Falacia de correlacion: Bitcoin no es una burbuja. 1ª parte: Tulipomania

Javier Saviñon
Domitai
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10 min readMay 28, 2019

Después de diez años de mantenerse invicto y consolidarse como el mayor experimento monetario y tecnológico de la historia, Bitcoin se ha ganado fans y detractores. Al principio solo estaban los programadores y criptógrafos que desarrollaron sus primeras líneas de código, ahora podemos ver personas en el ecosistema con backgrounds que van desde ingeniería hasta el derecho.

Cada quien tiene una opinión formada en base a su investigación y experiencia, sin embargo, y como es lógico, son quienes ven a Bitcoin como una amenaza en su modelo de negocio, marco académico o incluso ideológico quienes lo atacan sin fundamentos o haciendo uso de sofismas, en su mayoría económicos. Uno de estos sofismas (y el más popular) es el de modelar a Bitcoin como:

“La burbuja financiera más grande de todos los tiempos”

Bloomberg, Bank of America, Wall Street Journal y MarketWatch comparando bitcoin con las burbujas mas grandes de la hsitoria
Conteo de cuantas veces se ha declarado la muerte de Bitcoin en la prensa

Solo basta con juntar todos los charts de las mayores burbujas de la historia para pronosticar la muerte pronta de la primer criptomoneda del mundo. En 10 años, van 385 veces (y contando) que diferentes personalidades académicas y financieras declaran el fin de Bitcoin basándose en esto, no obstante, esto nunca se cumple.

Después de un Bear Market antecedido de un rally que llego a más de 20,000 dólares y un bull market a la vuelta de la esquina…

Bitcoin llegando a los 8,000 dls en Mayo

¿Es Bitcoin la Tulipomania 2.0?

En este artículo analizaré las características de la primera burbuja financiera de la historia: La Tulipomania, la que segun los expertos, es la que mas se parece a Bitcoin.

Librandose de los devaluadores

La historia de la Tulipomania comienza en 1524. Carlos V realiza varias devaluaciones a la moneda en todo el reino para financiar la defensa de sus reinos y la expansión imperial. El emperador vuelve a repetir la fórmula en 1542 y 1546, suceso que algunos historiadores consideran como “La gota que derramo el vaso” pues tan solo unos años después comenzaría “La Guerra de los Ochenta Años”; la guerra de Holanda para librarse del Imperio Español.

Una de las primeras medidas que tomaron los independentistas fue declarar “El derecho de acuñación gratuita”. La medida consistía en que cualquier metal precioso, como la plata y el oro serian acuñados por el Estado cobrando únicamente el costo y sin devaluación alguna.

La medida fue todo un éxito. Todo el oro y plata minados del nuevo mundo iban directo a Holanda, lejos de los envilecimientos monetarios realizado por los príncipes. El problema comenzó justo cuando Ámsterdam se convertía en la capital del comercio europeo, pues las monedas de otros reinos que si hacían devaluaciones comenzaron a mezclarse con los ducados y florines holandeses, haciendo imposible una moneda estándar.

Florin Holandés, Siglo XVII

Para resolver esto, en 1609 se crea el Banco de Ámsterdam, que valoraba el oro según su peso y no su inscripción monetaria, dando a cambio un cheque de depósito. Personas de toda Europa fundían sus monedas en lingotes y los llevaban a Ámsterdam a intercambiarlos por estos billetes redimibles en oro, ya que no solo eran una forma más práctica de transportar dinero, sino también una protección contra las devaluaciones en sus reinos, ya que el banco no podía emitir ningún cheque sin respaldo en oro o plata.

Banco de Amsterdam

La estabilidad monetaria llevo a Holanda al auge económico a mitad de la guerra con España, y la Compañía Holandesa de las Indias Orientales expandía sus dominios imperiales y comerciales. Las rutas de comercio se extendieron hasta el Imperio Otomano de donde se trajo el tulipán.

Epoca Dorada de Holanda

Histeria colectiva por una flor

“Campos de Tulipanes”, Claude Monet

La euforia por esta flor comenzó desde 1590 cuando se instaló un jardín botánico en la Universidad de Leiden. Los holandeses comenzaron a darle un puesto de honor y los tulipanes comenzaron a crecer por toda Holanda. Los sembradores aprendieron que un tulipán podía crecer de una semilla, la cual se podía cosechar de 7 a 12 años, pero un bulbo cortado de la madre florecía en menos de un año.

