La guerra de la inteligencia artificial
En pleno siglo XXI las superpotencias ya no emprenden guerras entre ellas como sucedía en el siglo XX, ni siquiera una guerra fría al estilo de la que se vivió entre Rusia y Estados Unidos. Ahora las guerras son “guerras comerciales”, y un buen ejemplo es el que últimamente estamos viendo entre China y el gigante norteamericano. Pero sobre todo, la guerra que realmente se está gestando es por la inteligencia artificial, la guerra por dominar el empleo, la riqueza y el conocimiento del siglo XXI.
En esta línea, Alemania publicó el pasado Noviembre unas medidas de inversión de más de tres mil millones dedicadas a impulsar, controlar, dominar y fomentar la inteligencia artificial. Pero estos tres mil millones se quedaron pequeños frente al plan de los cerca de cien mil millones impulsados por China. Por ello, es obvio y a nadie se le escapa que la vieja economía, la economía del siglo XX, basada en la fuerza laboral, está en decadencia frente a la nueva economía basada en el big data y la inteligencia artificial.
Actualmente, las mayores empresas del mundo son aquellas nacidas a finales del siglo XX y principios del siglo XXI, las cuales dominan estas materias, como son Amazon, Facebook, Microsoft o Google. Además, este cambio estructural se constata con el aluvión de noticias de recortes en empleo en sectores como el financiero, con EREs y destrucción de empleo en grandes bancos como Santander o la Caixa; o sectores como la automoción, otro histórico bastión económico, en el que se anuncian recortes laborales y cierres de plantas como se ha venido realizando en Ford y Nissan.
Sin embargo, esta situación contrasta totalmente con el empuje de la inteligencia artificial. Tanto Google como Apple han anunciado la búsqueda de perfiles a nivel mundial para incorporar personal a sus filas que tuvieran ciertos conocimientos en el campo de big data e inteligencia artificial.
Esta es la nueva batalla por subsistir como economía y como nación en el siglo XXI, y por ello, observamos esfuerzos que se están realizando en este sentido desde diferentes países por dominar el big data, la inteligencia artificial y el emprendimiento en estos campos. Hace apenas unos días leía un artículo en el cual, se mostraba las medidas llevadas a cabo para dicha formación en países como Suecia, Finlandia, Suiza, u otros.
Si todos estos países hacen ese esfuerzo especial por dominar el futuro, tanto países grandes como países pequeños, ¿dónde queda España? Necesitamos un cambio estructural de nuestra economía, pues actualmente está basada en la bonanza de las grandes empresas como bancos, o empresas de servicios, el sector turístico y de hostelería, las imponentes cadenas hoteleras españolas; y sin embargo, carecemos de ese empuje en inteligencia artificial y big data.
Por tanto, si queremos subsistir, si queremos tener trabajo en el futuro, si queremos ser una economía pujante, en lugar de seguir el ritmo de las olas del turismo, como nación hemos de emprender ese camino por dominar la inteligencia artificial y el big data de manera urgente. El mundo no nos va a esperar.
