Una Lucha Privilegiada

Earth Uprising
Uprising Voices
Published in
9 min readMar 30, 2021

Por: Maria Juliana Duque

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Aunque el problema que trae la crisis climática a Colombia es conocido, este se compone de varias capas que no están solamente relacionadas con lo ambiental. Entrevistamos a Emiliana Rickenmann, una activista de 19 años que creció en Colombia y podría aportarnos su perspectiva sobre el estado de la crisis climática en el país. Rickenmann es parte de Fridays For Future Bogotá y FFF Colombia, Latinas for Climate, y Climate Strike Suiza.

¿Crees que el activismo en Colombia es accesible y/o seguro? ¿Por qué?

Creo que se deben tomar en cuenta dos puntos de vista cuando nos referimos a esto. Ser un líder social no es lo mismo que ser activista y ahí es donde se empiezan a mezclar términos que en realidad son muy diferentes. La mayoría de activistas en el país son jóvenes, que están en grupos como Fridays for Future. Muchos viven en ciudades, tienen acceso a educación y en general son bastante privilegiados comparado con otras comunidades que están viviendo en zonas de conflicto, que son mucho más peligrosas.

Por otro lado tenemos a los líderes sociales, que son los que experimentan la violencia de primera mano. Son personas que viven en las zonas de conflicto y reciben las “consecuencias” de defender las distintas causas por las que abogan. Están luchando día a día en cierto modo contra otros grupos que los consideran amenazas, como grupos paramilitares u organizaciones afiliadas al gobierno. Además, viven en áreas muy aisladas donde es difícil identificar si están en peligro o no. Estos factores hacen que el activismo sea muchísimo más peligroso para ellos, añadiendo el hecho de que el gobierno no ofrece ningún tipo de protección o apoyo.

En general creo que el privilegio juega un papel importante en cuanto a términos de la seguridad y accesibilidad del activismo. Es un argumento que se ha mencionado varias veces, pero siempre tienes que revisar tu privilegio, especialmente si has tenido la oportunidad de vivir y criarse en una ciudad, al ser áreas mucho más seguras que otras donde hay menos presencia del gobierno

Desafortunadamente, no considera el activismo algo seguro aquí. Colombia es uno de los países más inseguros para líderes sociales actualmente y la negligencia por parte del gobierno no ha ayudado a aliviar este problema. Todavía tenemos un largo camino por recorrer si queremos garantizar un activismo seguro para todos.

¿Qué objetivos has visto que el movimiento climático abogue por tu experiencia personal?

En primera instancia, creo que uno de los objetivos más grandes sería apuntar a hacer un cambio más colectivo que individual. Con un cambio colectivo me refiero a que se puedan ver más manifestaciones y campañas dirigidas hacia las empresas, los gobiernos y en general los que están causando el mayor impacto hablando en términos ambientales. Porque aunque muchos de los “altos mandos” del gobierno y de las empresas creen que la crisis climática es algo muy lejano y se puede tratar en un futuro, la realidad es que es algo que está muy cerca y es necesario hacer los cambios necesarios para llevar una vida más sostenible y que ayude a mitigar esto.

Otro objetivo importante es continuar alzando nuestras voces y abogando por las causas que creamos importantes. Esto es crucial porque somos la generación que está rompiendo el estigma que hay de que solo somos niños que no saben nada sobre la vida o lo que nos rodea. En realidad somos personas que tenemos voces muy fuertes que necesitan más motivación y apoyo para poder expresarse.

¿Cuál es tu opinión sobre la manera en que el gobierno Colombiano está manejando la crisis climática?

Aunque vemos un montón de campañas ambientales y oportunidades más “verdes”, pienso que el gobierno tiende a decir mucho, pero termina haciendo poco en cuanto a acciones tangibles. Hay muchos vacíos que necesitan aclarar y/o abordar. El ejemplo más conocido es el Acuerdo de Escazú, uno de los más importantes para Colombia en mi opinión. Este acuerdo cubre muchos temas importantes en cuanto a lo ambiental y social como la seguridad y protección hacia activistas y el medio ambiente. El gobierno expresó abiertamente su oposición hacia este, justificando que ya había demasiadas leyes/herramientas para proteger a estos grupos. Sin embargo, ninguno de estos “mecanismos” existentes que se mencionan están funcionando correctamente.