Tulipán “Viceroy”

El frenesí por el tulipán acrecentó cuando comenzaron a florecer tulipanes con colores muy raros como el “Root en Geel van Leyde” o el “Viceroy”. El color de sus pétalos se debía al “Virus Mosaico” que no solo las volvía a los bulbos exóticos, sino también los enfermaba, haciendo más difícil su reproducción, por ende, se volvieron más escasos.

En 1634 el mercado de tulipanes se abrió al público en general, ya que estaba restringido solo para los floristas. Justo aquí se abriría paso el descenso a la locura y el ascenso sin control de los precios de los bulbos de tulipán, tanto así, que hasta se creó un mercado de futuros, es decir, ya se comerciaba con tulipanes que todavía no habían florecido. Aun mas insólito es el hecho de que se comerciaba con tulipanes que todavía no se habían ni siquiera plantado: los bulbos rotos; bulbos que todavía no florecían pero se alcanzaban a ver sus pétalos, que entre más raros, más caros.

“Locura por Tulipanes”, Jean Gerome Leon

Para finales de 1636 el mercado era una espiral de avaricia: hombres de todas las clases dejaban sus oficios para especular con el precio el precio de los bulbos rotos. 25 toneladas de mantequilla, una mansión, una casa en el barrio más acomodado del país, el valor de 80 cerdos, un barco mercante con su tripulación o 250 toneladas de trigo, son sólo algunos ejemplos de lo que los comerciantes llegaban a pagar por los bulbos más raros, como el “Semper Augustus” llego a precio de 3000 florines; ¡Un aumento del 6000% en su precio! Desgraciadamente la locura acabaría pronto.

A inicios de Febrero de 1637 la burbuja toco su punto más alto de donde, literalmente, caería en picada. Los especuladores más experimentados se dieron cuenta de que los precios eran una completa farsa y comenzaron a vender en el momento adecuado. El pánico se sembró en las tabernas donde se realizaban las transacciones, donde cada vez más gente vendía sus bulbos sin encontrar compradores. Finalmente el caos se cesó el a inicios de Mayo cuando los precios volvieron a los del otoño pasado.

“Alegoria de la Tulipomania”, Jan Brueghel el Joven

Holanda quedó devastada; la crisis económica azotó en todo el reino. La ruina financiera creo estragos en todas las clases sociales; gente que había trabajado todo una vida para obtener su patrimonio quedo en la calle. Hay quien dice que hubieron artesanos y campesinos que dejaron en garantía sus sueldos de por vida para entrar a la compra de bulbos rotos, condenándose perpetuamente a la esclavitud.

“Alegoria de la Tulipomania”, Hendrik Gerritsz

Sin duda, la tulipomania es uno, sino, el más trágico suceso económico de todos los tiempos; el primero en su tipo, de no ser que la mayor parte de lo que te he platicado aquí es falso.

Tulipanmania: Más aburrido de lo que pensaste

La tulipomania ha sido el cuento que los economistas y financieros alarmistas han contado desde los tiempos de los bancos comerciales, como ejemplo de la avaricia sin control de la gente, en su mayoria, para defender sus posiciones en contra de un mercado alcista. Ironicamente, podemos decir que todo este tiempo ha sido un argumento invalido: La tulipomania es un mito.

La historiadora y profesora del Kings College’s, Anne Goldgar, saco a la luz la verdad sobre este suceso histórico en su libro “Tulipmania: Money, Honor, and Knowledge in the Dutch Golden Age” en el año 2006.

Siempre digo en broma que el libro debería llamarse “Tulipomania: más aburrido de lo que pensaste

El mito que se creó en el imaginario popular es el que relatamos anteriormente: ricos y pobres por igual en la locura total hasta que el mercado colapsó y todo el mundo quedó en la pobreza. Nada más alejado de la realidad, pues en su investigación, Goldgar no encontró ningún caso de alguien que se declarara en bancarrota. Ninguno.

“No hubo muchas personas involucradas y las repercusiones económicas fueron bastante menores

La Dr. Goldgar pudo confirmar la postura que tenía el economista Peter Garber en su paper de 1989 “Tulipmania”:

“Si bien la falta de datos impide una conclusión sólida, los resultados del estudio indican que la especulación del bulbo no fue una locura evidente”

Si no hubo una hubo una crisis financiera o una burbuja de los tulipanes…

¿Entonces qué diablos pasó?

