España, país de pocos emprendedores

Amparo Medrano
Draper B1
Published in
3 min readMay 31, 2019

¿Por qué son tan pocos los valientes emprendedores en España?. En el año 2018, España se encontraba a la cola de Europa en cuanto a emprendimiento se refiere. Pocos son los valientes que se arriesgan a abrir su propia empresa o crear una startup en nuestro país. En mi opinión, esto es porque desde pequeños nos han enseñado a seguir unas normas y nunca nos han animado a arriesgarnos y crear algo propio. Cuando los jóvenes acaban sus carreras universitarias, en sus mentes está el deseo de empezar a trabajar en una multinacional o dedicarse al sector público y hasta hace unos años no existían ni incubadoras ni lanzaderas de proyectos empresariales. Afortunadamente, este panorama está cambiando y cada vez son más las personas que deciden emprender.

Ser emprendedor significa realizar un gran esfuerzo, comprometerse a inversiones altas y la mayoría de las veces, asumir un alto riesgo; riesgo que jóvenes y no tan jóvenes no están dispuestos a tomar, pues existe el miedo de perder dinero y endeudarse o el miedo a fracasar. Además emprender no solo es este miedo a la inestabilidad, si no que también acaba afectando a la vida diaria y privada de la persona, pues las horas de trabajo se multiplican, las vacaciones se reducen y muchas veces el sueldo no es fijo a fin de mes. Caldo de cultivo perfecto para desanimarse o no tener el suficiente valor para atreverse a hacerlo.

Un emprendedor también necesita tener unas habilidades específicas que no todo el mundo posee. El emprendedor no solo ha de dar con una idea que intente solucionar un problema existente en el mercado, si no que ha de tener la pasión y la motivación suficiente para dar a conocer su proyecto. Esta fase quizás sea la más difícil desde mi punto de vista, pues debe conseguir que inversores y Business Angels apuesten por su idea e inviertan en ella.

Muchas veces, la startup pasa por momentos en los que tiene que cambiar y evolucionar para entender y solucionar la evolución del mercado, por ello, el emprendedor ha de ser innovador y saber sobreponerse a las situaciones difíciles que surjan para poder buscar soluciones. Se trata de personas con personalidades especiales, diferentes y capaces de adaptarse a cualquier situación. Son ágiles, rápidos, y con la picaresca realmente muy desarrollada; y son pocos los que aúnan todas las características clave en su personalidad.

Actualmente, el ecosistema en el cual el emprendedor se mueve en este país tampoco es el más ideal. España es un país en el que existe una extensa burocracia administrativa y un sistema legal lento. Existe también una regulación estricta y compleja que disminuye la facilidad de creación de riqueza de las empresas. El constante cambio de leyes genera a la vez desconfianza e inestabilidad por lo que empresarios e inversores prefieren no arriesgar.

Para finalizar, tampoco ayuda la cultura contra el emprendedor. España es un país en el cual no se valora el esfuerzo y la iniciativa y se critica a las personas que deciden emprender. Pero, aunque el panorama sea desalentador, son muchos los que se enfrentan a todos estos hándicaps y consiguen ser emprendedores de éxito. Somos un país perseverante y cada vez con más capacidades. Es cuestión de tiempo que seamos mejores.

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