, hacer estos ajustes es la mejor manera de asegurar tu perdurabilidad.
Te invito a que me contactes aquí si quieres profundizar en este tema o conocer cómo trabajamos en Dlabs para lograrlo.
