Alberto, en el lugar correcto

Mosaico
Editorial
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3 min readJan 28, 2020

Rab. Sergio Bergman

El presidente de la Nación, Alberto Fernández, ha tomado una decisión histórica que requiere valoración y reconocimiento.

Su primer viaje de Estado fue a Jerusalén, para el acto de recordación de la liberación de Auschwitz. Lo hizo junto a los líderes del mundo que rinden memoria a quienes fueron asesinados por el solo hecho de ser judíos, pero, al mismo tiempo, no solo recuerdan a víctimas y honran a sobrevivientes, sino que suscriben con sus presencias que el monstruo no desapareció hace 75 años con esa liberación, sino que muta entre nosotros y adquiere nuevas formas.

No está solo en Alemania, sino que son otros países y otros regímenes políticos que ya no son el nazismo, que niegan la Shoá y que además siguen practicando el antisemitismo bajo nuevas formas, proponiendo la eliminación de los judíos y del mismo Estado de Israel, con el cual se puede disentir sobre sus gobiernos, pero nunca anunciar y dedicar una estrategia global de terror para eliminarlo.

No fue un holocausto, fue una Shoá. El término holocausto refiere a un sacrificio a Di-s en el fuego; la Shoá, a una catástrofe que arranca de raíz toda vida. No hay ofrenda, no hay Di-s, sino su más absoluta ausencia. Lo que sí hay es una Alemania que en la Segunda Guerra Mundial puso su cultura y su tecnología evolucionada al servicio nefasto de una ideología política totalitaria como el nazismo, que eliminó industrial y sistemáticamente a seis millones de judíos por el solo hecho de serlo. La Shoá ha demostrado — como tantos otros genocidios y fraticidios, que no pueden ni deben ser comparados, sino todos y cada uno respetados por cada ser humano eliminado por ser diferente — cuán lejos aún estamos de ese desafío que insistimos en llamar humanidad.

Es destacable que nuestro presidente de la Nación, en especial representando a quienes no lo votamos y muchas veces lo criticamos, haya viajado y ocupado ese lugar de respeto, memoria y clamor de un nunca más, como argentinos insertados en un mundo global. Alberto Fernández requiere ser reconocido en esta decisión que pone a la Argentina en el lugar correcto en un mundo que aún espera que junto a los viajes protocolares, nuestro país revele, ya no en Israel, sino en nuestra Nación, la verdad, la memoria y la justicia que aún reclaman las víctimas de la Embajada de Israel, de la sede de la AMIA y del magnicidio del fiscal Nisman.

Alberto Fernández, cuando pertenece a sí mismo, puede llevarnos a ser parte del mundo que hoy rinde memoria a las víctimas de la Shoá. Puede llevarnos a un lugar de respeto para el concierto de las naciones, como vimos orgullos todos como argentinos en su reciente viaje a Jerusalén. En el centro de la civilización, que respeta los derechos humanos; y lejos de Irán y Venezuela. Aún no hemos resuelto definitivamente de qué lado del mundo nos quedaremos.

Publicado en https://www.infobae.com/opinion/2020/01/27/alberto-en-el-lugar-correcto/

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