El economista Earl E. Thompsom en su paper Tulipmania: Fact or artifact?argumenta que todo se debe a un mal entendido que surgió con las regulaciones impuestas a los Contratos de Futuro y las Opciones.

En otoño de 1936 hubo un pequeño crash que afectó a los nuevos inversores beneficiando a los productores. Para que esto no volviera a ocurrir el gobierno holandés decretó que a partir del 30 de Noviembre todos los contratos de futuro se convertirían en “Opciones”, es decir, el comprador solo estaba obligado a dar el 3% para asegurar una compra de un tulipán a cierto precio en el futuro. El comprador no estaba obligado a comprar a cumplir con el contrato, es decir, tenía la opción de comprar o no el tulipán en el otoño. Si decidía no hacerlo tenia que a remunerar solo el 10% del valor del contrato, el único obligado a cumplir por ley, era el vendedor.

Que las opciones solo se pudieran pagar con un anticipo del 3% originó que los traders menos experimentados empezaran a especular de una manera exagerada, lo cual salto las alarmas de la corona holandesa. Los productores saldrían ventajosos de nuevo, negociaron con la corona para que solo cancelara los contratos después del 30 de Noviembre, pero el gobierno no acepto cancelando todos los contratos. Esto detono la caída de los precios hasta Mayo, cuando volvieron a un precio estable.

Precios de Contado y de Contratos de Futuro vs Precios de las Opciones

Thompsom, en su paper resalta el precio de las Opciones (Strike Prices) que son de los que generalmente se hablan cuando se cita a la tulipomania y los separa de los precios de los Contratos de Futuro (Future Prices) y los Precios de Contado (Spot Prices) los cuales derrumban el mito popular.

Holanda: Rasgándose las vestiduras

Si todo este tiempo todo se trató de una mentira:

¿Quién creo el mito popular de la tulipomania?

Según Lorraine Boissoneault, todo parece indicar que fue culpa de los puritanos calvinistas. Estos religiosos moralistas propagaron el mito, pues el auge económico que tenía Holanda los hacía sentir incomodos y preocupados porque sus habitantes se volvieran avaros, así que decidieron esparcir todo tipo de leyendas a través de la imprenta.

Quien termino de esparcir el cuento como pólvora fue Charles Mackay, en su libro “Extraordinary Popular Delusions and the Madness of Crowds” que está basado en su mayoría de canciones satiricas y panfletos que se burlaban de los comerciantes del siglo XVII.

Tulipomania en la pelicula “Wall Street: Money Never Sleeps”

Desgraciadamente, es más fácil engañar a alguien (y más con una historia extraordinaria) que convencerlo de que está equivocado, por lo cual el mito la Tulipomania sigue vivo con libros como “Un paso Aleatorio por Wall Street”, como el de Mackay o por los comentarios hechos por “expertos” financieros. Por tanto…

Bitcoin no es la tulipomania 2.0 y hacer la comparación solo te hace ver tonto

Basicamente, porque la Tulipomania nunca existió.

Incentivos monetarios perversos

Si bien los autores antes mencionados desvelan los verdaderos hechos de la “Tulip Fever”, solo Douglas French en su libro “Early Speculative Bubbles and Increases in the Supply of Money” intenta buscar el porqué de esta situación, es decir:

¿Porque gente que no sabía nada del mercado de tulipanes entro en él y tomó tanto riesgo?

Ataque a un galeón español

French atribuye el hecho a que de 1633 a 1638 la masa monetaria aumento 60% su tamaño. ”El Decreto de Acuñación Gratuita”, y los constantes robos de la piratería holandesa a los galeones españoles expandieron el crédito disponible en la economía holandesa.

Deposito en el Banco de Amsterdam de 1610–1675

La expansión monetaria es un patrón que se repite, intencionadamente y con mayor medida, en las que si fueron las dos burbujas más grandes de la historia: La burbuja de Mississippi en Francia y La burbuja de la Compañía de los mares del sur, las que analizaremos en la siguiente parte.

2ª Parte: Bitcoin no es una burbuja. Burbujas Del Mississippi y South Sea

3ª Parte: Bitcoin no es una burbuja, es el internet del dinero

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Javier Saviñon
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