¿Y la renuncia del fiscal?
Ante la renuncia de quien fuera titular de la Secretaría de Igualdad Sustantiva entre mujeres y hombres C. Fela Patricia Pelayo López, a quien se le reconoce la dignidad para proceder en consecuencia a la exigencia social que demandaba su salida de la Secretaría por no cumplir con los requerimientos necesarios para fungir cabalmente como servidora pública y no cubrir legalmente los perfiles de idoneidad estipulados en la legislación local; sienta un precedente importante que debe seguir todo funcionario que no esté cumpliendo con la ley.
Como bien lo señalaron diversas colectivas feministas, “en este momento es importante poner a discusión y al centro del análisis los procedimientos utilizados por parte del gobierno de Jalisco en la designación de quienes encabezan puestos claves dentro del sistema de servicio público en el Estado. Por ello, debe hacerse una revisión exhaustiva de los perfiles y en caso de que algún funcionario o funcionaria no cumpla con los requisitos de Ley, deben iniciar los procedimientos necesarios para su renuncia o destitución”.
Sin duda, toca el turno del Fiscal General del Estado, quien asumió el cargo en medio del rechazo de las organizaciones defensoras de los derechos humanos que tienen presente su carrera con amplia experiencia en las violaciones a los derechos humanos en administraciones anteriores y que confirma nuevamente con sus acciones violatorias en esta administración. Hace algunas semanas se conocieron públicamente las omisiones y acciones de la Fiscalía y por tanto de su titular, que llevaron a detenciones ilegales y desaparición forzada de diversos jóvenes.
El caso ya está siendo analizado incluso en instancias nacionales e internacionales de Derechos Humanos. Es evidente que un violador de derechos humanos no conoce la dignidad y jamás renunciará de motu propio como lo hizo Fela Pelayo. Es evidente también la existencia de un pacto de impunidad que favorece más a los hombres que a las mujeres. Los pactos patriarcales operan a favor del Fiscal para protegerlo a pesar de las graves violaciones a los derechos humanos que cometió, a pesar de las graves faltas e incluso delitos que se pueden fincar en su contra por las acciones cometidas por la Fiscalía que él dirige y por tanto es el responsable de todo lo que ocurre en su gestión. En su momento, diversas organizaciones de derechos humanos locales, nacionales e internacionales se pronunciaron por su destitución y por el inicio de las investigaciones en su contra. Sin embargo, el gobernador del Estado no mide con la misma vara al funcionariado de su administración.
Al fiscal no le pedirá su renuncia porque las faltas cometidas lo involucran a él mismo como cabeza del gobierno y también porque impera una cultura machista en donde las mujeres en el servicio público rinden cuentas con otros parámetros de exigencia que no son las mismas para los hombres. Sin duda, la gran deuda pendiente se encuentra en la demanda social que exige la renuncia del Fiscal General del Estado. Seguramente su salida la tendremos cuando terminen las investigaciones y venga un organismo de derechos humanos nacional o internacional (la Comisión Estatal sabemos que no lo hará) a exigir su destitución por las graves violaciones a los derechos humanos cometidas, mientras tanto, seguirá gozando de la protección de impunidad que le brinda el propio gobernador.
Soy Lupita Ramos defensora de los Derechos Humanos, sigue mis esfuerzos en redes sociales: Twitter Lupita Ramos · Facebook Lupita Ramos · Instragram Lupita Ramos y siempre en comunicación en lupitaramosponce@gmail.com