No solo la falta de acción es la que perjudica, sino también la cantidad de proyectos en progreso que podrían causar un gran daño a nuestra biodiversidad. Entre estos proyectos dañinos están los puertos en las regiones del Chocó y el Caribe, deforestación en el Amazonas, minería ilegal, leyes débiles que no ayudan a reducir la emisión de gases de efecto invernadero, entre otros.

Entes gubernamentales mencionan que somos pioneros en tecnología verde y acuerdos ambientales, pero se está materializando una realidad completamente distinta.

¿Cómo está afectando la crisis climática a Colombia desde tu perspectiva?

Creo que no podemos definir un solo problema como el principal, ya que Colombia es tan diversa que diferentes comunidades claramente tendrán diferentes maneras en las que la crisis climática les afecta. Claramente las más vulnerables son las que están menos representadas y las que serán más afectadas por la crisis climática.

En las ciudades y áreas más urbanas, las consecuencias son mínimas y no tan notorias comparado a otros lugares que están más alejados y tienen poco contacto. Por ejemplo, Providencia fue afectada gravemente por el huracán que pasó en noviembre del año pasado. No estaban preparados para un huracán de esa magnitud, ya que los patrones de lluvia mostraban algo diferente. La isla quedó destruida mayormente, mientras que lo máximo que recibieron las ciudades fueron lluvias fuertes. No estoy invalidando de ninguna manera los problemas que se pueden presentar en una ciudad, porque siguen existiendo, pero tenemos que tener en cuenta la magnitud e impacto de estos.

La crisis climática también trae muchísima desigualdad social. Para considerar el impacto de esta, tenemos que pensar en las diferentes comunidades y etnias presentes. Por ejemplo, una de las menos representadas y que necesitan más ayuda son las diferentes comunidades indígenas. Al tener ellos una manera distinta de vivir y percibir las cosas, también tienen una manera distinta de manejar la crisis climática. Son uno de los grupos que más han cuidado el ambiente porque su cultura y perspectiva está muy enlazada con la naturaleza, esta es sagrada para ellos. Lastimosamente, estas intenciones no son beneficiosas para los intereses políticos de distintas personas “importantes” del país. Hemos podido ver cómo los indígenas han sido asesinados y tratados de todas las maneras menos respetuosamente. Sus territorios fueron invadidos y destruidos, cuando deberían ser respetados.

El ejemplo más conocido es como la Sierra Nevada está siendo invadida sin su permiso. En esta área hay una línea que delimita este territorio sagrado para ellos que ha estado presente desde generaciones. Sin embargo, hay empresas que están traspasando este límite y construyendo diferentes cosas sin su consentimiento. Proyectos como el Puerto Taganga ignoran esta línea sagrada y contribuyen a más destrucción ambiental.

Hay un colectivo que es la Minga Indígena, el cual ayuda a estas personas a movilizarse y protestar contra las violaciones que distintos organismos han cometido y/o encubierto en su territorio. Incluso demandaron una reunión con el presidente, el cual nunca se presentó. Como mencione anteriormente, el presidente nunca se pronunció e ignoró este tema tan importante. Es bastante irónico ver la hipocresía, ya que antes de su mandato se le podía ver prometiendo un espacio para que los indígenas pudieran expresar sus inconformidades y demandas. Al final, siempre son los grupos más vulnerables como este los que pagan las consecuencias por la falta de acción y transparencia acompañada de hipocresía.

Creo que la situación llega a un punto donde no sabes qué más hacer, ya que las peticiones, compartir noticias e incluso protestar parece inútil si el gobierno se rehúsa a escuchar y castiga a los que intentan expresarse. Siempre están presentes para evadir el tema o defenderse con argumentos bastante ignorantes que causan más daño. Es difícil pensar en alguna otra manera en la que por fin podamos hacer que reaccionen.

