Ley de startups en España: iniciado el camino, pero le falta impulso.

Si así es, en España, ya es una realidad el anteproyecto de ley de startups tan esperado, tan necesario y del que tanto se ha hablado en el ecosistema los últimos tiempos, pero… muy a nuestro pesar, su llegada se queda a medio camino. ¿Pero esto qué significa? Sencillamente, pone de manifiesto que hemos iniciado el camino correcto, pero… esto es solo el principio de una travesía.

En apenas unos días termina el plazo de alegaciones para este anteproyecto de Ley y hay todo un movimiento generalizado en el ecosistema para reunir las mejoras, propuestas y las visiones expertas para que esto vaya tomando forma, aunque es evidente que queda mucho camino por recorrer.

Esta Ley, que insistimos que es necesaria, se ha quedado coja, ya que en sí misma contiene un plan poco ambicioso en materia fiscal, y no elimina obstáculos, principalmente burocráticos, para que el ecosistema de startups despegue y se ponga al nivel de otros países europeos, y podamos competir con las principales capitales del mundo en este asunto.

Por esta razón dedicamos hoy una pequeña reflexión sobre este asunto. Desde nuestra posición como venture capital, creemos imprescindible dar voz a los principales problemas del ecosistema pero también trasladar cuál es el día a día y la problemática de las startups. Y es que esta ley no incluye ni siquiera una definición clara de lo que es una startup y del crecimiento exponencial que tiene a lo largo de su existencia. Esto nos hace exigir la misma rapidez de actuación y crecimiento a las instituciones públicas, y es cierto, que esto es casi una utopía, pero con estos primeros avances se demuestra que estamos en el camino correcto pero nos falta velocidad.

Para suplir esta falta de velocidad, el sector, cuál lobby acechador, se ha puesto las pilas en recopilar opiniones, artículos de prensa, alegaciones en común y así hacer un frente sólido con una batería de propuestas que ayuden a coger velocidad de crucero a esta Ley tan necesaria.

Ahora es el momento, sin duda, en el que estamos poniendo las primeras piedras de un sistema más robusto, pero… no podemos desfallecer, no debemos perder el rumbo y seguir avanzando para ser un país puntero en la economías de las compañías tecnológicas.

Y tu que nos lees, ¿Qué opinas al respecto? ¿Te unes a nuestro movimiento?