Hablando de una perspectiva más educativa, siento que aún nos falta bastante en cuanto formar conciencia y empatía hacia estos problemas. Hay mucha gente a la que esto no le afecta directamente y por ende lo ignoran. Se rehúsan a ver el cambio climático como una amenaza, pero es algo que está ahí y está afectandonos. No logro entender como no ven la importancia del asunto, porque ¿Qué ganaría alguien con inventar el cambio climático?

Otra tendencia que he visto es personas, especialmente políticos, hablando de la crisis climática en términos económicos y no en vidas humanas afectadas. Esto es otra muestra de lo poco que les importa y cómo son capaces de usar esto para consolidar aún más su poder y economía.

¿Qué te motivó a empezar con el activismo?

Desde que era chiquita me incline más por la parte animal, pero esta seguía conectada a la crisis climática. Era casi imposible no haber hecho nada después de ver todas las noticias y estadísticas que salían sobre el cambio climático, especialmente al tener el privilegio de vivir en una ciudad segura. Quería usar mi privilegio para expresarme porque era y es muy frustrante ver la falta de acción. Creo mucho que todo esto debería ser suficiente para volvernos todos activistas, porque es nuestro futuro lo que está en juego.

Como mencione antes, no puedo creer como hay gente todavia que no le importa, ignora o cree que es algo que vino de la nada y al ignorarlo está a salvo de él, sin hacer esfuerzo alguno. Esto no está cerca de la realidad y quería hacer algo para tomar acción y cambiarlo.

¿Tienes algún consejo/mensaje para otras personas que quisieran empezar en el mundo del activismo?

Cada voz importa. Veo a mucha gente decir que su presencia no es suficiente, pero no creo que eso sea cierto. Necesitamos un cambio masivo, a mucha gente hablando de estos problemas para que tenga más impacto. Todos necesitamos hablar y ser activistas en la manera que podamos.

También hay que estar pendiente del privilegio propio. Aunque yo esté hablando desde la perspectiva de un país menos privilegiado, sigo siendo una de las pocas privilegiadas en este. Y se por experiencia propia que hay comunidades y personas que no solo han experimentado cosas distintas a las mías, pero también que han sido mucho más afectadas.

Con esto también viene la necesidad de fijarse en otras realidades constantemente, ya que podría haber otra persona que podría compartir su experiencia en un espacio determinado y le beneficia más que a mi compartiendo la mía. Seguimos necesitando todas las voces que podemos, pero siempre hay que tener en cuenta en qué espacio las compartimos.

Motivo a muchas personas a hacer esto también porque he visto que el activismo es muy centrado en Estados Unidos y Europa, así que claramente nos faltan perspectivas diferentes, perspectivas que han sido afectadas directamente y han presenciado las consecuencias del cambio climático.

Emiliana está estudiando Medicina en Suiza pero continúa ayudando a educar e informar sobre el cambio climático allí y en Colombia. Sus respuestas fueron muy completas y estoy de acuerdo con ella sobre la importancia de todos los temas que mencionamos.

Esta entrevista podrá ayudar a otros a entender la magnitud de la crisis climática en Colombia, pero les recomendaría investigar más sobre este tema y contactar a otras organizaciones/activistas aquí y en otros países para entender con más profundidad.

Como Emiliana mencionó: “Necesitamos que mas voces y personas que les importa el medio ambiente se unan para ayudar a cambiar las cosas”.

Earth Uprising is a global, youth-led non-profit organization focused on climate education, climate advocacy, and youth mobilization. Through its strong network of activists from all around the world, partnerships with groups, and local, national, and international campaigns and actions, it aims to bring attention to and spur action based on the latest science regarding the climate crisis. Earth Uprising provides the tools, resources, and connections young people need in order to take direct action in their own communities.

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